Boletín:          UNAM-2000/006      

Lugar: Ciudad Universitaria

Fecha: Martes, 04 de Enero de 2000

 

RESOLVER EL CONFLICTO y REFORMAR A LA UNAM, LAS DOS PRIORIDADES: JUAN RAMON DE LA FUENTE

 

 

Al reunirse hoy con integrantes de la Facultad de Filosofía y Letras (FFyL), el rector Juan Ramón de la Fuente manifestó que los retos que enfrenta la UNAM son verdaderamente grandes y complicados, por lo que es importante hacer las transformaciones y los cambios que la Universidad "requiere para que pueda seguir cumpliendo con esa función social que es la de la razón".

 

Con la reunión de esta mañana, en el auditorio del Colegio de Ingenieros Civiles, suman más de 70 encuentros del rector De la Fuente con integrantes de las diversas escuelas, facultades y centros e institutos universitarios, en los que ha recibido más de 700 propuestas encaminadas a poner fin al conflicto y para reformar a la máxima casa de estudios.

 

Al referirse al paro estudiantil, el Rector señaló: "Hay qué decirlo y reconocerlo, no con un fatalismo ni con una perspectiva pesimista, pero sí con objetividad y responsabilidad, que éste ha sido un proceso muy costoso para la Universidad y precisamente por ello debemos tener una conciencia clara de la grave responsabilidad que pesa sobre nuestros hombres".

 

Al referirse a los retos verdaderamente grandes y complicados, De la Fuente dijo que de lo que se trata ahora es de resolver un conflicto que nos tiene entrampados desde hace muchos meses, pero se trata también, sobre todo, de hacer las transformaciones y los cambios que la Universidad requiere.

 

Reiteró que si a lo largo de ocho meses el conflicto puso en evidencia que hay problemas añejos que no se han podido resolver y que ahora hay problemas nuevos para los cuales tampoco se está idóneamente preparados para resolver, "en buena hora aparece la oportunidad de hacer la gran transformación que la Universidad requiere".

 

Debemos señalar con claridad, expresó el Rector, que esa transformación tiene que manejarse por lo menos en dos ejes fundamentales que no podemos perder de vista y "que yo he tratado de expresar con la mayor claridad de que soy capaz, en todas y cada una de mis diversas reuniones con la comunidad universitaria: Por un lado, está el marco jurídico vigente, el cual también podemos cambiar si así lo acordamos. Pero mientras no lo cambiemos tenemos que observarlo, inclusive para poder instrumentar los mismos cambios que vayamos proponiendo en el camino. Si no tenemos un orden jurídico claro, vigente y respetado, no podemos pensar en la transformación de la Universidad".

 

El otro eje, agregó De la Fuente, tiene que ver con su vida académica. Afortunadamente aquí, al igual que en todos los encuentros con la comunidad, muchos académicos y también algunos alumnos han expresado que en torno a lo académico debe darse la reforma.

 

"Qué bueno que podamos tener conciencia clara de que lo más importante en esa transformación, en esa reforma universitaria, tiene forzosamente que ser el fortalecimiento de nuestra vida académica, porque si perdemos nuestra fortaleza académica, la Universidad lo pierde todo: prestigio, autoridad, capacidad de cumplir con las expectativas sociales, posibilidades de gestionar o exigir mayores recursos. En la medida en que nuestra fortaleza académica sea el eje central de la reforma, podemos discutirlo todo, podemos inclusive, si queremos, modificarlo en los términos en los que nos parezca más adecuado hacerlo, pero siempre subordinados al valor supremo y a la característica más específica y más fundamental de nuestra institución que es su naturaleza académica", declaró el Rector luego de escuchar la participación de profesores y alumnos de la FFyL.

 

Dijo también que es necesaria la reforma no sólo para resolver el problema actual, sino para poder atender lo que son los múltiples pliegos petitorios que han surgido durante sus reuniones con todas y cada una de las dependencias universitarias. En total, reiteró, más de 70 encuentros como éste y más de 700 propuestas recibidas de un importante número de profesores y alumnos.

 

Así, manifestó De la Fuente, vamos a elaborar una propuesta de consenso que incluya a todos, absolutamente a todos, sin excepción, hasta donde sea posible y para ello "necesitaremos, ciertamente como lo hemos hecho, atender las demandas del Consejo General de Huelga (CGH) y también atender otros puntos de vista que han sido expresados a lo largo de estos encuentros por profesores y por estudiantes que tienen preocupaciones adicionales a las que ha presentado el propio CGH".

 

Obviamente, abundó, los puntos del pliego petitorio del CGH tienen que tener una salida razonable y satisfactoria para poder entrar de lleno a la reforma. "Yo les reitero que seguiré haciendo lo que esté a mi alcance para que podamos ir encontrando esos acuerdos con los delegados del CGH, como creo honradamente que he podido mostrarlo en los hechos durante estas últimas semanas, pero también les debo decir que seguiré hablando con otros grupos de la Universidad.

 

El diálogo no puede ser algo exclusivamente que se dé entre dos partes en una comunidad tan amplia y plural como es la de nuestra Universidad. Procuré, dijo, darle a cada quien su espacio, su lugar y construir ese amplio consenso del que aquí también se ha hablado.

 

Por otra parte, varios profesores de la FFyL se pronunciaron por la necesidad de resolver lo antes posible el conflicto en la UNAM, así como por que se agoten todos los esfuerzos para encontrar una salida negociada y que la solución sea con base en el consenso y en una mayor participación de los académicos en el diálogo.

 

El maestro Luis Villoro se pronunció porque la resolución del conflicto tuviera dos características fundamentales: que tenga como base el consenso y la unión de toda la comunidad universitaria y una resolución lo más pronta posible. "Me pernito sugerir una acción que se pudiera estudiar en tres pasos: recoger en un breve comunicado las propuestas que el Rector ha hecho y que tienen el consenso de la gran mayoría de la comunidad; una gran movilización universitaria que pudiera crear un consenso general y el tercer paso, dependería justamente de la negociación: Si el CGH acepta tomar Como base este documento para la negociación, ésta sería una salida óptima, pero si no lo hace, me parece que habría las condiciones adecuadas para que, sin perjuicio de la pluralidad de opiniones, hubiera unanimidad para que la comunidad universitaria, libremente y sin presiones de fuera, se organizara para tomar ella misma las instalaciones que son su lugar de trabajo".

 

Me parece, puntualizó Villoro, que si esto sucediera, no podría en modo alguno reprocharse a ningún universitario actos de provocación, puesto que estarían en su pleno derecho, después de un consenso establecido claramente en favor de una solución que tendría la adhesión de la mayoría de la comunidad universitaria y que sería la toma las instalaciones.

 

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