Boletin: UNAM-2000/211
Lugar: Ciudad Universitaria
Fecha: Jueves, 04 de Mayo de 2000
LA TRANSFORMACIÓN DE LA UNAM,
FUNDAMENTAL PARA ESTAR ACORDE A LAS NECESIDADES DEL MÉXICO ACTUAL
El rector Juan Ramón de la
Fuente afirmó que es ineludible el proceso de transformación y reformas de la
Universidad Nacional Autónoma de México,por lo que se llevarán a cabo las
medidas necesarias para lograrlo.
La Universidad Nacional,
recalcó, debe adecuarse a las necesidades de un México diferente y cambiante,
en el que juega un papel fundamental.
Planteó que hoy, más que nunca
en su historia moderna, la UNAM requiere del compromiso, convicción y esfuerzo
de toda la comunidad universitaria para poder sacarla adelante, transformarla,
darle vigencia y vitalidad por muchos años más.
Juan Ramón de la Fuente habló
minutos después de que la directora saliente del Instituto de Investigaciones
Filosóficas, Olga Elizabeth Hansberg, rindiera su último Informe de labores,
para seguir desempeñándose como coordinadora de Humanidades de esta casa de
estudios.
El rector de la UNAM se
pronunció por una Universidad más académica, más rigurosa en todos los ámbitos
de sus actividades, “que nunca le cierre la puerta a alguien por razones
económicas y, menos aun, por razones ideológicas”.
Pero, aclaró, deberá exigir a
todos y cada uno de los miembros de su comunidad los rendimientos académicos
necesarios para que en realidad pueda servir al país y cumplir con la verdadera
función que le toca por ser la máxima casa de estudios.
Frente a profesores eméritos,
investigadores y estudiantes, el rector de la UNAM se manifestó por una
Universidad con mayor democracia, donde se abran más y mejores espacios para la
participación de académicos y de estudiantes en la toma de decisiones.
Sin embargo, aclaró que no se
trata de una Universidad populista, pues así se vuelve incompatible con la
institución académica que se necesita. La Universidad democrática, argumentó,
se puede alcanzar mediante la transformación del marco jurídico, lo que permitirá
que se fortalezca la academia.
Juan Ramón de la Fuente
subrayó que la transformación también incluirá la estructura administrativa de
la UNAM, con la reducción del aparato burocrático, la descentralización de las
funciones de la institución, para que el trabajo cotidiano logre ser más
eficiente, sin que ello signifique desarticular al conjunto de dependencias que
la conforman.
Mediante esta transformación y
mayor independencia administrativa, añadió el rector, se podrá exigir mayor
transparencia en el uso y el destino de los recursos económicos.
El rector Juan Ramón de la
Fuente destacó que aun frente a situaciones que aparenten ser obstáculos
insalvables, “si realmente somos capaces de dejar a un lado otro tipo de
intereses, incluso aquellos que puedan ser legítimos, pero que en este momento
interfieran con los de la Universidad, estoy cierto que en el curso de los
próximos meses vamos a poder devolverle a la Universidad lo que perdió y,
además, darle nuevas y mejores perspectivas”.
Parafraseó a la doctora
Hansberg: “destruir es fácil, construir es sumamente complicado”. Por ello,
expresó que se debe “transformar a la Universidad construyendo, no
destruyendo”.
Pidió a los filósofos
presentes y a la comunidad universitaria en general el máximo esfuerzo,
concentración y talento para poder lograr la transformación idónea de la
institución. La Universidad, debe recuperar lo que perdió con el conflicto y,
al mismo tiempo, iniciar el profundo proceso de transformación que requiere,
puntualizó.
En su mensaje, el rector
explicó que el Instituto de Investigaciones Filosóficas juega un papel
fundamental en el proceso de reforma, independientemente de su trabajo
académico. Por eso, dijo, es indispensable continuar con su proyecto de
Universidad construyéndolo de manera conjunta.
Juan Ramón de la Fuente
recordó que el conflicto en la UNAM ha generado altos costos en algunos
aspectos, pero en otros han podido subsanarse gracias al trabajo que realizaron
fundamentalmente los académicos y, en muchos casos, también los estudiantes,
con el apoyo de algunos trabajadores administrativos.
Confió en que todos los daños
que se ocasionaron con el paro estudiantil podrán resarcirse. “Este es el gran
compromiso que deben asumir todos los universitarios: hacer el mayor esfuerzo
por tratar, no de negar ni de minimizar la magnitud de esos daños, pues a mi
juicio sería un error histórico,sino plantearlos y dimensionarlos en forma adecuada
para que nunca más la Universidad tenga que atravesar por una noche tan
atribulada y tan costosa como la reciente”.
Por ello, exhortó a la
comunidad universitaria a que, en el curso de este proceso de cambio y de
transformación, continúen con su participación mediante la aportación, con
plena libertad y responsabilidad, de sus puntos de vista y planteamientos.
FILOSOFICAS SE SOBREPUSO AL
PARO: HANSBERG
Durante la presentación de su
Informe de labores 1993-2000, Olga Elizabeth Hansberg, se refirió al conflicto
universitario. Dijo que el Instituto logró sostener sus principales líneas de
investigación y proseguir con la mayoría de sus actividades docentes, sobre
todo en sus posgrados.
La hoy coordinadora de
Humanidades, Olga Elizabeth Hansberg refirió que todos los universitarios
tienen una clara conciencia de la necesidad de hacer cambios en la estructura
universitaria que impidan la repetición de una situación como es el paro.
Sostuvo que la Universidad
tiene que transformarse para lograr la excelencia académica sin poner en
peligro su función de vocación social. “Tenemos que modificar nuestras formas
de organización, y lograr que el principio de autoridad no se confunda con el
autoritarismo y que el principio de democracia no se confunda con el
asambleismo que tanto daño ha ocasionado”.
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