09:00 hrs. Enero 9 de 2001


Boletín UNAM-DGCS-017

 

SÓLO 18 POR CIENTO DE LOS ANCIANOS MEXICANOS RECIBEN PENSIÓN

 

 

·        El monto de las pensiones va de 1 a 1.5 salarios mínimos, en promedio

·        En el país, la población mayor de 65 años pasará de 4.8 millones a 32 millones de personas para el 2050

·        Los problemas de atención médica, vivienda y empleo de la población mayor tienden a agravarse, advirtió Raúl Benítez Zenteno, Investigador Emérito de la UNAM

 

 

 

En México la población mayor de 65 años asciende a 4.8 millones de personas, cifra que crecerá a 32 millones en el año 2050, de acuerdo con las proyecciones del Consejo Nacional de Población (Conapo).

 

El monto de la población anciana en México se ha ido transformando en razón de dos factores, señaló en entrevista Raúl Benítez Zenteno, Investigador Emérito del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM, "por una parte -explicó- se debe a la disminución de la fecundidad a partir de 1970 y por otra al aumento de la esperanza de vida de la población desde 1930.

 

Estos dos factores, en término de su transformación, determinan el  cambio en nuestro país, que corresponde a lo que se llama, en todo el mundo, la transición demográfica moderna".

 

En 1930 el porcentaje de población de la tercera edad representó el 2.6 por ciento del total en México; para 1995, fue de 4.4 por ciento, y para el año 2000, fue de 5 por ciento, con 4.8 millones de habitantes.

 

Las proyecciones oficiales del Consejo Nacional de Población (Conapo) señalan que para el año 2050 la población anciana representará el 24.6 por ciento del total de total de mexicanos, con 32 millones de personas mayores de 65 años.

 

"Sin duda, este será uno de los problemas nacionales más importantes, sobre todo en las condiciones actuales de vida que tiene la mayoría de la población, que es de pobreza", estimó el Investigador Emérito.

 

Actualmente, indicó, el 18 por ciento de los ancianos recibe una pensión. El 96 por ciento de las pensiones que se cobran en el IMSS son de un salario mínimo mensual, mientras que en el ISSSTE son de 1.5 salarios mínimos.

 

"La situación no es nada prometedora -consideró el universitario-. Actualmente, el 41 por ciento de la Población Económicamente Activa (PEA) está asegurada y podría llegar a recibir una pensión en su vejez, sin embargo, las estimaciones señalan que para el año 2050 el porcentaje de población,  que estará asegurada, no será mayor al 44 por ciento, por lo tanto el 56 por ciento restante no tendrá posibilidad de recibir una pensión en edad avanzada".

 

"Los cambios en la estructura de los pensionados son muy difíciles de lograr, en la medida en que la relación entre población activa y población total no se transforma de manera radical; la crisis actual significa un problema ocupacional bastante severo", añadió.

 

"Si bien ahora hay un aumento importante en la población en edad activa, la edad menor de 15 años va a tener un descenso cada vez mayor, es decir, la población joven disminuirá hasta llegar a que la población mayor de 50 años sea la que predomine", explicó.

 

 

El Sistema de Seguridad Social y las pensiones

 

El problema  más difícil de resolver es el del monto de las pensiones con  respecto  al salario mínimo -estimó el también Maestro en Demografía, Raúl Benítez-.  "Para  el  año  2050,  mientras  que más de la mitad  de  la  población  no  estará  incorporada  a  un  sistema  de seguridad social, las personas aseguradas recibirán, seguramente, pensiones de bajo monto, pues la privatización de las pensiones no parece ser la solución más adecuada mientras se siga manteniendo el monto con respecto a un salario mínimo tan bajo".

 

Los ancianos y la familia

 

"Uno de los aspectos más importantes en la consideración de la población mayor en la sociedad es la ubicación que tienen dentro de su propia familia", comentó el Emérito universitario.

 

"El anciano que no aporta recursos económicos pierde su papel de jefe de familia, no se le considera en ningún aspecto, se le hace a un lado y hasta se le considera una carga familiar".

 

"Es difícil corregir este problema de orden ético, moral, en la medida que la población no tenga recursos para darle la atención adecuada a sus familiares ancianos".

 

Los ancianos y la sociedad

 

Otro aspecto importante en la atención de este problema es el de conocer y reconocer las transformaciones demográficas en nuestro país, señaló Benítez Zenteno. "México, en los próximos años, será una nación con mayor número de ancianos y menos jóvenes".

 

"En términos de condiciones físicas se puede ser productivo hasta en las edades en fases terminales, el problema de la productividad no está determinado por la capacidad de las personas, sino por el sistema de mercado que ha eliminado en mayor proporción a la población anciana, a quién se le desplaza, pues las nociones neoliberales y la globalización imponen pautas donde las condiciones de vida de la población no son tomadas en cuenta", señaló.

 

Perspectivas

 

"El crecimiento demográfico es sólo uno de los elementos del camino complejo hacia el desarrollo socioeconómico, y  se  busca que los países integren en sus programas de gobierno los factores poblacionales".

 

"Sin embargo, en México, después de 25 años de la creación del Consejo Nacional de Población, los programas respectivos han tenido éxito relativo. Por un lado, se logró el control de la natalidad y aumentó la esperanza de vida de la población y, por otro, los avances en el bienestar del conjunto de la sociedad se han estancado y han ido en retroceso", consideró el investigador.

 

"Aunque se diga que se va a dar atención a los problemas sociales, no parece ser que la orientación del nuevo gobierno sea la de terminar con este problema; se trata de una situación compleja que requiere de un  estudio y conocimiento, de políticas adecuadas y de inversión", concluyó.

 

 

 

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