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Boletín UNAM-DGCS-429
Ciudad Universitaria.
11:00 hs. 25 de julio de 2015


Sandra Díaz Barriga

   

EVALÚAN ACTIVIDAD ANTICANCERÍGENA DE MOLÉCULAS SINTÉTICAS DERIVADAS DEL PROPÓLEOS

• El grupo de investigación encabezado por Sandra Díaz Barriga, especialista en genética de la FES Cuautitlán, estudia aminas fenetílicas del ácido cafeico, compuestos sintéticos obtenidos del propóleos de la miel de abeja, como posibles sustancias quimioprotectoras

Desde hace tiempo se evalúan diversos componentes del propóleos, sustancia resinosa elaborada por las abejas a la que le adjudican múltiples beneficios para la salud por sus compuestos orgánicos potentes, como el ácido cafeico –uno de los principales fenoles naturales–, al que se le atribuye la prevención de alguna etapa en el proceso cancerígeno.

Sandra Díaz Barriga, académica de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Cuautitlán de la UNAM, y sus colaboradores, se enfocan al estudio antigenotóxico de moléculas derivadas del éster fenetílico del ácido cafeico (CAPE, por sus siglas en inglés), principio activo importante del propóleos, que ha mostrado actividad antitumoral en modelos animales.

Derivado de ello, los universitarios encontraron que las aminas fenetílicas del ácido cafeico (CAPA por sus siglas en inglés) también mostraron actividad biológica con potencial antitumoral.

Díaz Barriga explicó que esos compuestos son análogos del CAPE, sustancias sintetizadas por el grupo de Enrique Ángeles Anguiano, del Laboratorio de Química Medicinal, también de la FES Cuautitlán, y que en colaboración con Saúl Villa Treviño, del Cinvestav Zacatenco, las evalúan como posibles sustancias quimioprotectoras que pueden contribuir a prevenir el cáncer en hígado.

“De hecho existen estudios in vitro e in vivo en modelos animales, aunque también hay en humanos, realizados con los análogos del CAPE para algunos tipos de cáncer en particular”, añadió.

Los fenoles, como el ácido cafeico y sus derivados tipo éster, son compuestos con diversos efectos a nivel biológico, entre los que destaca su capacidad antioxidante.

La académica mencionó que un parteaguas en este trabajo fue encontrar que no sólo los ésteres, sino las CAPA, también presentan actividad biológica antineoplásica. “Lo que algunos investigadores observaron fue que estas moléculas tenían la particularidad de ser un poco más estables en el suero de los organismos (modelo animal o líneas celulares), así como efectos positivos en la inhibición tumoral”.

Enrique Ángeles y su grupo sintetizaron varias aminas fenetílicas del ácido cafeico con diversos sustituyentes, por ejemplo, grupos metil o etil, fenoles y halógenos. Posteriormente, realizaron estudios de seguridad de estos compuestos, pues como norma internacional deben hacerse las pruebas correspondientes para comprobar su inocuidad en los organismos.

La universitaria refirió que su participación en este proyecto consistió en aplicar las pruebas de seguridad para los compuestos CAPA de toxicidad aguda y subcrónica en roedores, además de los análisis de actividad antigenotóxica, que fueron abordados con pruebas in vivo e in vitro, mediante los ensayos de micronúcleos y electroforesis unicelular en gel.

“Por lo general, abordo mis investigaciones con pruebas de toxicidad aguda o determinación de la DL50 (dosis letal 50), así como la observación de posibles efectos y daños que en diversos órganos y tejidos pudiera producir alguna nueva sustancia. En roedores se evalúan los cambios fisiológicos y morfológicos de éstos o de daño genético en células cuando se tratan líneas celulares (trabajo in vitro)”.

Para la realización de los estudios a esos compuestos se contó con apoyo del PAPIIT IT 202512 “Estudio antigenotóxico, antiproliferativo e inhibidor de lesiones precancerosas de un grupo de análogos del éster fenetílico del ácido cafeico desarrollados en la FES Cuautitlán”, detalló Díaz Barriga, responsable del proyecto.

Otra parte de la investigación consistió en desarrollar un modelo de lesiones preneoplásicas en colon de ratones y posteriormente administrar los compuestos CAPA; los resultados preliminares han puesto de manifiesto que, por lo menos, esos compuestos, con ciertas diferencias cada uno de ellos, muestran seguridad adecuada; no se han observado daños en el material genético y se han disminuido las lesiones preneoplásicas inducidas en colon.

“Los estudios in vitro, donde nuestros compuestos CAPA son retados contra sustancias de reconocido efecto mutagénico, han demostrado un efecto antimutagénico favorable. Los resultados nos llevan a pensar en las aplicaciones que estas sustancias podrían tener”.

Por citar un ejemplo, si en los grandes invernaderos, donde los agricultores aplican sustancias químicas –en su mayoría genotóxicas– para el control de plagas y malezas, el personal recibiera este tipo de compuestos antes o después de estar expuestos, se podría contribuir a contrarrestar los daños mutagénicos provocados por los insecticidas.

La reparación del material genético es un hecho biológico, pero tiene un umbral, y si éste se rebasa por la dosis o tiempo de exposición al mutágeno, los sistemas naturales del cuerpo no podrían contrarrestarlo, por lo que el desarrollo de sustancias que realicen una acción quimioprotectora es una tarea muy importante, concluyó.

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Sandra Díaz Barriga, especialista en genética de la FES Cuautitlán de la UNAM.