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Boletín UNAM-DGCS-143
Ciudad Universitaria
06:00 hs. 11 de marzo de 2014

 

   

 

PREMIAN LIBRO DE DIVULGACIÓN CIENTÍFICA QUE COMPILA ARTÍCULOS PUBLICADOS EN “LA UNIÓN DE MORELOS”

• Por segunda vez, el proyecto editorial en el que participan Enrique Galindo, Edmundo Calva, Georgina Hernández, Hernán Larralde y Sergio Cuevas, investigadores del campus Morelos de la UNAM, recibirá el Reconocimiento al Mérito Estatal en Investigación 2013 en el área de Divulgación y Vinculación

• Junto con otros integrantes de la Academia de Ciencias de Morelos, los universitarios suman siete años de promover, de manera ininterrumpida, el quehacer científico

Explicar desde el punto de vista de la ciencia la relación de los mexicanos con el sabor dulce, los efectos de la contaminación en el patrimonio histórico, las leyes físicas que intervienen para manejar con seguridad o qué significa medir, son temas que un grupo de investigadores de la UNAM han llevado cada semana a las páginas del periódico La Unión de Morelos, para acercar el quehacer científico a la sociedad.

Junto con otros integrantes de la Academia de Ciencias de Morelos, Enrique Galindo Fentanes y Edmundo Calva Mercado, de los institutos de Biotecnología (IBt); Hernán Larralde Ridaura, de Ciencias Físicas (ICF); Sergio Cuevas García, de Energías Renovables (IER) y Georgina Hernández Delgado, del Centro de Ciencias Genómicas (CCG) de esta casa de estudios, se han ocupado en editar y compilar los artículos en el proyecto editorial La Ciencia, desde Morelos para el Mundo.

Por esta labor, el tercer tomo de la colección, que agrupa artículos de química, física y matemáticas divulgados durante tres años en ese medio, fue merecedor del Reconocimiento al Mérito Estatal en Investigación 2013 en el área de Divulgación y Vinculación.

También recibirán el galardón Joaquín Sánchez Castillo y Gabriel Iturriaga de la Fuente, investigador de la Facultad de Medicina y ex investigador del Centro de Investigación en Biotecnología de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos, respectivamente, así como Óscar Davis Martínez, jefe de redacción de La Unión de Morelos.

Proyecto constante y exitoso

Hace dos años, el grupo recibió la edición 2011 del mismo reconocimiento por el primer tomo de la colección. En él analizaron, entre muchos otros, fenómenos como la epidemia de influenza, el tráfico vehicular en Cuernavaca o la reforma energética, pues ese volumen agrupó temáticamente asuntos de ciencia y sociedad.

“Desde julio de 2007, los integrantes de la Academia de Ciencias de Morelos (ACMor), a la que pertenecemos muchos investigadores de este campus de la UNAM, iniciamos el proyecto, que consiste en publicar cada lunes, de manera ininterrumpida, un artículo científico escrito por algún miembro de esta agrupación, dedicado al público en general”, comentó Galindo, también secretario de Vinculación del IBt.

De los 130 miembros de la academia morelense (única del país que tiene un modelo similar al de la Academia Mexicana de Ciencias), algunos formaron un comité editorial que seleccionó y adecuó los textos periodísticos al formato de libro, añadieron imágenes, gráficas y otros apoyos visuales.

El compromiso de cada texto es que sea escrito por un integrante de la ACMor, que explique conceptos para un público general y cumpla con el rigor científico de la información.

A fines de 2012 se editó el segundo tomo, titulado Biología, del ambiente a la genómica, un año más tarde el tercero, de química, física y matemáticas, ahora premiado.

“Los tres libros temáticos de La Ciencia, desde Morelos para el Mundo, suman 156 artículos escritos y publicados durante los primeros tres años del proyecto (entre 2007 y 2010), distribuidos en un orden temático, así que ya tenemos material para hacer otros tres”, añadió Galindo, quien destacó que el proyecto semanal les ha abierto espacios otros días de la semana en el periódico morelense para artículos de opinión y cápsulas informativas.

“Los ya compilados como libro pueden ser útiles, sobre todo para profesores, como material de lectura en escuelas y para saber cómo impacta la ciencia en la sociedad, pues están escritos para todo público”, consideró.

Aporte cultural y social

La aplicación más importante de la ciencia es cultural y social, sostuvo Edmundo Calva. “A nosotros nos pagan por hacer ciencia, por hacer preguntas sobre nuestro entorno, para razonar con cierto rigor y profundidad, basados en evidencias y estándares ya conocidos. Somos la antorcha que lleva esos valores y hay que transmitirlos a la sociedad para que ésta sea mejor”.

Aunque algunos avances de la ciencia y la tecnología han logrado que vivamos más años y con mayor comodidad, lo más importante es ser mejores seres humanos a través de lo que nos enseña la ciencia.

“No hemos hecho lo suficiente. Aunque hay vacunas y computadoras, la aplicación más preciada es compartir conocimiento y valores a toda la sociedad. El ser humano es un científico por naturaleza, que se cuestiona lo que le rodea. Hemos sobrevivido por esa inquietud de explorar lo desconocido, de hacer preguntas que generan otras nuevas, más profundas, y por generar un conocimiento que no es absoluto, sino cambiante”, explicó.

Por su parte, Hernán Larralde, quien también formó parte del Comité Editorial, consideró que dar clases en preparatoria brinda a los científicos una cierta intuición para acercarse al público.

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