Boletín UNAM-DGCS-1065
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NO DEBE EXISTIR LA DICOTOMÍA ENTRE
UNIVERSIDADES PÚBLICAS Y PRIVADAS: FERNANDO SERRANO MIGALLÓN
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La misión de las instituciones públicas es formar profesionales imbuidos
en las necesidades y deseos del país, aseguró
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Quienes polemizan entre educación pública y privada "ignoran
nuestra experiencia precortesiana": Mario Ayluardo
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Se impuso la medalla Ignacio L. Vallarta a Gustavo Rendón, subprocurador de Asuntos
Especiales de la Procuraduría Fiscal del Gobierno del Distrito Federal
Entre las
Universidades públicas y privadas hay una dicotomía que no debe existir, pero
que sí nos obliga a quienes hemos egresado de una pública a defenderla y
señalar las ventajas que tiene, aseguró Fernando Serrano Migallón, director de
la Facultad de Derecho.
Durante la ceremonia
de imposición de la medalla al mérito estudiantil Ignacio L. Vallarta a Gustavo Rendón Huerta, catedrático de la FD y
actual subprocurador de Asuntos Especiales de la Procuraduría Fiscal del Gobierno
del Distrito Federal, Serrano Migallón comentó que una universidad privada
tiene todo el derecho de preparar los cuadros que le sirvan para su propia
formación y el ejercicio de sus labores.
Que una universidad
privada forme abogados de empresas, de comercio internacional y en las
diferentes ramas que necesitan es válido, respetable y conveniente para ellas.
Pero la misión de las instituciones públicas es mucho más que eso, no es sólo
formar cuadros para determinada actividad sino profesionales imbuidos en las
necesidades y deseos de un país.
Reconoció que muchas
instituciones privadas forman magníficos profesionales en diversas ramas, pero
sólo una universidad pública y popular puede darle a sus alumnos esa formación
integral que le da la UNAM a quienes pasamos por sus aulas.
El director de la FD
añadió que esa característica le da a quienes salen de las aulas de la UNAM una
dependencia emocional y una sensación de pertenencia a su institución como
ninguna otra universidad privada le da a sus egresados. "Nos sentimos
íntegramente vinculados a ella, a su destino, su misión y a la vida que tenga
en el presente y en el futuro".
En ese sentido, Mario
Ayluardo y Saúl, profesor de la FD, apuntó que quienes polemizan entre
educación pública y privada "ignoran nuestra experiencia
precortesiana".
Resaltó el aumento
cuantitativo y de prerrogativas a favor de instituciones privadas de educación
en todos sus niveles. "Nadie, mucho menos los profesionales de la
educación en el campus universitario, puede objetar la educación como el crisol
idóneo para desarrollar de manera armónica todas las facultades del ser
humano".
Sin embargo, el
jurista universitario advirtió que el crecimiento de la educación privada no
puede darse ni en mengua ni en competencia desleal con la educación pública.
Privilegiar esta última es justicia para quienes carecen de medios para
proveerse una educación pagada".
Serrano Migallón
sostuvo que si bien la FD es el centro de la enseñanza del derecho en frío,
enfocada a formar los mejores abogados del país, en la División de Estudios de
Posgrado de la misma se prepara a los juristas de México, no sólo a quienes se
dedicarán de manera profesional al ejercicio del derecho, sino a quienes buscan
llegar a la perfección en el conocimiento de esa ciencia.
Apuntó que en nuestro
país, desde hace 450 años, la transmisión de la cultura está en manos de la
Universidad, y ella sólo se puede transmitir con un aire de libertad que le
puede dar una institución donde se respeten todas las ideas políticas y jurídicas.
En su turno, Gustavo
Rendón Hurtado dijo que el derecho es un instrumento poderoso para salvaguardar
la vida social, pero también, puede serlo para garantizar formas de
autoritarismo y de opresión.
El derecho es más que
un producto cultural, y no se puede comprender lo social sin el derecho. Así lo
entendía Ignacio L. Vallarta, ilustre jurista jalisciense del siglo XIX, quien
supo, como muchos mexicanos de su tiempo, que la suerte del país dependía de la
reconstrucción de sus instituciones y de una auténtica justicia social para su
pueblo.
Reconoció que el
derecho es trascendental para la comprensión y solución de muchos de los
problemas que enfrenta la sociedad. En un país de profundas desigualdades y
diferencias de todo tipo, se debe vincular el orden normativo con las
necesidades del pueblo para formar la nación que juristas como Ignacio L.
Vallarta anhelaban para el futuro, el derecho como base y cimiento de un México
unido.
"Y sean como
fueron sus deficiencias en procedimientos de interpretación o de aplicación, no
se debe olvidar que el derecho debe guiarse siempre por el sendero de la
justicia", agregó.
Opinó que Ignacio L.
Vallarta, jurista, legislador, constituyente, gobernador, magistrado, ministro
de gabinete y presidente de la Suprema Corte de Justicia, fue uno de los
prohombres del país, junto con Ignacio Ramírez, Francisco Zarco, Valentín Gómez
Farías, José María Mata y Ponciano Arriaga, quienes sintieron la necesidad de
preparar el advenimiento de un México como nación.
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Fernando Serrano Migallón impuso la medalla
"Ignacio L. Vallarta" a Gustavo Rendón Huerta, subprocurador de
Asuntos Especiales de la Procuraduría Fiscal del Gobierno del Distrito Federal.
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Sólo una universidad pública y popular como
la UNAM puede darle a sus alumnos una formación integral, aseguró Fernando
Serrano Migallón. Lo acompaña Gustavo Rendón Huerta.