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Boletín UNAM-DGCS-454
Ciudad Universitaria.
06:00 hs. 7 de agosto de 2015

 

   

CRECIENTE, EL DETERIORO AMBIENTAL EN NUESTRO PLANETA

• La elevación del nivel del mar es una prueba fehaciente del calentamiento global y México es más sensible a este fenómeno que otras naciones, señaló en la UNAM el entomólogo estadounidense Paul R. Ehrlich

El entorno tiene una relación profunda con el desarrollo económico de los países y muchos de los inconvenientes al respecto se generan por la pretensión de crecimiento de las naciones. De las actividades que se llevan a cabo para ese fin se derivan problemas como el calentamiento global, el incremento demográfico, la polución, enfermedades masificadas y las armas nucleares.

En el marco de la XXI Cátedra de Ecología y Medio Ambiente Miguel Alemán Valdés, que tuvo lugar en el edificio del Posgrado de Economía de la UNAM, se presentó Paul R. Ehrlich, entomólogo estadounidense, para hablar sobre la perspectiva en materia ambiental, de población y recursos.

Las circunstancias que afectan se encuentran ligadas a las modificaciones climáticas. Sin embargo, el tema de las leyes de la biodiversidad es igual, o quizá más importante, afirmó Ehrlich.

Entre las variables que denotan sus efectos, está la elevación del nivel del mar, prueba fehaciente de que el calentamiento nos impacta de manera permanente, aunque el deterioro avanza lento. México es más sensible al fenómeno que otras naciones, pues aunque tenemos una variedad de flora y fauna enorme, contamos con escasos recursos para contrarrestarlo.

En el rubro de la salud, pocos cuentan con acceso a cuidados médicos; cada vez es más caro gozar de un seguro que permita a la población atenderse integralmente. Esto, aunado a cambios tan drásticos en el ambiente, repercutirá dramáticamente en la vida de las personas.

Además, uno de los factores que menoscaban el futuro de la civilización es el aumento demográfico descontrolado. Generar igualdad de derechos y oportunidades para la mujer puede disminuir el problema, situación que ningún país en el mundo ha puesto en marcha aún, comentó el estadounidense.

Respecto a la contaminación, remarcó que la producción de elementos tóxicos en grandes cantidades ocurre de polo a polo. Derivado de esto, comprendemos que la regla de oro en toxicología dice que la dosis es la que hace al veneno, es decir, si estamos expuestos a proporciones desmedidas, aunque el proceso sea ralentizado, los resultados serán mortales.

Existen sustancias manufacturadas perjudiciales en porciones pequeñas y depende de nuestro metabolismo la creación de una reacción. Sin embargo, no tenemos control en la interacción con ellas y al exponer dos o más componentes se pueden generar daños irreversibles tanto en la Tierra como en el individuo, dijo.
 
Las epidemias son otra causa no considerada, aunque la humanidad no se encuentra preparada para escenarios adversos. Un ejemplo es el ébola, que fácilmente puede extenderse en el orbe.

Las armas nucleares también son capaces de promover catástrofes que nos lleven al colapso. En su momento, EU y la Unión Soviética tuvieron tal cantidad que pudieron provocar una tragedia irreversible.

A su vez, Jorge Soberón, investigador egresado de la licenciatura y maestría en Biología de esta casa de estudios, advirtió que el comportamiento humano es la clave de estas alteraciones, pues no se tiene la capacidad, con insumos finitos, de abastecer al número creciente de individuos.

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La elevación del nivel del mar es una evidencia del calentamiento global, aunque el deterioro avanza lento.
Paul R. Ehrlich refirió que uno de los factores que ponen en riesgo el futuro de la civilización es el aumento demográfico descontrolado.