La UNAM obtuvo tres de los seis Reconocimientos al Mérito Estatal de Investigación (REMEI) 2018, que otorga el gobierno del estado de Morelos a través de su Secretaría de Innovación, Ciencia y Tecnología.
Omar Pantoja y Paul Rosas Santiago, del Instituto de Biotecnología (IBt), fueron triunfadores en la subcategoría de Investigación Científica, por contribuir al entendimiento de la interacción de dos proteínas en el proceso de polinización en las plantas con flores.
En tanto, Nicté Yasmín Luna Medina, del Instituto de Energías Renovables (IER), recibió el premio en la subcategoría de Divulgación y Vinculación, por difundir el conocimiento científico sobre energías renovables.
Asimismo, Carla Sahori Seefoó Jarquín, de la misma entidad, fue ganadora en el rubro de Tesis de Investigación en Licenciatura por diseñar, mediante un algoritmo, un sistema eléctrico en favor de la eficiencia energética.
El propósito del REMEI es estimular la investigación científica y tecnológica de calidad, así como la promoción y difusión realizada por científicos, tecnólogos y comunicadores.
Polinización
Aunque el proceso de polinización se ha estudiado desde los años 70, se desconocían algunas interacciones a nivel molecular. Ahora, tras cinco años de investigación, el equipo de Omar Patoja logró identificar dos agentes proteínicos que median el paso de la fertilización: Cornichon (por su forma de pepinillo) y GLRs (siglas de glutamate like receptors).
Estos estudios básicos sobre la germinación del polen ayudan a entender las condiciones específicas que requieren las plantas para reconocer el polen de su misma especie y fecundarse. Además, “en un futuro podríamos llevar a cabo fertilización asistida si algunos agentes polinizadores, como las abejas, dejaran de cumplir esa función”, expuso Paul Rosas.
El amante de las orquídeas y tulipanes resaltó que “gracias a las plantas, que han sustentado a nuestro planeta, podemos sobrevivir como sociedad al valernos de la agricultura. Si conocemos su biología podemos mejorarlas y, al mismo tiempo, comprender el medio ambiente”.
¡Lotería!
Sol, biomasa, carbón, eólica… ¡lotería! Así es como Nicté Yasmín Luna, encargada del área de comunicación del IER, interactúa con público infantil para difundir el conocimiento científico sobre las energías renovables.
Además de desarrollar juegos didácticos y talleres durante las Jornadas de Ciencia, Tecnología e Innovación, o la Fiesta de las Ciencias y Humanidades, la maestra en Filosofía de la Ciencia diseña, con su equipo, prototipos con los que expone el funcionamiento de la tecnología renovable.
Para Luna, que la sociedad se apropie del conocimiento sobre energías limpias es fundamental, pues al formar parte de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible de la ONU, México debe reducir el uso de energías convencionales al 50 por ciento.
“Es mi primer premio por esta tarea y es un honor recibirlo. También es una muestra del reconocimiento a la comunicación de la ciencia como una labor profesional. Ahora los institutos consideran relevante contar con expertos en el área para difundir sus trabajos”, resaltó.
Microrredes sustentables
Carla Sahori descubrió que la pérdida de energía eléctrica en México es alta (14 por ciento) en comparación con otros países, por lo que decidió rediseñar el sistema eléctrico en favor de la eficiencia energética, labor que realizó como su trabajo recepcional de licenciatura.
Como estudiante del IER, y con un algoritmo desarrollado por ella, hizo simulaciones con modelos de microrredes eléctricas (pequeño sistema eléctrico) utilizando datos de consumo real para optimizar la calidad de la energía, y redujo en 6 por ciento la pérdida, al utilizar de 20 a 35 nodos (cada nodo es una casa).
“Me siento emocionada y muy agradecida con mis maestros, con el Instituto y la UNAM. Es un privilegio que reconozcan mi trabajo como algo pertinente para el desarrollo sustentable, con miras a aplicarse en un futuro”.
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