Boletin: UNAM-2000/590
Lugar: Ciudad Universitaria
Fecha: Sábado, 23 de Septiembre de 2000
LA OBESIDAD, ENFERMEDAD
INCURABLE PERO CONTROLABLE
Un estudio realizado en las
principales ciudades del país reveló que alrededor del 25 por ciento de mujeres
adultas del medio urbano padece obesidad, mientras que en los hombres es del 15
por ciento, pero día a día estas cifras van en aumento, razón por la cual la
obesidad es considerada como un problema de salud pública.
En respuesta a este problema,
fue creada la Norma Oficial Mexicana para el manejo de la obesidad
NOM-174-SSAI-1998, publicada en el Diario Oficial de la Federación, el 12 de
abril del presente año, la cual establece los lineamientos sanitarios a fin de
regular la atención integral de esta enfermedad.
Las personas con este problema
oscilan entre los 30 y 60 años de edad, generalmente son de las clases obrera y
media urbana, ya que los estratos extremadamente altos y bajos no padecen
obesidad, señaló en entrevista, el doctor Héctor Bourges Rodríguez, catedrático
e investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México y director de
Nutrición del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición "Salvador
Zubirán".
Bourges Rodríguez puntualizó
que se calcula que, de la población obesa nacional, el 65 por ciento son
mujeres mientras que el 35 por ciento restante son hombres.
La obesidad es una enfermedad
incurable, pero controlable -apuntó el especialista-, aunque es evidente que
entre el 90 y 95 por ciento de la atención que se le brinda a los obesos en la
mayoría de las clínicas es charlatanería y, en muchas de ellas, los
tratamientos ponen en peligro la vida del paciente, debido a la mala
utilización de los medicamentos.
La Norma Oficial señala
también las disposiciones a seguir por los diferentes profesionales de la salud
para los tratamientos médico, farmacológico, quirúrgico y nutricional de los
pacientes, además hace referencia de las medidas preventivas que se deben
observar y a las reglas que debe seguir la publicidad.
Además, es aplicable en todo
el país y sus disposiciones son obligatorias para los profesionales, técnicos y
auxiliares de las disciplinas, así como en los establecimientos de los sectores
público, social y privado que ostenten y ofrezcan servicios para la atención de
la obesidad, el control y reducción de peso.
La obesidad se define como una
enfermedad crónica caracterizada por el almacenamiento excesivo de tejido
adiposo en el organismo, acompañado de alteraciones metabólicas y ocasiona
hipertensión arterial, enfermedad cardiovascular, dislipidemias, diabetes tipo
II, apnea de sueño, síndrome de hipoventilación, osteoartritis, infertilidad,
así como hipertensión intracraneal idiopática, enfermedad venosa de miembros
inferiores, reflujo gastroesofágico e incontinencia urinaria de esfuerzo.
La Norma Oficial establece en
sus disposiciones generales que "todo tratamiento deberá instalarse previa
evaluación del estado de nutrición... y todas las acciones terapéuticas se
deberán apoyar en medidas psicoconductuales y nutriológicas para modificar
conductas alimentarias nocivas a la salud, asimismo se deberá instalar un
programa de actividad física de acuerdo con la condición clínica de cada
paciente. El médico será el único profesional facultado para la prescripción de
medicamentos y deberán contar con registro que al efecto emita la Secretaría de
Salud".
Héctor Bourges afirmó que la
obesidad no es una enfermedad curable con medicamentos, sino tratable mediante
la modificación de la conducta alimentaria, "en muchos casos no sólo el
paciente abusa de ellos, sino incluso el propio médico".
El tratamiento de la obesidad
es difícil, debido a que no se conocen las causas particulares, por lo que es
necesario concentrarse en bajar de peso a la persona, analizando y detallando
sus hábitos alimenticios.
"La persona obesa, por un
lado, tiene prisa en reducir su peso, pero no está dispuesta a trabajar para
ello, por lo que acepta cualquier cosa que le propongan, por tonta o loca que
sea, ejemplo de esto es la enorme mayoría de productos que aparecen en la
televisión, como las cremas, tés y masajes, entre otros, que resultan
atractivos y calman la ansiedad del obeso, pero no ofrecen ningún beneficio
real", afirmó.
Ante esto, la Norma Oficial
Mexicana establece que la publicidad no deberá anunciar la cura definitiva de
la obesidad, no promoverá la utilización de medicamentos secretos y/o
fraccionados, no fomentará el uso de anorexígenos, diuréticos, extractos
tiroideos, fajas de yeso, así como inyeccionesde enzimas y aminoácidos
lipolíticos.
Héctor Bourges señaló que las
operaciones quirúrgicas se deben utilizar sólo en casos extremos y de manera
temporal, a lo que la Norma Oficial Mexicana para el manejo integral de la
obesidad detalla que la indicación de tratamiento quirúrgico deberá ser
resultado de la decisión de un equipo de salud multidisciplinario, conformado
en su caso por cirujano, anestesiólogo, nutriólogo, endocrinólogo, cardiólogo y
psicólogo.
Además de que el médico
cirujano tendrá la obligación de informarle al paciente respecto los
procedimientos quirúrgicos a realizar, sus ventajas y desventajas, y éste a su
vez deberá firmar una carta de consentimiento una vez informado de lo anterior.
La vigilancia de la aplicación
de esta Norma corresponde a la Secretaría de Salud y a los gobiernos de las
entidades federativas en sus respectivos ámbitos de competencia.
De acuerdo con la tendencia
actual, es probable que la obesidad siga en aumento en nuestro país -puntualizó
Héctor Bourges-, "la preocupación es qué tanto más va a seguir
incrementándose", concluyó.
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