La mañana del 19 de septiembre de 1985 es recordada por imágenes de una ciudad devastada por un sismo de 8.1 grados, con edificios y viviendas destruidas, inmuebles en peligro de caer, interrupción en el servicio de agua, energía eléctrica y teléfono, fugas de agua y gas, rupturas en el asfalto y la paralización total en el servicio de transporte colectivo con miles de muertos, heridos y desaparecidos.
En memoria y con el objetivo de promover la cultura de la prevención y protección civil en la comunidad universitaria, se realizó el Macrosimulacro UNAM 2014, a cargo de la Secretaría de Servicios a la Comunidad, a través de las 13 comisiones locales de seguridad.
En punto de las 10 de la mañana, el sonido de la alerta sísmica cimbró Ciudad Universitaria. Miles de personas, en forma ordenada y precisa, participaron en ejercicios de repliegue o desalojo en 180 entidades universitarias para concentrarse en los puntos de reunión establecidos en cada instancia. Se trataba de un sismo de 7.6 grados, con duración de 60 segundos y con epicentro en Petatlán, Guerrero.
En un ejercicio inédito, operó el protocolo básico de reacción para atender situaciones de emergencia con un simulacro de incendio en la Facultad de Química (FQ) y derrame de sustancias tóxicas, con asistencia del cuerpo de Bomberos de la Universidad Nacional y la Dirección General de Servicios Médicos.
En el Macrosimulacro UNAM 2014 tomaron parte 175 mil universitarios y población en general, en 198 entidades y dependencias, principalmente del área metropolitana. Fue un ejercicio para fomentar la cultura de la prevención, ensayar los protocolos institucionales y las acciones individuales en situaciones de esta naturaleza.
En las tareas también colaboraron ambulancias, así como personal paramédico y del Programa de Perros de Búsqueda y Rescate de esta casa de estudios.
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