En términos definidos por la Organización Mundial de la Salud, la alfabetización en ese ámbito se refiere a las habilidades sociales y cognitivas que determinan el nivel de motivación y la capacidad de una persona para acceder, entender y utilizar la información para que le permita promover y mantener una buena salud.
Con esta premisa se formalizó la composición del Consorcio Internacional de Alfabetización en Salud para América Latina y El Caribe, al cual se incorporó la UNAM a invitación de la Universidad de Panamá.
El organismo regional, que busca que la alfabetización en esa área se considere una línea estratégica que actúe sobre la atención y el cuidado, la prevención de enfermedades y la promoción en la materia, está compuesto por Martín Zilic, de la Universidad de Concepción, Chile; Mary Guinn Delaney, asesora regional de Educación para América Latina y el Caribe de la UNESCO; Edison Bueno, de la Universidad Estatal de Campinas, Brasil; Gisela Sanabria, de la Escuela Nacional de Salud Pública, Cuba; Blanca Patricia Mantilla Uribe, de la Universidad Industrial de Santander, Colombia; y Miguel Ángel Cañizales, de la Universidad de Panamá.
Por parte de la UNAM, serán representantes Leticia Cano y Aída Valero Chávez, directora y académica de la Escuela Nacional de Trabajo Social (ENTS), respectivamente.
Labor universitaria
El consorcio, respaldado por la UNESCO, está integrado en su mayoría por universidades latinoamericanas, que tienen cinco objetivos: contar con un instrumento adecuado que permita medir la alfabetización en salud; cuantificar por primera vez en la región los datos de alfabetización en la materia y ofrecer indicadores para una vigilancia; realizar una evaluación comparativa en distintos países; crear órganos consultivos nacionales en las naciones que intervienen en el estudio y, por último, promover investigación especializada.
Durante la ceremonia de instalación en la UNAM y ante representantes de las facultades de Ciencias, Medicina, Psicología y Química; del Instituto de Investigaciones Filológicas, así como de las escuelas nacionales de Enfermería y Obstetricia, y de Trabajo Social, Valero Chávez, quien coordinará a un equipo de académicos conformado por las instancias mencionadas, dijo que entre la comunidad universitaria se aplicará un instrumento que contendrá en principio 47 reactivos.
Los resultados, abundó, permitirán realizar recomendaciones para mejorar la alfabetización en la materia, actuar sobre la atención y el cuidado, la prevención de enfermedades y la promoción de la salud.
En la Sala 1 de la Coordinación de Universidad Abierta y a Distancia (CUAED), subrayó que esa labor será de utilidad para profesionales, fundaciones e instituciones del área salud, empresas farmacéuticas y responsables políticos de programas educativos y sanitarios.
Asimismo, mencionó que ya existe un antecedente del consorcio en Europa, compuesto por ocho países y liderado por la Universidad de Maastricht, en Holanda, denominado HLS-EU (The European Health Literacy Survey), que ya arrojó –a través de un muestreo– que una de cada dos personas consultadas en ese continente tiene una alfabetización en salud limitada.
En el acto estuvo presente Armando Lodigiani Rodríguez, titular de la Dirección General de Cooperación e Internacionalización (DGCI) de la UNAM.
—oOo—
