Ante los hechos ocurridos el 3 de marzo de 2014 en el Auditorio Justo Sierra de esta casa de estudios, el pleno del Consejo Universitario estableció que se trata de un espacio que pertenece a la comunidad universitaria y no privativo de algún grupo; los universitarios nos sentimos orgullosos de ese sitio, que forma parte del patrimonio cultural de la nación y de la humanidad.
En un pronunciamiento a la comunidad universitaria y a la opinión pública, el máximo órgano colegiado de la UNAM repudió de manera enérgica toda forma o manifestación de violencia, provenga de donde provenga.
Además, exigió a quienes tienen tomado el auditorio su entrega inmediata a la Universidad sin condicionamiento alguno, y se sumó a las manifestaciones expresadas por diversos órganos colegiados universitarios en apoyo a la postura del Consejo Técnico de la Facultad de Filosofía y Letras en torno a la devolución de ese recinto.
También, reiteró la obligación de los universitarios de salvaguardar los valores y principios que identifican a la Universidad.
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