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Boletín UNAM-DGCS-708bis
Antigua Escuela de Medicina.
20:30 hs. 5 de diciembre de 2014


José Narro Robles

   

 

SE PRONUNCIA EL CONSEJO UNIVERSITARIO SOBRE EL CASO IGUALA

• Expresó su más enérgica reprobación a los sucesos de septiembre pasado
• También hizo pública su censura a la labor de servidores públicos que “han afectado la autonomía de nuestra casa de estudios”

Al pronunciarse en torno a los acontecimientos ocurridos en Iguala, Guerrero, el pleno del Consejo Universitario reprobó contundentemente la debilidad institucional, la cual ha favorecido que se presenten numerosos episodios de violencia e inseguridad en distintos sitios de nuestro país durante los últimos años, causados por autoridades y organizaciones criminales. Preocupa, además, la connivencia de servidores públicos con el crimen organizado.

Asimismo, expresó su más enérgica reprobación a los sucesos de septiembre pasado, que ocasionaron la muerte de seis personas, las lesiones a muchas más y la desaparición de 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa “Raúl Isidro Burgos”, que han generado una enorme indignación, dolor y afectación a la vida de nuestra sociedad.

Así, el máximo órgano colegiado de la Universidad se sumó a las muestras generalizadas de rechazo a esos eventos.

También, manifestó su solidaridad con las familias de los afectados y exigió justicia. “Todos los señalados como autores materiales e intelectuales de esos crímenes deben ser investigados y juzgados con severidad, al igual que aquellos servidores públicos que por sus omisiones y desinterés posibilitaron esa barbarie”, se estableció.

De igual manera, exigió que junto a la aclaración de los hechos, se tomen las medidas necesarias para que nunca más se vuelvan a presentar acontecimientos de esa naturaleza.

Los consejeros subrayaron su convicción de que México debe cambiar y contar con un sistema de justicia pleno y expedito para todos, un sistema de respeto total a los derechos humanos y de cumplimiento real de las garantías sociales, así como un modelo de desarrollo que atienda las necesidades de quienes menos tienen, que extirpe de nuestra sociedad males de siempre y que hoy todavía están presentes: corrupción, impunidad, pobreza, desigualdad e ignorancia.

“Nuestro país no merece seguir arrastrando esos lastres. En México, nada de lo sustancial debe ser igual a lo que prevalecía antes de Ayotzinapa”.

El CU patentizó su rechazo a la violencia, sin importar su origen ni las razones que la condicionan. La protesta, la inconformidad y las exigencias deben mantenerse dentro de los cauces pacíficos.

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