12:00 hrs. Octubre 29 de 2001


Boletín UNAM-DGCS-1063

 

FOTO 1
FOTO 2
FOTO 3
FOTO 4

DE PRIMER NIVEL LA PRODUCCIÓN CIENTÍFICA EN MÉXICO: INVESTIGADORES DE LA UNAM

 

·        Los científicos universitarios premiados en la reunión de la UNESCO aseguraron que la ciencia mexicana compite con éxito ante los países desarrollados

·        Necesario que la iniciativa privada invierta más en investigación básica y aplicada, señaló Baltasar Mena

 

La calidad de la producción científica en México está a la altura de los países del primer mundo, coincidieron en afirmar los investigadores universitarios Susana López Charretón, Carlos Arias Ortiz y Baltasar Mena Iniesta, recientemente galardonados en la Conferencia General de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), y donde tres de los siete reconocimientos otorgados este año correspondieron a mexicanos.

 

Susana López Charretón, académica del Instituto de Biotecnología (IB), quien forma parte del equipo de investigadores de esa dependencia que recibieron el premio bianual Carlos J. Finlay, señaló que los científicos mexicanos compiten exitosamente con sus colegas de todo el mundo para obtener el apoyo de las instituciones internacionales.

 

A ello se añade, continuó, la ayuda que para el desarrollo de las investigaciones se obtiene tanto de la Universidad Nacional, como del Consejo Nacional para la Ciencia y la Tecnología (Conacyt).

 

Por su parte, Carlos Arias Ortiz, secretario académico del IB, aseguró que el impacto de la producción científica mexicana es proporcionalmente mayor al de muchas otras naciones desarrolladas.

 

México contribuye con el punto seis por ciento al total mundial de artículos científicos publicados, explicó, pero la repercusión de estas obras se ubica al mismo nivel que países como España, Canadá o Corea, cuya producción en este rubro es hasta cinco veces mayor que la mexicana.

 

El secretario académico del IB sostuvo que gracias al entorno profesional que ofrecen las instituciones académicas del país, en particular la UNAM, es posible conjuntar grupos de investigación de buena calidad y competitivos a nivel internacional.

 

A este respecto, Baltasar Mena Iniesta, del Instituto de Investigaciones en Materiales (IIM), destacó que la UNAM es, en todo el mundo, una de las instituciones donde más y mejor talento se puede hallar, aún cuando la proporción de científicos por habitante sea en nuestro país considerablemente inferior a la de las naciones desarrolladas.

 

En México hace falta, precisó, que las empresas asuman su responsabilidad en el desarrollo tecnológico, para lo cual es necesario que inviertan en investigación científica básica y aplicada. El porcentaje del Producto Interno Bruto que en los países desarrollados se destina a la investigación proviene, en gran medida, del sector industrial y no del gobierno, puntualizó.

 

El científico universitario, galardonado con el Premio Ciencia 2001 de la UNESCO, destacó que en la actualidad ya se impulsan nuevas políticas para fomentar la participación de las industrias en el desarrollo de la actividad científica mexicana y así no depender exclusivamente de los recursos proporcionados por el sector público para tal fin.

 

Los científicos universitarios obtuvieron dos de los tres premios que recibió México de un total de siete que fueron otorgados en la sesión del pasado 19 de octubre de la Conferencia General de la UNESCO, en la sede de este organismo ubicada en París, Francia. El otro galardonado fue el también mexicano Mauricio Terrones Maldonado, del Instituto Potosino de Investigación Científica y Tecnológica, quien recibió el premio bianual Javed Husein para jóvenes científicos por sus trabajos en nanoestructuras de carbón.

 

Los académicos del Instituto de Biotecnología fueron galardonados con el premio Carlos J. Finlay que se otorga cada dos años a las contribuciones más sobresalientes en el campo de la microbiología. En esta ocasión, el reconocimiento estuvo motivado por la destaca labor de los investigadores universitarios en el estudio del rotavirus que produce las infecciones gastrointestinales, una de las principales causas de muerte en menores de edad.

 

A este respecto, Arias Ortiz indicó que las enfermedades gastrointestinales son la tercer causa de muerte infantil en todo el mundo y produce alrededor de cinco millones de decesos al año. De éstos, un millón es ocasionado por el rotavirus.

 

En la actualidad, agregó, gracias a las medidas adoptadas por las autoridades sanitarias mexicanas a principios de la década de los 90, con motivo de la aparición del cólera en Latinoamérica, la cifra de muertes por ese tipo de infecciones se redujo de 25 mil a cinco mil anuales.

 

Por su parte, Baltasar Mena Iniesta fue galardonado con el Premio Ciencia de la UNESCO 2001, que se entrega cada dos años en reconocimiento a las contribuciones más destacadas al desarrollo tecnológico en países miembros del organismo internacional. Las investigaciones de Mena Iniesta llevaron a la construcción del silo hexagonal para el almacenamiento de granos, dispositivo que permite reducir prácticamente a cero las pérdidas generadas por un mal manejo con posterioridad a su cosecha.

 

 

- o0o -

Pies de fotos

 

Carlos Arias Ortiz y Susana López Charretón, del Instituto de Biotecnología, con Baltasar Mena Iniesta, del Instituto de Investigaciones en Materiales.

 

Susana López Charretón y Baltasar Mena Iniesta, investigadores universitarios premiados por la UNESCO.

 

Carlos Federico Arias Ortiz, secretario académico del Instituto de Biotecnología, miembro del equipo ganador del premio Carlos J.  Finlay que otorga la UNESCO.

 

Carlos Arias Ortiz, Susana López Charretón y Baltasar Mena Iniesta, científicos universitarios galardonados por la UNESCO.