En días pasados, la oficina de la Rectoría recibió una misiva de un grupo de profesores y alumnos universitarios en la que se propone llevar a cabo un esquema de mediación para establecer un “diálogo respetuoso” entre representantes de la UNAM y los ocupantes del auditorio Justo Sierra, que conduzca a la reapertura de ese espacio universitario.
Al respecto, la Universidad Nacional Autónoma de México considera pertinente hacer las siguientes consideraciones:
1.- El auditorio Justo Sierra es un espacio académico y cultural de esta casa de estudios, para el uso y disfrute de los universitarios.
2.- Desde el inicio de su gestión al frente de la Universidad, el rector Enrique Graue se ha pronunciado por la liberación pacífica de ese auditorio, a través del diálogo y del convencimiento razonado de las personas que actualmente lo ocupan de manera irregular.
3.- La oficina de la Rectoría coincide con los autores de la misiva en el sentido de que “ha llegado el momento de escucharnos, reflexionar y construir soluciones colectivas, justas e incluyentes, que beneficien y ejemplifiquen la construcción de la justicia, la paz, el conocimiento en la UNAM y en todo el país”.
4.- Por lo anterior, la Rectoría está de acuerdo con la esencia de la iniciativa de este grupo de universitarios para construir las condiciones y la mediación social adecuadas, que permitan soluciones perdurables.
El documento recibido en esta oficina –y que presumiblemente también fue puesto a consideración de los ocupantes del auditorio– está firmado por los universitarios Mónica E. Acevedo Gallegos, Miguel Concha Malo, Mariflor Aguilar Rivero, Pietro Ameglio Patella y Ambrosio Velasco Gómez.
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