Boletín UNAM-DGCS-098
Ciudad Universitaria.
06:00 hs. 18 de febrero de 2014

 
     

DESARROLLAN CUATRO DISPOSITIVOS ELECTRÓNICOS QUE MEJORAN LA EFICIENCIA DEL ALUMBRADO PÚBLICO

• El balastro inteligente y sus componentes fueron creados por Jesús Álvarez Castillo y Ricardo Garibay Jiménez, en la Facultad de Ingeniería de la UNAM
• Las tecnologías se han examinado con éxito en el Laboratorio de Alumbrado Público del Gobierno del Distrito Federal y tienen aprobadas dos solicitudes de patente

Para mejorar la eficiencia y reducir el consumo energético del alumbrado público, dos académicos de la Facultad de Ingeniería (FI) de la UNAM desarrollaron un balastro electrónico inteligente y tres módulos de componentes innovadores necesarios, para su buen funcionamiento.

Los cuatro dispositivos –dos de ellos con solicitudes de patente aprobadas por el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial– tienen como objetivo ahorrar energía y prolongar la vida útil de la carga y del equipo completo.

“Los equipos convencionales que se utilizan para el alumbrado público en las calles de la Ciudad de México consumen, en muchos casos, más del 20 por ciento de su energía para funcionar, mientras el balastro inteligente que diseñamos llega a ocupar, en algunas ocasiones, de cinco a seis por ciento de la potencia de la carga que opera y puede atenuarla hasta el 60 por ciento de su capacidad máxima”, explicó Ricardo Garibay Jiménez, uno de los autores de esta tecnología, adscrito al Departamento de Ingeniería de Control y Robótica de la División de Ingeniería Eléctrica de la FI.

“Según la marca de la lámpara a la que se integre el equipo, estos dispositivos pueden lograr muy alta eficiencia estipulada por el fabricante”, agregó Jesús Álvarez Castillo, co-autor del desarrollo e integrante del Departamento de Procesamiento de Señales, también de la División de Ingeniería Eléctrica.

Sistema modular

Tras cinco años de trabajo, Garibay y Álvarez han creado el balastro electrónico y sus componentes, que funcionan de forma modular; por tener cada uno innovaciones, contarán con patentes independientes, aunque se usan como módulos dentro de un sistema integral al interior de una lámpara del alumbrado público.

El primero de los módulos (que ya tiene aceptación de patente) se llama “dispositivo electrónico de protección de transición de corriente y voltaje”; se trata de un paquete que protege las partes electrónicas que entregan la energía.

“Para su uso, los transistores funcionan a alta frecuencia y se queman con cierta regularidad. Esos paquetes protegen de una manera innovadora a los transistores para que funcionen bien. Por cada una de las cuatro tareas que realizan tenemos un circuito de protección”, indicó Garibay.

El segundo módulo (también con aceptación de patente) es un “inversor resonante inteligente” y su trabajo consiste en cambiar la variable eléctrica de corriente continua a corriente alterna. “Esto es muy necesario porque los dispositivos que se usan en casas y oficinas trabajan con corriente alterna y el inversor puede procesarla y modificarla”, detalló.

El tercer módulo es la “fuente conmutada inteligente”, que realiza el proceso inverso, es decir, convierte la corriente alterna en continua. “Son equipos complementarios dentro del aparato, se usan de manera simultánea y ambos son indispensables para el funcionamiento de la lámpara”, ahondó.

El cuarto desarrollo es el sistema completo que integra a los otros tres y se llama “balastro electrónico inteligente”. Éste tendrá una patente de uso e incluirá en su interior tres más de componentes o módulos. Es el producto principal que se incluye dentro de lámparas de alumbrado público que ya existen y que, para actualizarse, sólo requieren sustituir un balastro convencional por éste inteligente.

“Es útil para sustituir algunas de las actuales luminarias públicas, que son ineficientes y de alto costo. Reduce a más de la mitad las pérdidas de energía (en algunos casos de cinco a seis por ciento) y por lo tanto llegan a tener una eficiencia de más de 94 por ciento”, acotó Garibay.

Hasta ahora, los académicos universitarios han realizado con éxito pruebas en el Laboratorio de Alumbrado Público del Gobierno del Distrito Federal y han despertado el interés de las autoridades de las delegaciones Iztapalapa y Cuauhtémoc, dos de las más grandes y pobladas de la Ciudad de México, para cambiar los balastros en las lámparas ya existentes en las calles.

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