Erradicar las agresiones en los colegios es una tarea que sólo se concretará con la participación de maestros, padres de familia, alumnos, comunidad y autoridades. Las propuestas para combatir este fenómeno deben ser integrales y contemplar una visión de género y respeto a los derechos humanos, señalaron especialistas de diversas organizaciones sociales e instituciones educativas y gubernamentales.
Lo anterior quedó de manifiesto en el Foro Prevención y Erradicación de la Violencia Escolar desde un Enfoque de Derechos Humanos, en el Instituto de Investigaciones Jurídicas (IIJ) de la UNAM.
Al participar en este acto —que llevó por nombre La violencia escolar como responsabilidad de todas y todos—, Perla Gómez Gallardo, presidenta de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF), explicó que el foro busca identificar sus orígenes multifactoriales para establecer propuestas integrales encaminadas al diseño e instrumentación de estrategias y políticas públicas a fin de atender este problema desde un enfoque preventivo, no criminalizante, y que defienda, en particular, a niños y adolescentes.
Las instituciones educativas, consideró, deben recuperar su función socializadora y de construcción de ciudadanía al enseñar a vivir sin violencia y a solucionar pacíficamente los conflictos que acompañan a la tarea pedagógica.
A su vez, Mónica Hernández Riquelme, directora General de Innovación y Fortalecimiento Académico de la Administración Federal de Servicios Educativos en el DF, consideró que hay mucho por hacer y no sólo desde la escuela, sino en el contexto social y familiar.
La prevención de esta conducta es responsabilidad de la sociedad en su conjunto y por ello es fundamental impulsar acciones concretas en las que participen quienes integran los espacios escolares, las familias y representantes del gobierno y de la sociedad civil, indicó.
Por su parte, María de Lourdes Valenzuela y Gómez Gallardo, directora del Grupo Educación Popular con Mujeres (GEM), señaló que es necesario avanzar un paso y tomar en serio este problema, para ello es preciso conjuntar esfuerzos, así como elaborar programas y políticas de largo alcance.
Existen distintos modelos de atención, pero deben ser revalorados y evaluados para ver cuáles son capaces de arrojar buenos resultados en el combate y eliminación de la violencia escolar, concluyó.
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