9:00 hrs. Noviembre 18 de 2000


Boletín UNAM-DGCS-775

MÉXICO CARECE DE UNA POLÍTICA MIGRATORIA REAL: GENOVEVA ROLDÁN

 

 

·        En el VIII Foro Nacional de Política Exterior, la investigadora del IIEc aseguró que los criterios políticos del gobierno en esta materia no tienen credibilidad

·        Sostuvo que las acciones migratorias mexicanas están enfocadas solo a afianzar las relaciones con Estados Unidos

 

 

El gobierno mexicano no aplica la política migratoria que establecen los preceptos constitucionales y que la realidad exige, aseguró Genoveva Roldán Dávila, del Instituto de Investigaciones Económicas (IIEc) de la UNAM, al señalar que los criterios legales y políticos con los cuales se conduce esta problemática no tienen credibilidad ni aceptación por parte de la sociedad civil, principalmente entre los migrantes.

 

El país, explicó la investigadora, sostiene una política migratoria tímida y con una clara disposición a encontrar los mecanismos que mantengan las buenas relaciones con Estados Unidos, aún cuando nuestros compatriotas resienten cada vez con mayor fuerza la política antimigrante del vecino del norte, la cual está impregnada de elementos genofóbicos y racistas.

 

A su vez, Luis Alberto de la Garza y Luis González Souza, profesores de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS), se pronunciaron por el establecimiento de una política exterior nacionalista y no alineada a los intereses estadounidenses. El país no debe continuar sometido a la explotación económica, la desigualdad social y el autoritarismo de Estados Unidos, subrayaron.

 

Para México, señaló González Souza, la globalización no tiene un significado multilateral que evoque su autonomía con visión estratégica, sino una magnificación de su relación bilateral y un abuso de las políticas y el poder estadounidense.

 

En ese contexto, Roldán Dávila indicó que la política exterior de México es señalada constantemente por diversas voces civiles como pasiva frente a Estados Unidos, en especial en el tema migratorio. Se han subrayado las violaciones a los derechos laborales y la abierta vulnerabilidad de los trabajadores migrantes, quienes hoy, como nunca antes, merecen una nueva política migratoria.

 

En el marco del VIII Foro Nacional de Política Exterior que realizó la Coordinación de Relaciones Internacionales de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, Roldán Dávila comentó que tan sólo en lo que va del año han muerto 380 mexicanos en su intento por cruzar la frontera de Estados Unidos, cifra que rebasó ya los 325 decesos ocurridos durante 1999.

 

La también ex colaboradora de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) dijo que el 75 por ciento de estas muertes ocurrieron en territorio estadounidense y el 25 por ciento restante del lado mexicano. Los emigrantes, indicó, fallecieron ahogados, deshidratados, agotamiento, inanición y de hipotermia.

 

En ese sentido afirmó la economista universitaria que desde 1996 la CNDH no ha dado seguimiento a esta problemática, lo que revela los bajos niveles de atención que tiene el tema de la migración en cuanto a derechos humanos, laborales y, fundamentalmente, el derecho a la vida.

 

El fenómeno migratorio, agregó, hoy demanda la construcción de una nación soberana e independiente. Ese es el reto y la realidad a la que nos está enfrentando el país más poderoso del planeta.

 

El Tratado de Libre Comercio con América del Norte es una relación  que deja mucho que desear en términos de beneficios económicos, sociales y políticos para nuestro país, porque  hemos sacrificado  constantemente lo que podría ser una política migratoria soberana e independiente.

 

Así, en la década de los noventa, el gobierno mexicano impulsó una visión integral en el tratamiento del fenómeno migratorio, planteada en la Declaración Presidencial Conjunta sobre Migración, y estableció, además, la Conferencia Regional sobre Migración.

 

Bajo esta perspectiva, agregó Roldán Dávila, la Comisión Binacional México-Estados Unidos celebró seis reuniones en las que el tema más apremiante fue el migratorio. De tal manera que se suscribieron documentos para la capacitación e intercambio de información entre las autoridades migratorias de ambos países.

 

Sin embargo, subrayó, en los balances oficiales nada se habló de hechos tan graves como los que en el mes de abril se suscitaron en la frontera norte, donde rancheros de Arizona y California empezaron a “cazar” a trabajadores migratorios mexicanos argumentando la protección de sus propiedades y la defensa su soberanía, pero en realidad alentados por sus actitudes xenofóbicas.

 

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