Boletín UNAM-DGCS-1017
Pies de Fotos al Final del Boletín
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Bernardo Ávalos Casillas, subcoordinador
presidencial para la alianza ciudadana, señaló lo anterior al clausurar el
seminario Realidad y perspectivas de la investigación sobre economía y el
tercer sector en México
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La sociedad civil es diferente tanto del
Estado como del mercado, subrayó el funcionario
La capacidad de la sociedad
civil para procesar las complejidades de las sociedades modernas depende del
carácter universal de su espacio y la posibilidad de preservar las
diferencias, afirmó Bernardo Ávalos
Casillas, subcoordinador presidencial para la alianza ciudadana, al participar
en la clausura del Seminario Realidad y
perspectivas de la investigación sobre economía y el tercer sector en México,
organizado por el Instituto de Investigaciones Económicas (IIEc) de la UNAM, y
el Centro Mexicano para la Filantropía (CEMEFI).
El funcionario gubernamental
sostuvo que en la actualidad el concepto de sociedad civil se recupera y
enriquece, ya que no sólo se diferencia del Estado, sino que además se le
distingue del mercado.
Se trata, subrayó, de un
concepto universal, característica de la cual derivan sus virtudes de
tolerancia y su esplendor democrático y participativo.
Acompañado por la directora
del IIEC, Alicia Girón González; la secretaria académica de la dependencia,
Irma Manrique Campos; y la vicepresidenta del CEMEFI, Jaqueline Butcher
García-Colín, Ávalos Casillas aseguró que la sociedad civil puede ser un ámbito
de alteridad e igualación social dentro de la diversidad.
No se trata, explicó, de
atraer lo diverso para subsumirlo en una unidad, sino de configurar ésta sobre
la base de la diversidad, ya que aquélla sólo puede existir en la diferencia.
La igualdad ciudadana, aseguró
Ávalos Casillas, no es un principio básico, ya que la ciudadanía es un complejo
de prácticas, reglas y construcciones sociales que resulta más difícil en
virtud de que la globalización se hace presente de manera cotidiana y convierte
a toda comunidad en sociedad mundial. Esta es, precisó, la dificultad para
definir a la sociedad civil en un mundo global en guerra.
En la última jornada del
seminario se realizaron cinco mesas de trabajo, cuyas conclusiones fueron
presentadas por Irma Manrique y Jaqueline Butcher. Entre los resultados de este
encuentro destacaron la necesidad de construir un nuevo concepto de sociedad
civil, asegurarle a sus organizaciones la sustentabilidad, ampliar la
influencia de este sector en el proceso democrático y definir mecanismos que
fomenten su contribución en el combate a la pobreza.
Durante la mañana se realizó
el panel dedicado a los retos de la investigación para el tercer sector en
México, en el cual participaron Cuauhtémoc Valdéz Olmedo, de la Fundación
Mexicana para la Salud (FUNSALUD); Rubén Aguilar Valenzuela, presidente del
Patronato de Superación Humana y Social; y Luis Aguilar Villanueva, académico
de la Universidad Autónoma Metropolitana, unidad Xochimilco.
En su intervención, Valdéz
Olmedo expuso que en los últimos años se ha registrado un número creciente de
individuos interesados e instituciones involucradas en comprender mejor el
papel del tercer sector en el desarrollo nacional, lo cual supone retos
temáticos en las investigaciones sobre la materia, respecto a los cuales se
necesita lograr que el conocimiento disponible se extienda más allá de los
ámbitos académicos para que puedan desarrollar una mejor labor.
En general, apuntó, se considera
que las entidades pertenecientes a este sector son más confiables que las
correspondientes a la esfera gubernamental y esta credibilidad social es lo que
el tercer sector debe acrecentar en la sociedad, manifestó.
En cuanto a los retos
metodológicos, dijo que es necesario tener en cuenta que se trata de un
fenómeno social reciente cuyo significado está en proceso de precisarse. Como
objeto de estudio, el tercer sector es una entidad numerosa que puede llevar a
sesgos en la manera de observarla, indicó.
La objetividad en el conocimiento del
papel de las organizaciones sociales que conforman este sector en nuestro país,
requiere reunir la mayor cantidad posible de información, razón por la cual
estas entidades tienen la responsabilidad de hacer llegar ésta a las
instituciones interesadas en su estudio, como las de educación superior.
El representante de FUNSALUD
advirtió que frecuentemente se corre el riesgo de poner más énfasis en los
problemas sociales en los cuales se involucra el tercer sector, que en conocer
el desempeño de éste. En este sentido, sostuvo que debe buscarse la congruencia
entre el cometido social de los organismos de la sociedad civil, por un lado, y
la respuesta que le dan en el desempeño de sus funciones, por el otro, y
mencionó como ejemplo las aportaciones al desarrollo nacional en sus diversas
esferas, o bien su participación en el diseño de las políticas públicas.
Por su parte, Rubén Aguilar
Valenzuela expresó que ante el nuevo entorno político mexicano, los organismos
del tercer sector deben reconceptualizarse a sí mismos y hallar nuevas formas
de relacionarse con el gobierno, la cual no fue fácil mientras en éste
predominó la lógica corporativista.
A su vez, Luis Aguilar
Villanueva señaló que debe superarse la visión estatista predominante en el
pensamiento social, para dejar atrás la idea según la cual la sociedad sólo es
fuente de problemas y el Estado es el único capaz de resolverlos. La nueva
realidad política mexicana hace necesario volver la mirada hacia otros poderes
públicos más allá del presidente de la República, como el Poder Legislativo,
cuya lentitud e incapacidad de generar acuerdos son motivo de preocupación.
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Pies de fotos
La sociedad civil
es un espacio de alteridad y reconocimiento de las diferencias, manifestó
Bernardo Ávalos Casillas, subcoordinador presidencial para la alianza
ciudadana.
Bernardo Ávalos
Casillas, Alicia Girón González y Jaqueline Butcher García-Colín, durante la
clausura del seminario organizado por el IIEc y el CEMEFI.