El país aún es discriminatorio, con una sociedad excluyente que debe transformarse. Como ciudadanos, debemos exigir más para ser protagonistas en la planeación y en la contraloría social con el aprovechamiento de los mecanismos con que se cuentan, como las redes sociales, indicó en la UNAM María Angélica Luna Parra, titular del Instituto Nacional de Desarrollo Social (Indesol).
Al participar en el Congreso Política social y sociedad civil: retos para alcanzar la equidad y la justicia social, organizado por la Escuela Nacional de Trabajo Social (ENTS), señaló que la alternancia política y el proceso de transformación del gobierno y de la sociedad, obligan a fortalecer el nivel de conciencia social para convertirnos en una colectividad protagónica.
Esta última está en acción permanente y es actor de su presente y su destino. “Es consciente, denuncia, se opone, crea, propone cambios y soluciones; está abierta al diálogo, al respeto de los otros y a establecer normas incluyentes”.
Las formas de participación social son infinitas y cada vez más, desde la creación de colectivos, redes de organizaciones no gubernamentales, deportistas, estudiantes, académicos, excluidos y movimientos culturales, entre otros. “Esto es ejemplo de una sociedad creativa, sin embargo, la nuestra tiene mucho adormecimiento y poca capacidad de generar cambios”.
Luna Parra llamó a los trabajadores sociales a imaginar nuevos indicadores de impacto social. “Tratamos de construir metodologías que permitan medir la incidencia en la colectividad de lo que hacen las organizaciones, el reto es grande, sólo el especialista en el área podrá realizarlo.
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