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Boletín UNAM-DGCS-026
Ciudad Universitaria.
14:00 hs. 13 de enero de 2015


Daniel Rodríguez

   

 

POBREZA Y DESIGUALDAD, INHERENTES AL MODELO ECONÓMICO

• La mayoría de los mexicanos no tiene acceso a sus derechos fundamentales por un mercado laboral mermado, aseveró Daniel Rodríguez, académico de la ENTS de la UNAM

La pobreza y la desigualdad, problemas presentes en México desde su conformación como nación independiente, sustentan el modelo económico prevalente e imponen al 75 por ciento de la población subsistir al límite de la supervivencia, planteó Daniel Rodríguez, académico de la Escuela Nacional de Trabajo Social (ENTS) de la UNAM.

La mayoría vive con carencias, sin ejercer sus derechos fundamentales debido a un mercado laboral deprimido y salarios mermados, cobertura limitada o mínima de los servicios de salud y programas que legitiman políticas sociales mediocres con alta rentabilidad electoral, aseveró en el Seminario Problemática Nacional Actual.

La coyuntura actual ejemplifica la disparidad persistente en los aspectos social, económico, de procuración de justicia y atención de demandas de la mayoría de las familias que viven en las condiciones referidas, puntualizó en la conferencia La dimensión estructural de la pobreza y la desigualdad, en el Auditorio 8 de Marzo de 1857.

A partir del año 2000, el monto de la deuda pública externa aumentó a la par de la instrumentación de medidas de austeridad que afectan el bolsillo de las mayorías. En 2015, la deuda representará una parte importante de los ingresos nacionales, lo que evidencia un mal manejo de las finanzas públicas y agudiza la desigualdad y carencias, expuso.

Asimismo, los programas de combate a la pobreza tienen un alcance limitado, crean estructuras sociales dependientes, eliminan la capacidad de autogestión de las comunidades más desfavorecidas y ocultan problemáticas reales como el despojo de tierras y la pérdida de empleos. En un régimen no democrático, mantener al 75 por ciento de la población en condiciones de supervivencia tiene alta rentabilidad política, aseguró.

El país no ofrece propuestas públicas para modificar esta situación y, en cambio, se ocultan las raíces de la riqueza extrema de unos cuantos, recalcó Daniel Rodríguez.

En este modelo se limitan al esfuerzo individual las posibilidades de superación del regazo y las carencias, problemas sociales que deben atenderse con un enfoque de derechos humanos, concluyó.

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Los programas de combate a la pobreza tienen un alcance limitado, crean estructuras sociales dependientes, eliminan la capacidad de autogestión de las comunidades más desfavorecidas y ocultan problemáticas reales como el despojo de tierras y la pérdida de empleos.