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Boletín UNAM-DGCS-306
Ciudad Universitaria.
06:00 hs. 28 de mayo de 2015

 

       

ANTONIO LAZCANO ARAUJO, DOCTOR HONORIS CAUSA POR LA UNIVERSIDAD DE VALENCIA, ESPAÑA

• El profesor de la FC de la UNAM e integrante de El Colegio Nacional recibió la distinción por sus estudios teóricos y experimentales sobre la evolución de la vida, así como por su trayectoria en divulgación de la ciencia
• Con la casa de estudios española trabaja en un programa de movilidad para estudiantes de ciencias de la vida, provenientes de América Latina, España y Portugal

Por sus estudios respecto a la evolución de la vida, la historia de las ideas sobre el surgimiento de la misma, la aplicación de métodos filogenéticos para el análisis de la evolución celular y metabólica, así como por su trayectoria en divulgación de la ciencia, Antonio Lazcano Araujo (Tijuana, 1950), académico de la Facultad de Ciencias (FC) de la UNAM, recibió el grado de doctor honoris causa por la Universidad de Valencia, España.

Integrante de El Colegio Nacional y director honorario del Centro Lynn Margulis de Biología Evolutiva, instalado en el Centro GAIAS de la Universidad San Francisco de Quito, ubicado en la isla San Cristóbal del archipiélago de las Galápagos, en Ecuador, el destacado biólogo evolucionista recibió la investidura en sesión solemne celebrada en la institución ibérica.

Defensa de la universidad pública

En su discurso de recepción, Lazcano agradeció el reconocimiento, como uno más de los muchos científicos que han hecho suyas las ideas de Charles Darwin.

“Tengo una deuda intelectual con la Universidad de Valencia, que gracias a la labor de un grupo notable de profesores e investigadores se ha convertido en un referente internacional en la indagación, la docencia y la difusión de la biología evolutiva. En ciencia siempre se continúa lo que otros iniciaron. Todo lo aprendemos y descubrimos entre todos. La vida se construye con las aportaciones de los demás y la mía no sería la misma sin lo que debo a quienes se transformaron en maestros y amigos debido a esa extraordinaria institución que es la universidad pública”, destacó.

En otro momento de su discurso citó una reflexión del escritor español Juan Goytisolo, quien hace unas semanas afirmó que “el panorama a nuestro alcance es sombrío: crisis económica, política y social”. Las razones para indignarse son múltiples y el escritor no puede ignorarlas sin traicionarse a sí mismo. Permítanme hacer mías sus palabras, porque lo mismo es cierto para los profesores y los científicos, dijo Lazcano.

“En las condiciones actuales la universidad pública no es un problema sino parte de la solución. Sorprende la arrogancia mercantil de los políticos que exigen que las universidades demuestren su relevancia económica, al olvidarse de que hay cosas que tienen precio y otras valor, y resulta repulsiva la actitud obsequiosa con la que esas exigencias son adoptadas por administradores y burócratas que piden estados de cuenta como si las humanidades, las artes, las ciencias y su enseñanza se pudieran reducir a las columnas y renglones de un libro de contabilidad”, subrayó.

En los últimos años, la visión eficientista se ha apropiado del discurso de la evaluación de las universidades, al hablar de costos y precios mas no de valores, olvidando que eficiencia no es un sinónimo de relevancia.

“La defensa de la labor de la universidad pública no puede basarse en su significado práctico, sino en su valor intrínseco. Debemos hacer un alto al modelo económico que produce las desigualdades dolorosas que observamos día a día y que pretende resolver sus problemas de balance al acabar con modelos de educación gratuita de la mejor calidad”, propuso.

Maestro fundador

Lazcano estudió la licenciatura en Biología y el doctorado en Ciencias en la FC de la UNAM, donde es profesor titular C de tiempo completo. En 2007 recibió el Premio Universidad Nacional de esta casa de estudios y actualmente es investigador nacional nivel III del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).

Maestro fundador del curso optativo Origen de la Vida, dirige el laboratorio del mismo nombre, donde indaga el inicio y la evolución temprana mediante el análisis de secuencias de genes y genomas.

Como quien arma un rompecabezas del pasado más lejano, busca cómo eran la química del Sistema Solar y las condiciones primigenias que facilitaron la existencia de antiguos seres vivos, escenarios de los que realiza simulaciones con sus alumnos en el laboratorio.

Entre 1997 y 1998 formó parte del comité científico organizado por la NASA para supervisar la creación del Astrobiology Institute. Entre otras distinciones destaca haber sido el primer científico latinoamericano en presidir la International Society for the Study of the Origins of Life.

Ha trabajado como profesor residente y científico visitante en Francia (Universidad de Orsay París-Sud, Instituto Pasteur de París); España (universidades de Alicante, Madrid, Valencia); Cuba (Universidad de La Habana); Italia (Universidad de Roma); Suiza (ETH Zentrum de Zurich); Rusia (Instituto A. N. Bakh de Bioquímica de Moscú), y Estados Unidos (Universidad de California en San Diego). Además, ha sido distinguido como doctor honoris causa por la Universidad de Milán, Italia, y con la Medalla al Mérito de la Universidad Veracruzana.

Lazcano es autor de más de 150 trabajos de investigación publicados en revistas con arbitraje internacional, unos 70 artículos de divulgación científica, y es autor o coautor de 16 libros especializados sobre problemas evolutivos.

Es codirector de la serie de Biología Evolutiva de la colección de libros científicos Sin Fronteras, de la Cátedra de Divulgación de la Ciencia de la Universidad de Valencia.

Impulso a la movilidad estudiantil

Con la Universidad de Valencia, Lazcano promueve la movilidad entre estudiantes de ciencias de la vida provenientes de América Latina, España y Portugal.

“Si los europeos generaron un programa como el Erasmus, que permite el intercambio, en el que quizá sea el programa más generoso de la Comunidad Europea, ¿por qué los latinoamericanos, que tenemos lazos culturales más estrechos, no podemos hacer algo semejante?”, se planteó desde hace tiempo el profesor mexicano.

Si la calidad de la enseñanza de la biología mejora en algún país de la región impactará en toda ella, pues se generarán textos de alto nivel en español y se propiciará una red de trabajo conjunto entre profesionales que hoy permanecen casi aislados y que se conocen más en Europa, Asia y Estados Unidos.

En la ceremonia también recibió el grado el cardiólogo mexicano José Jalife Sacal (ciudad de México, 1947), formado como médico en la UNAM y en el Instituto Nacional de Cardiología, quien actualmente es investigador de medicina interna y fisiología integrativa y molecular en la Universidad de Michigan, Estados Unidos.

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La Universidad de Valencia, España, extendió el reconocimiento al biólogo por sus estudios acerca de la evolución de la vida, la historia de las ideas sobre el surgimiento de la misma, la aplicación de métodos filogenéticos para el análisis de la evolución celular y metabólica, así como por su trayectoria en divulgación de la ciencia.
Antonio Lazcano es maestro fundador del curso optativo Origen de la Vida y dirige el laboratorio del mismo nombre, donde indaga el inicio y la evolución temprana mediante el análisis de secuencias de genes y genomas.