Boletín UNAM-DGCS-759
Ciudad Universitaria
06:00 hs. 20 de diciembre de 2013.
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Felipe A. Noguera
Entre los resultados de LINBOS, se han descubierto y descrito para la ciencia más de 60 especies de los diferentes grupos de insectos estudiados. (cortesía Enrique Ramírez)

DESARROLLAN EN LA UNAM PRIMERA BASE DE DATOS “LINBOS, LOS INSECTOS DEL BOSQUE SECO”

• El propósito es conocer la diversidad de estos organismos en el bosque tropical caducifolio del país, para tener más elementos que apoyen la importancia de preservar ese ecosistema, informó Felipe A. Noguera, integrante de la Estación de Biología Chamela del IB
• Se han registrado alrededor de mil 500 especies de los grupos estudiados y se han descubierto y descrito para la ciencia más de 60

LINBOS, Los Insectos del Bosque Seco, proyecto desarrollado por expertos del Instituto de Biología (IB) de la UNAM, es la primera base de datos de su tipo, enfocada a este grupo de organismos y relacionada a un ecosistema en particular.

Su propósito es dar a conocer la diversidad y patrones de distribución de los insectos en el bosque tropical caducifolio (BTC) en México y con ello contribuir a los esfuerzos de conservación de este hábitat natural, uno de los ecosistemas tropicales más diversos en México y el que tiene mayor número de endemismos en el país.

Desafortunadamente, también es uno de los más perturbados, con una tasa de deforestación cercana al dos por ciento anual, por lo que requiere medidas urgentes para su protección, indicó Felipe A. Noguera, integrante de la Estación de Biología Chamela (EBCH) del IB.

El proyecto, iniciado en 1995, ha permitido estudiar diferentes sitios del territorio nacional: la región de Chamela y la de San Buenaventura, en Jalisco; Ixtlahuacán, en Colima; el límite norte de la distribución del BTC en el país, en la Sierra de San Javier en Sonora, así como la región de Acahuizotla en Guerrero.

De igual manera, el sur de la Reserva de la Biosfera Tehuacán-Cuicatlán, en específico el área de Santiago Dominguillo y el Parque Nacional Huatulco, ambos en Oaxaca; la región de Ocozocuautla, en Chiapas; los alrededores de la presa El Cajón, en Nayarit, además de la Sierra de Huautla, en Morelos.

De esos lugares se tienen registradas alrededor de mil 500 especies de los grupos estudiados, en los que los participantes son expertos: Santiago Zaragoza analiza cinco familias de coleópteros, que son Cantharidae, Lampyridae, Lycidae, Phengodidae y Telegeusidae; Enrique González, odonatos o libélulas; Enrique Ramírez, sírfidos o moscas y el propio Noguera, cerambícidos o escarabajos de cuernos largos.

Entre los resultados de LINBOS, se han descubierto y descrito para la ciencia más de 60 especies de los diferentes grupos estudiados, abundó el biólogo.

Los insectos constituyen el grupo más diverso de organismos en el planeta. Ecológicamente son muy importantes, su papel es básico en el funcionamiento adecuado de un ecosistema terrestre. Por ejemplo, están los polinizadores como las abejas; los “descomponedores”, que reintegran la materia muerta al ecosistema, como los cerambícidos, así como los depredadores, como las avispas, que regulan las poblaciones de otros insectos.

Este proyecto inició después de que los participantes del grupo realizaron estudios en la Estación de Chamela y reconocieron que la preservación del BTC de nuestro país requiere del resguardo de otras áreas con el mismo tipo de vegetación. “Nos dimos cuenta que no sólo es importante conservar un área como la EBCH, sino que es indispensable proteger la mayor cantidad de sitios posibles dentro de nuestro territorio y para eso es necesario conocerlos”, acotó Noguera.

Así, se abocaron a explorar otras áreas con ese tipo de vegetación en la vertiente del Pacífico, no sólo para tener información de la diversidad de estos grupos, sino también para conocer sus patrones de distribución.

La información reunida es incorporada a una base de datos que estará disponible para su consulta en un futuro cercano, a través del sitio de Internet: www.linbos.net. Por el momento, éste contiene la lista de especies de cada localidad estudiada, imágenes, la descripción y aspectos generales del proyecto.

Además, conjuntamente con Miguel A. Ortega, otro investigador de la EBCH, se ha empezado a trabajar en el modelado de la distribución potencial de las especies de los grupos analizados.

Otro resultado importante del proyecto es el enriquecimiento de las colecciones nacionales albergadas en el IB, pues los ejemplares recolectados son depositados en la Colección Nacional de Insectos y en la entomológica de la Estación de Biología Chamela.

Asimismo, el uso de algunos sistemas de muestreo, como trampas de luz y trampas Malaise, nos permitió capturar especímenes de otros grupos, que ahora están disponibles para investigadores interesados. De hecho, especialistas han empezado a trabajar y publicar estudios de otros insectos, como es el caso de los microhimenópteros, parasitoides importantes en el control poblacional de insectos.

Gracias a LINBOS (financiado por la UNAM, el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología y la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad), de 1995 a la fecha se han defendido varias tesis de licenciatura y posgrado, y se han publicado alrededor de 40 artículos en revistas indizadas y 10 capítulos de libros, señaló el universitario.

En el futuro se planea realizar trabajos de campo en otras regiones del país, a fin de tener un mapa completo de la diversidad y patrones de distribución de estos grupos de insectos en el BTC de la República. Así, se espera desarrollar estudios en el sur de Baja California, en la Depresión del Balsas y en la península de Yucatán.

De igual manera, en la vertiente del Golfo, sobre todo en el centro de Veracruz y cerca de Tamaulipas, donde aún existen áreas con bosque tropical caducifolio. De esa forma, se cubriría la mayor parte del país en donde se distribuye este ecosistema.

Con LINBOS se pretende sentar las bases para responder a preguntas como ¿cuáles son los sitios con mayor diversidad biológica o mayor número de endemismos?, ¿existen patrones de diversidad generales para todos los grupos de insectos estudiados?, ¿estos patrones están determinados por factores históricos o ecológicos actuales?

También, ¿qué relación existe entre los cambios fenológicos de la vegetación y los patrones de riqueza?, ¿cuál ha sido la distribución espacial y temporal del esfuerzo de muestreo?, ¿los sitios de alta riqueza de especies están incluidos dentro de áreas naturales que tienen algún régimen de protección o conservación?

Con esta información, finalizó el científico, se espera coadyuvar a los esfuerzos de conservación que se hagan en el país para proteger al bosque tropical caducifolio, incluido el establecimiento de nuevas áreas con algún régimen de protección en México.

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Fotos

Felipe A. Noguera, integrante de la Estación de Biología Chamela del IB de la UNAM. (cortesía Enrique Ramírez)