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Boletín UNAM-DGCS-121
Ciudad Universitaria
13:00 hs. 28 de febrero de 2014

 

   

 

MENORES, EL BLANCO INDEFENSO DE LA VIOLENCIA CONYUGAL

• Los niños expuestos a conflictos parentales presentan problemas de conducta, emocionales, sociales, académicos y de salud

• En la edad adulta son incapaces de establecer vínculos afectivos exitosos, expuso en la FP de la UNAM, Esther López Corral, de la Universidad Pedagógica Nacional

La violencia conyugal tiene consecuencias devastadoras. Los menores expuestos a las discordias maritales presentan dificultades de aprendizaje, emocionales y de salud que repercuten en su desarrollo integral, advirtió en la UNAM Esther López Corral, de la Universidad Pedagógica Nacional (UPN), campus Chihuahua.

Los afectados muestran problemas de nutrición, ansiedad, depresión, conductas antisociales y agresivas, logros académicos escasos y perciben conflicto ante situaciones que no representan riesgo, explicó la académica al participar en el Cuarto Seminario Bienal sobre Desarrollo e Interacción Social: Configuraciones y Contexto, realizado en la Facultad de Psicología (FP) de esta casa de estudios.

En el auditorio Luis Lara Tapia detalló que la exposición a la violencia conyugal incrementa los sentimientos de inseguridad respecto a sus familias y padres. Quienes crecen en hogares conflictivos no desarrollan habilidades para controlar y manifestar sus emociones, son más propensos a tener problemas interpersonales y en la vida adulta registran menos relaciones románticas exitosas.

La especialista refirió que en un estudio que incluyó a menores de entre 12 y 24 meses, las habilidades cognitivas de los que presenciaron conflictos maritales se desarrollaron menos que las de aquellos que vivían en hogares sin discordias.

Mecanismos mediadores

López Corral explicó que existen situaciones que median y moderan las consecuencias destructivas de la violencia conyugal. Por ejemplo, es posible que un pequeño expuesto a esas agresiones tenga un buen rendimiento escolar si, pese a los conflictos, se percibe seguro debido a los cuidados de otro adulto, como una tía o una abuela.

Sucede lo contrario si, tras una disputa, un niño debe hacerse cargo de sus hermanos menores porque la madre sale del hogar y el padre bebe en exceso; esto influye negativamente en su desarrollo académico y emocional, ejemplificó.

Sabemos que la violencia conyugal tiene consecuencias devastadoras en el desarrollo humano, pero su impacto no se ha dimensionado con precisión. Se requieren más investigaciones para determinar sus repercusiones en el crecimiento y establecer mecanismos para amortiguar los efectos negativos y proteger a los infantes, concluyó.

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