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Boletín UNAM-DGCS-168
Ciudad Universitaria.
17:00 hs. 15 de marzo de 2016

 

   

NECESARIO REVISAR LAS MEDIDAS PARA CONTROLAR LA CONTAMINACIÓN ATMOSFÉRICA: CENTRO DE CIENCIAS DE LA ATMÓSFERA DE LA UNAM

• Falta un programa de movilidad a escala mega metropolitana, privilegiando el transporte público seguro y de calidad
• Las políticas públicas sobre calidad del aire deben estar sólidamente respaldadas por conocimiento científico

Las condiciones meteorológicas en el centro del país, no han sido favorables para la dispersión de contaminantes y continuarán así durante las próximas 36 horas. Esto debido a las presencia de un sistema de alta presión que favorece la estabilidad de la atmósfera, vientos débiles y reduce la dispersión vertical de los contaminantes.

El ozono es un producto de las reacciones fotoquímicas entre los compuestos orgánicos volátiles y los óxidos de nitrógeno, ambos emitidos principalmente por fuentes antropogénicas. Los óxidos de nitrógeno son producto de la combustión en motores, plantas de energía y fuentes estacionarias, entre otras. Los compuestos orgánicos volátiles son emitidos en su mayoría por los escapes de los vehículos, la evaporación de gasolina y solventes de uso comercial, industrial y doméstico, de emisiones fugitivas de la industria y de gas L.P. de uso doméstico, y una pequeña fracción puede tener su origen en la vegetación.

Los datos reportados en los últimos tres días por la red automática de monitoreo muestran que el ozono y los óxidos de nitrógeno mantienen un patrón típico de condiciones de producción y acumulación de smog fotoquímico. Adicionalmente, se observan bajas intensidades de viento a nivel superficie, lo cual corrobora la influencia del sistema de alta presión sobre la región.

El fondo real del problema es la expansión urbana desordenada. Afecta no solamente la calidad del aire, también lo hace con las áreas naturales protegidas, cultivos y recursos hídricos, en resumen, la sustentabilidad y viabilidad de la Megalópolis de México. Por lo cual se debe revisar, homologar y reforzar  el ordenamiento territorial en todas las entidades de la Comisión Ambiental de la Megalópolis (CAMe). 

Se debe generar un programa de movilidad a escala mega metropolitana, privilegiando el transporte público seguro y de calidad.

La CAMe debe convertirse en una verdadera y efectiva instancia de coordinación. Los ProAire libremente adoptados por dicha Comisión y sus entidades participantes deberían tener componentes vinculatorios, cuyo incumplimiento debe tener consecuencias.

Todas las políticas públicas sobre calidad del aire deben estar sólidamente respaldadas por conocimiento científico. Estudios recientes sobre el smog fotoquímico en la región indican que uno de los temas prioritarios a investigar es la composición de compuestos orgánicos volátiles en las emisiones y la atmósfera del centro de México.

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