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Boletín UNAM-DGCS-366
Ciudad Universitaria.
16:15 hs. 25 de junio de 2015


César Domínguez

Juan Manuel Romero


Valeria Souza

   

DESARROLLAN EN LA UNAM MICROARREGLO QUE DETECTA PATÓGENOS CAUSANTES DE ENFERMEDADES DIARREICAS

• Valeria Souza, del IE, explicó que la diarrea causa el deceso de cerca de medio millón de niños todos los años en el orbe, principalmente donde no hay agua segura, porque ésta es el principal vehículo de la enfermedad. Esta innovación podría prevenir esas muertes
• Este mecanismo de diagnóstico que permite obtener resultados en un solo día consiste en una membrana hecha de un acetato especial que contiene ADN, es decir, pequeños “puntitos” con 180 genes de parásitos y cualquier otro “bicho” relacionado con el intestino

En el Instituto de Ecología (IE) de la UNAM, el equipo encabezado por Valeria Souza desarrolló un microarreglo para detección de microorganismos enteropatógenos en muestras ambientales y biológicas que, simultáneamente, descubre a causantes de enfermedades diarreicas.

En conferencia de medios explicó que “la diarrea causa el deceso de cerca de medio millón de niños todos los años en el orbe, principalmente donde no hay agua segura, porque ésta es el principal vehículo de la enfermedad”. En tal sentido, este microarreglo es un enorme avance y podría prevenir esas muertes.

Este mecanismo de diagnóstico, que permite obtener resultados en un solo día, consiste en una membrana hecha de un acetato especial que contiene ADN, es decir, pequeños “puntitos” con 180 genes (y que pronto serán 300) de parásitos, protozoarios, amibas, giardias, shigella, salmonella, cólera, Escherichia coli y cualquier otro “bicho” relacionado con el intestino.
 
Con esta membrana también será posible conocer a las enfermedades emergentes. Por su potencial será factible tener tres modelos: para hospitales, granjas y agua.
 
Basta con tomar una muestra de esta última o heces del enfermo o el animal, extraer el ADN completo y marcarlo con fluorescencia para compararlo con la membrana. Si existen puntos con reconocimiento, es decir, que “embonan” porque tienen información genética similar hasta en un 70 por ciento, significa que hay una o varias enfermedades presentes.

Dicha herramienta de diagnóstico puede ser usada por un joven de 15 años en el bachillerato o un técnico en una granja camaronera de cualquier tipo. Comparado con los que existen en la actualidad, este instrumento es mucho más económico y se basa en una tecnología que se sabe funciona desde hace 60 años, que es la hibridización ADN-ADN. “Es fácil, barata y muy sensible a muchos patógenos que no podemos ver de otra manera”, refirió Souza.
 
Una empresa que financió parte de los viajes de campo el año pasado y comprobó el funcionamiento está en proceso de adquirir la patente a la UNAM y hacer este desarrollo comercialmente disponible. De igual forma, se buscará obtener la patente internacional.
 
Cecilia Ximénez, integrante del Hospital General y colaboradora del proyecto, destacó que el microarreglo tiene una versatilidad enorme, no sólo en el campo ecológico, sino en la industria de los alimentos, que es la fuente de infección para el humano, sobre todo en cuanto a las enfermedades diarreicas. Por ello, el invento permite predecir dónde se podría registrar un brote importante de padecimientos como el cólera y tener la capacidad de tomar decisiones.
 
Además, se puede utilizar en la fase de diagnóstico en hospitales, al lado de la cama del enfermo; los resultados de un coprocultivo tardan tres días, esta prueba sólo uno, y permite al médico determinar un tratamiento específico y adecuado en un tiempo récord, resaltó.

La membrana puede ser utilizada en estudios epidemiológicos masivos, para establecer geográficamente cuáles entidades están en mayor riesgo y requieren más recursos para prevenir brotes epidémicos, previniendo así la muerte de muchos infantes. Nos hemos propuesto dar a las instituciones de salud las herramientas adecuadas para ese fin, dijo.
 
En tanto, el director del IE, César Domínguez Pérez-Tejada, explicó que esa entidad tiene una tradición muy larga de investigación en ciencia básica; “ésta es la segunda ocasión en que hablamos de una patente que surge de las tareas de este instituto. Queremos impulsar la parte aplicada, la vinculación”.
 

Por su parte, Juan Manuel Romero Ortega, titular de la Coordinación de Innovación y Desarrollo (CID) de la UNAM, expuso que este desarrollo obtuvo el tercer lugar en el Programa de Fomento al Patentamiento y la Innovación (Profopi) de la Universidad, uno de los esquemas de esa entidad para promover la cultura al respecto, así como la protección de la propiedad intelectual.

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Valeria Souza, del IE de la UNAM.
Valeria Souza, del Instituto de Ecología; Juan Manuel Romero, titular de la CID; Ella Vázquez, investigadora del IE; y César Domínguez, director de la misma entidad.