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Boletín UNAM-DGCS-047
Ciudad Universitaria.
11:00 hs. 23 de enero de 2016


Laura Ann Shneidman

   

LOS NIÑOS MAYAS Y LOS ESTADOUNIDENSES APRENDEN DIFERENTE

• Los infantes acostumbrados a recibir información de manera directa asimilan más que quienes sólo observan, expuso en la UNAM Laura Ann Shneidman, del Center for Early Childhood Research de la Universidad de Chicago

¿Hay diferencias en el desarrollo cognitivo de niños indígenas y estadounidenses?, ¿el contexto es importante? Para abordar el asunto, Laura Ann Shneidman, del Center for Early Childhood Research de la Universidad de Chicago, impartió en la UNAM la conferencia La enseñanza y el aprendizaje temprano: evidencia de EU y de comunidades mayas.

Durante una visita a la Universidad Nacional, la especialista explicó que se han hecho esfuerzos concretos en la Unión Americana para lograr la joint attention, es decir, la atención compartida entre padre e hijo. Aquí se le habla directamente al bebé para proveerle información sobre aspectos cruciales, como el nombre de las cosas o el uso de objetos.

Varios investigadores han argumentado que estas child-directed interactions son esenciales para facilitar el aprendizaje temprano, pues ayudan al entendimiento, además de mostrar al infante que es importante al interior de un ambiente cultural.

Un panorama 

Los expertos plantean que los menores aprenden más y mejor con habla dirigida que con simple observación. “La cantidad y calidad de este método predice su vocabulario futuro; no obstante, lo escuchado indirectamente no ayuda”, planteó la conferencista.

Por ejemplo, los pequeños de 18 meses imitan más el uso de un objeto si alguien les enseña a manipularlo, que con la simple observación, aunque su tasa de atención sea la misma en ambas situaciones, dijo en el auditorio Silvia Macotela de la Facultad de Psicología.

Según teorías de especialistas, los beneficios de esta práctica se dan de manera automática y no dependen del contexto. En un argumento alternativo se plantea que los niños acostumbrados a recibir información de manera directa saben que este tipo de interacción es importante.

Mayas y estadounidenses

Al analizar las diferencias entre estadounidenses y mayas, Shneidman estableció que las familias de EU son pequeñas y sus hijos reciben toda la atención paterna, mientras que las de las comunidades indígenas (consideró tres ubicadas en la península de Yucatán, cada una con menos de 600 habitantes) son grandes, los progenitores tienen escolaridad baja, todos se encargan de cuidar a los bebés y se piensa que éstos pueden desarrollarse sin ayuda.

En el primer grupo, los infantes que recibieron la condición de habla mostraron una tasa mayor de imitación que aquellos que sólo observaron; en el segundo, los pequeños no exhibieron diferencias importantes en su propensión a emular, lo que significa que aquellos con pocas interacciones directas en lo cotidiano no se benefician de la primera estrategia para aprender.

A los dos años y medio de edad, los bebés de ambas culturas suponen que un mensaje vía habla dirigida es relevante, correcto y completo. En los mayas esta respuesta puede relacionarse con cambios en su experiencia conversacional.

Nuestros resultados indican que la comunicación directa no provee, a priori, un estímulo conceptual general en el aprendizaje social, aunque estas interacciones pueden servir de apoyo al razonamiento pragmático y, en algunos casos, ayudar a los infantes a asimilar conocimiento de los demás, concluyó Shneidman.

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Los bebés mayas no mostraron diferencias importantes en su propensión a imitar con el habla dirigida o con la mera observación, lo que significa que aquellos con pocas interacciones directas en lo cotidiano no se benefician de la primera estrategia para aprender.
Laura Ann Shneidman, del Center for Early Childhood Research de la Universidad de Chicago.