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Boletín UNAM-DGCS-654
Ciudad Universitaria.
13:00 hs. 10 de noviembre de 2014


Álvador

     

TERAPIA, INDISPENSABLE PARA EL TRATAMIENTO DE LOS TRASTORNOS MOTORES DEL DAÑO CEREBRAL

• La Unidad de Investigación en Neurodesarrollo Dr. Augusto Hernández Guardiola atiende con éxito a recién nacidos expuestos a factores de riesgo, en la etapa prenatal y perinatal, destacó Lourdes María Cubero Rego, del Instituto de Neurobiología de la UNAM campus Juriquilla

Los daños cerebrales tienen repercusiones graves y pueden provocar parálisis al afectar estructuras neurológicas relacionadas con la motricidad. Si el deterioro se diagnostica al nacer y se inicia terapia temprana, los efectos pueden atenuarse o evitarse. La prevención es más eficiente y menos cara que la rehabilitación y en esta tarea la intervención oportuna es crucial, expuso Lourdes María Cubero Rego, del Instituto de Neurobiología (INb) de la UNAM campus Juriquilla.

Con personal capacitado y tecnología avanzada, la Unidad de Investigación en Neurodesarrollo Dr. Augusto Hernández Guardiola, del INb, atiende con éxito a bebés expuestos a los riesgos referidos —en la etapa prenatal y perinatal— a fin de disminuir o prevenir secuelas.

Para evaluar el desarrollo motriz, sensorial, cognoscitivo y social de los menores, el programa de Diagnóstico y Tratamiento Temprano de Lactantes con Problemas Neurológicos contempla dar seguimiento a los casos hasta que los pacientes cumplan los ocho años de edad.

“Es la única institución en México dedicada a tratar a niños con problemas neurológicos durante los primeros meses de vida”, puntualizó.

Maquinaria asombrosa

Cubero Rego expuso que todos nuestros movimientos voluntarios son controlados por distintas estructuras neurológicas. Desde recién nacidos ganamos habilidades motrices hasta ejecutar actividades complejas, expuso en la charla Fisiología de los trastornos motores del daño cerebral.

Las estructuras neurológicas de la corteza cerebral relacionadas con la motricidad no son estáticas, pueden modificarse con la estimulación sensorial y ambiental, que repercuten en el sistema nervioso central al fortalecer la comunicación neuronal. Esta característica, conocida como plasticidad, permite rehabilitar a los pacientes con estas afectaciones.

Como la capacidad referida es muy alta en los primeros meses de vida, si se inicia una terapia neurohabilitatoria inmediata existe mayor probabilidad de disminuir o evitar secuelas.

La especialista subrayó que otorgar tratamiento expedito, según el estado del paciente, es decisivo para su recuperación. La rehabilitación ayuda a restañar las funciones de estructuras neurológicas deterioradas al desplazarlas a las sanas. En los menores, la neurohabilitación representa una oportunidad para prevenir antes de llegar a un punto irreversible.

Se trata de un proceso gradual y depende de la severidad, extensión y ubicación del daño, velocidad de su desarrollo y momento de la vida en que se generó.

En la Unidad de Investigación en Neurodesarrollo Dr. Augusto Hernández Guardiola se realiza el seguimiento de lactantes a través de evaluaciones neuropediátricas, sensorimotoras, electroencefalográficas, de potenciales evocados visuales y auditivos, de la atención, del desarrollo del lenguaje, de la nutrición, del neurodesarrollo, además de imagen por resonancia magnética.

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Lourdes María Cubero Rego, del INb de la UNAM campus Juriquilla.