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Boletín UNAM-DGCS-269
Ciudad Universitaria.
06:00 hs. 25 de abril de 2016


Felix Recillas Targa

   

SECUENCIACIÓN DEL ADN PROCESA MATERIAL GENÉTICO EN 30 DÍAS; ANTES, HASTA EN 10 AÑOS

• Este procedimiento es valioso, sobre todo si hay una enfermedad multifactorial, señaló Félix Recillas, del IFC de la UNAM, a propósito del Día del ADN, que se conmemora hoy

Descifrar la estructura del ADN, portador de la información genética (1953), fue un hecho histórico. Significó una transición hacia la biología molecular, pues la determinación del código genético permitió entender el dogma central de la biología: la transcripción de esa información en una molécula mensajera que era traducida en una proteína funcional.

Hoy, la secuenciación del genoma humano, el mayor proyecto de investigación biomédica de la historia (abril de 2003), se hace en tiempos relativamente cortos, y con ello surgió la posibilidad de determinar diferentes tipos de mutaciones. “Es un proceso costoso, pero muy efectivo”, señaló Félix Recillas Targa, del Departamento de Genética Molecular del Instituto de Fisiología Celular (IFC) de la UNAM.

Tomó alrededor de 10 años secuenciar el material genético humano. Ahora ese proceso lleva entre dos semanas y un mes, dados los avances en la materia. Este procedimiento es valioso, sobre todo si hay una enfermedad multifactorial (producto de la combinación de varios elementos ambientales y mutación en diversos genes) o si hubo una terapia y ésta arrojó efectos secundarios.

En ocasión del Día del ADN, que se conmemora hoy, 25 de abril, Recillas –cuya principal área de investigación es la regulación diferencial de la transcripción, la estructura de la cromatina y la regulación epigenética (rasgos que caracterizan a un ser vivo y se configuran en el curso de su desarrollo)– indicó que en el mundo se han secuenciado genomas de distintos tipos celulares y organismos.

Incluso, en el Instituto de Salud de Estados Unidos desarrollan el proyecto Atlas del Genoma del Cáncer, destinado a averiguar qué anomalías contribuyen a la evolución de ese padecimiento.

Ya se concluyeron, comentó, las secuencias del genoma humano, así como los de la rata, el ratón, el pollo, la mosca de la fruta, el nemátodo C. elegans y de ciertos caninos. Para echar mano de esa información sólo basta utilizar las bases de datos, lo que requiere de un experto en bioinformática, pues son muchas las preguntas y experimentos que deben resolverse.

Epigenética

La conclusión del genoma humano generó muchas sorpresas. Por ejemplo: una serie de datos denominada ADN basura, que representa zonas de expresión de otro tipo de genes que no codifican para proteínas, pero que representan elementos regulatorios y estructurales que hacen factible organizar al genoma al interior del núcleo en un conjunto de proteínas y ADN, llamado cromatina.

Pero esa organización no es aleatoria como se creía, pues tiene una organización precisa. Esto es lo que consideramos el tercer parteaguas: la regulación epigenética que modula la actividad de los genes y que responden a la influencia del ambiente, resaltó.

“Esos sistemas que envuelven al ADN son una especie de interruptores moleculares que permiten que un gen se prenda o se apague. Entonces, con el potencial de la secuenciación masiva y el desarrollo de nuevas metodologías se han generado bases de datos y proyectos que pretenden interpretar esos elementos que regulan y permiten o no la expresión de información genética”.

Los expertos en epigenética consideran que las condiciones ambientales y las experiencias de vida de padres, abuelos e incluso bisabuelos pueden, de alguna manera, activar o desactivar interruptores de encendido/apagado, que podrían modificar el código genético de sus descendientes.

Esto ha llevado a esa área del conocimiento a involucrarse en la mayoría de los procesos celulares. Hay muchas enfermedades para las cuales la información genética no ha variado, pues no hay evidencia de mutaciones. Sin embargo, si nuestro sistema de encendido y apagado falla, existen genes que no se expresarían o, por el contrario, lo harían de manera incorrecta.

En los casos de cáncer, el proceso tumoral está constituido por una combinación de defectos genéticos y epigenéticos; por lo tanto, la complejidad de este tipo de enfermedades aumenta, abundó el universitario.

Debido a la diversidad de áreas de estudio involucradas en este ámbito, como el cáncer, inmunología, sistema nervioso, metabolismo y otros síndromes, Recillas planteó la necesidad de contar con un instituto de epigenética en el país.

En cuanto a la efeméride, consideró que la relevancia de esta conmemoración radica en profundizar en la comprensión de los mecanismos epigenéticos relacionados con enfermedades, lo que permitirá hacer una estratificación del riesgo en los pacientes para estar en posibilidad de diseñar e individualizar la mejor estrategia preventiva y terapéutica, con base en el tipo de patología que se reporta o trata.

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En el mundo se han secuenciado genomas de distintos tipos celulares y organismos
Félix Recillas Targa, del Instituto de Fisiología Celular de la UNAM.