14:30 hrs. Noviembre 10 de 2000
Boletín
UNAM-DGCS-747
INSUFICIENTE LA POLITICA SOCIAL PARA COMBATIR LA POBREZA EN MEXICO
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Según la CEPAL entre 1996 y 1998, en nuestro
país, se redujo la pobreza de 43 a 38 por ciento de la población total, dice
Vicente Solano, de la Sedesol
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De acuerdo con el ritmo de crecimiento de la
economía, necesitaremos 30 ó 40 años para dejar de ser un país con pobreza
extrema, Rolando Cordera, de la UNAM
Al participar en la videoconferencia Superación de la pobreza y desarrollo con equidad, transmitida
desde la Facultad de Economía (FE) de la UNAM a las universidades Benemérita
Autónoma de Puebla, Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, y de Occidente (Los
Mochis, Sinaloa); así como a Guanajuato y a diversas sedes de Petróleos
Mexicanos, el funcionario habló de los logros obtenidos en desarrollo social en
los últimos años.
Asimismo, de acuerdo con la CEPAL, entre 1996 y 1998, la pobreza en
nuestro país se redujo de 43 a 38 por ciento de la población total; en tanto
que la pobreza extrema disminuyó de 21 a 19 por ciento en el mismo periodo.
Solano reconoció que junto con el avance que se dio en materia de
desarrollo social hay retos que obligan tener un crecimiento económico
sostenido en el largo plazo, que genere empleos y suficientes fuentes de
ingreso.
Apuntó que también se requiere ampliar los recursos y la cobertura de
los programas sociales y lograr un acuerdo nacional que, en el mediano y largo
plazos, establezca los vínculos entre la economía y la política social, para
superar la pobreza y corregir las desigualdades.
Insistió que cuando la economía creció al siete por ciento anual,
“reducimos la pobreza en dos puntos porcentuales. Es decir, si queremos ser un
país que no tenga pobres extremos tenemos que esperar 30 ó 40 años”.
Rolando Cordera comentó que parece haber una especie de capa de piedra
que evita que el crecimiento económico se disemine rápido y beneficie a los más
desfavorecidos por la época de crisis. En la actualidad México ocupa el quinto
lugar de desigualdad en América Latina. Porque América no es el continente más
pobre pero sí el más desigual del mundo
Por su parte Leonardo Lomelí, profesor de la FE, reconoció que en
México una de las principales características que nos han acompañado desde
nuestro nacimiento económico a la vida independiente ha sido la desigualdad.
“Es alarmante llegar al siglo XXI con tantas desigualdades”.
Estableció que uno de los problemas más graves que enfrenta nuestro
país es la coexistencia de un México moderno y desarrollado, de primer mundo,
con otro muy atrasado que no sólo está presente en las comunidades rurales más
aisladas sino también en las grandes ciudades.
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