Desde hace años existen evidencias a través
de denuncias, notas periodísticas y sentencias de tribunales,
en torno a la frecuente violación de los derechos de las
mujeres en las salas de parto de hospitales del sector público
y del privado.
Tradicionalmente, el problema es abordado por los propios
servicios de salud como un asunto relacionado con la calidad de
la atención y para solucionarlo diseñan e implementan
estrategias que mejoren esa disposición y, en ocasiones,
hasta cursos de ética o de buen trato al paciente, indicó
Roberto Castro Pérez, del Centro Regional de Investigaciones
Multidisciplinarias (CRIM) de la UNAM.
Sin embargo, no es suficiente, consideró el universitario,
que por el ensayo “Génesis y práctica del habitus
médico autoritario: el caso de la violación de los
derechos de las mujeres en instituciones de salud en México”,
fue galardonado con la séptima edición del Premio
Iberoamericano en Ciencias Sociales, que cada dos años otorga
el Instituto de Investigaciones Sociales (IIS) de esta casa de estudios.
“El problema es sociológico y lo que demostramos
con esta investigación es que la estructura de poder del
campo médico se refleja en el trato que se dispensa a las
mujeres. Es decir, desde que son estudiantes son entrenados para
familiarizarse con las jerarquías”.
El encuentro entre ambas partes está estructurado
a partir de diversas categorías, “lo que analizamos
es lo que ocurre en el consultorio como un reflejo de la organización
del campo médico y no sólo como consecuencia de la
falta de capacitación de los facultativos o de excesiva carga
de trabajo”.
La sociología, acotó, permite determinar
“la verdad objetiva de los fenómenos sociales, misma
que suelen desconocer los propios actores; los estudiantes viven
atrapados en la lógica de su área, es decir, piensan
con cierta razón que quieren ser buenos profesionales, que
tienen grandes maestros y deben hacer todo lo que se les indica
en clase, pero ignoran toda una serie de determinaciones sociales
que también los afectan. Por ello, hace falta recuperar la
alianza que existía entre la medicina y las ciencias sociales.
Estas últimas, que en algún momento se consideró
fundamental para la formación de los galenos, tiene mucho
que aportar para esclarecer esa actitud y transformar la estructura
de poder e impactar de manera positiva en la relación médico-paciente.
Se trata de una línea de investigación que,
junto con Joaquina Erviti, también investigadora del CRIM,
desarrolla desde hace 15 años. Como parte de ella, han visitado
diversos hospitales del sector público en Morelos y han revisado
las recomendaciones en la materia, tanto de la Comisión Nacional
de Derechos Humanos, como de las comisiones estatales en todo el
país.
El galardón
El reconocimiento, entregado por Estela Morales Campos,
coordinadora de Humanidades, busca promover y fomentar el desarrollo
de esa disciplina en Iberoamérica, así como la producción
de investigaciones que contribuyan sustantivamente al conocimiento
en la materia.
El trabajo triunfador busca documentar el origen sociológico
del autoritarismo de los médicos en los servicios de salud,
en particular, en el área de atención del parto.
Al respecto, el universitario consideró que la distinción
es la más trascendente en su trayectoria profesional. “Sin
embargo, “es importante señalar que en realidad se
reconoce a toda una comunidad de trabajo, no sólo a un grupo
de investigación, sino a los técnicos académicos,
a los administrativos de diversas áreas del CRIM y a los
colegas que reciben y critican lo que publicamos”.
En el auditorio del IIS, Estela Morales apuntó que
a 13 años de distancia, el galardón se ha convertido
en una actividad natural de esa entidad, cuya convocatoria es esperada
por los científicos sociales. Los trabajos que se someten
a concurso son importantes para el desarrollo del país, la
generación de políticas públicas y para la
convivencia global de los seres humanos.
Por su parte, Manuel Perló Cohen, director del IIS,
dijo que el premio se ha consolidado en toda Iberoamérica,
región donde cuenta con presencia y reconocimiento.
Al respecto, resaltó la calidad de los trabajos
sometidos a concurso. “Son ensayos del más alto nivel
y rigor académico en el terreno internacional, que permiten
difundir la labor de los investigadores entre la sociedad”.
Recibieron mención honorífica los científicos
sociales Jorge Balderas Domínguez, de la Universidad Autónoma
de Ciudad Juárez, por el trabajo “Narrativas sobre
violencia, miedo e inseguridad en Ciudad Juárez” y
Reynaldo Germán Martínez Velasco, de El Colegio de
la Frontera Sur, por “Chiapas: cambio social, migración
y curso de vida”.
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