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Boletín UNAM-DGCS-183
Ciudad Universitaria.
11:00 hs. 29 de marzo de 2015


Marcos Ley Koo

     

MIDEN RADIACIÓN ELECTROMAGNÉTICA EN LABORATORIO DE LA UNAM

• En la Cámara Semianecoica de la Facultad de Ciencias se preparan los futuros científicos del país. También se realiza investigación y se vincula con la industria

La vida cotidiana en las grandes ciudades puede complicarse con las radiaciones que emiten los aparatos electrodomésticos, las computadoras y los teléfonos celulares, entre otros. Para asegurarse de que su funcionamiento no tenga consecuencias, deben someterse a pruebas especiales.

Una de ellas es cerciorarse de que no obstruyan la operación adecuada de equipos aledaños. Por ejemplo, si cae un rayo, la imagen de la televisión se pierde o es posible que al funcionar el horno de microondas haya interferencia en el celular, explicó Marcos Ley Koo, coordinador de la Cámara Semianecoica de la Facultad de Ciencias (FC) de la UNAM.

Estas pruebas se hacen por cuestiones de calidad, pero también por seguridad, para que el consumidor no sea afectado debido a la cantidad de radiación electromagnética que se encuentra en las grandes ciudades, dijo.

La Cámara se ubica en el edificio Tlahuizcalpan (lugar donde nace la luz, en náhuatl) de la FC; ahí se prepara a los futuros científicos del país y se mide todo tipo de radiaciones emitidas por aparatos eléctricos, pruebas de gran utilidad para la industria.

“Anecoico” significa capacidad de absorber las ondas sonoras sin reflejarlas; “deriva de la acústica, quiere decir, sin ecos”, acotó el universitario. En la Cámara hay ecos acústicos pero no electromagnéticos, entonces, si hay una fuente que emite radiación electromagnética; ésta se quedará adentro, no saldrá y podrá evaluarse.
Recibe el nombre de semianecoica porque las paredes y el techo, excepto el piso, están recubiertos por tres capas (un aislante eléctrico por fuera, una pared y una esponja en la parte interna), lo que evita que cualquier cosa de afuera entre y a la inversa, reiteró.

Si el recubrimiento incluyera el piso, sería anecoica, aunque puede hacerse porque se tiene el material para recubrirla y evitar las reflexiones. “De hecho, hay cierto tipo de estudios que tienen que realizarse en la anecoica”.

Ese espacio está destinado a las funciones sustantivas de la Universidad: docencia, investigación y vinculación. “Gente externa viene a pedir servicios y con nuestros equipos podemos atenderlos. Por ejemplo, probamos las antenas de las estaciones de telefonía celular, también electrodomésticos y equipo industrial”, informó.

En relación a la operación, se refirió a las antenas electromagnéticas. “Pueden servir tanto para excitar como para recibir. Lo interesante es su configuración, porque tienen muchas barras pequeñas y cada una ‘pesca’ una frecuencia. Si voy a probar un equipo, éste no sólo emitirá o recibirá en una sola frecuencia, habrá otras alrededor que serán las que se agrandarán en un momento dado y darán ‘lata’. La antena involucra qué frecuencia es la que uno probará y cuáles hay alrededor, lo que llaman el ancho de banda”, expuso.

En opinión del científico, este tipo de pruebas son útiles para garantizar la comodidad y seguridad de los usuarios: “En la actualidad, los coches están equipados con computadora de navegación, pero si se ‘atonta’ por la interferencia de la frecuencia de un teléfono celular, puede haber un accidente”.

Como resultado de los requerimientos para la comercialización y de las previsiones en seguridad, se han establecido protocolos internacionales que indican las frecuencias y la cantidad de emisión, tanto de salida como de entrada, que es lo que se mide en un laboratorio como éste, remarcó.

No obstante, las funciones principales de la Cámara son la docencia e investigación. Estudiantes de la carrera de Física realizan prácticas como la que recientemente concluyó un grupo, al que le pedimos diseñar una antena para ver su funcionalidad en relación con lo que concibieron, comentó.

Otro grupo de alumnos de la Facultad de Ingeniería del campus Juriquilla, Querétaro, visitó el laboratorio para llevar a cabo pruebas de la parte que les correspondió en la elaboración de un satélite que tendrá las funciones de una estación meteorológica; o un ingeniero biomédico, que intenta hacer modelos electrónicos de tejido cerebral para ver qué le pasa con la radiación.

El laboratorio también atiende a alumnos de posgrado de diferentes carreras. “El proyecto de tesis de uno de Ciencias de la Atmósfera era analizar cómo las tormentas solares –que alteran el campo magnético terrestre– afectan el comportamiento de especies animales. Eso tiene que ver con la biología, pero lo interesante es que hay una parte física que se puede medir”, señaló Ley Koo.

La electrónica últimamente está en todos lados; en la electrónica digital hay gran desarrollo, ya la tenemos hasta en los hospitales, subrayó. Está, por ejemplo, la imagenología por resonancia magnética y otras tecnologías con la que los muchachos tienen que empezar a familiarizarse.

De hecho, los alumnos de la licenciatura en Física Biomédica de la FC se exponen a este tipo de experimentos. “Hay que entender que no todos nuestros egresados deben terminar en el área de la investigación básica, pero sí tener la capacidad de aplicar lo que aprendieron e innovar tecnológicamente”, concluyó.

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En la Cámara Semianecoica se prepara a futuros científicos del país y se mide todo tipo de radiaciones emitidas por aparatos eléctricos.

Marcos Ley Koo, coordinador de la Cámara Semianecoica de la Facultad de Ciencias de la UNAM.