En el mundo, más de mil millones de personas viven
con alguna discapacidad. Del total, cerca de 200 millones experimentan
dificultades considerables en sus actividades cotidianas, de acuerdo
con la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En México se han instrumentado acciones para eliminar
las barreras físicas que limitan su autonomía y el
libre acceso a distintas instalaciones, con seguridad y comodidad.
Aún con estas medidas, existen pendientes para garantizar
su inclusión, estableció Celia Facio Salazar, integrante
del Seminario de Arquitectura y Diseño Incluyentes de la
Facultad de Arquitectura (FA) de la UNAM.
Es importante que las personas con discapacidad disfruten
derechos como el acceso a servicios de salud, educación,
a un trabajo y a la recreación. En este sentido, es necesario
sensibilizar a la población sobre los problemas que enfrentan
diario para desplazarse, orientarse e incorporarse integralmente
a la sociedad, expuso la académica, en ocasión del
Día Internacional de las Personas con Discapacidad, que se
conmemora cada 3 de diciembre.
En este rubro existe normatividad vigente, acorde con preceptos
constitucionales y con la Convención Internacional sobre
los Derechos de las Personas con Discapacidad, promovida por la
Organización de las Naciones Unidas (ONU) y suscrita por
nuestro país, subrayó la especialista.
Facio Salazar informó que la UNAM cuenta con la
Unidad de Atención para Personas con Discapacidad (UNAPDI),
creada por acuerdo del rector José Narro Robles, en junio
de este año.
La instancia ofrece a los alumnos de esta casa de estudios
servicios de orientación, información y apoyo que
faciliten su integración a la vida cotidiana y para potenciar
y ejercer plenamente sus capacidades, habilidades y aptitudes con
equidad e igualdad de oportunidades.
La iniciativa abre las posibilidades para desarrollar proyectos
conjuntos y unir esfuerzos para garantizar la accesibilidad en las
instalaciones universitarias, sostuvo.
Accesibilidad, un derecho
La especialista en accesibilidad y diseño universal
subrayó que estos colectivos requieren banquetas y cruces
peatonales libres de obstáculos, sitios adecuados para circular
dotados con pavimento en buenas condiciones y superficies antideslizantes.
También es importante que en la generación
de espacios públicos accesibles se consideren las necesidades
específicas para cada tipo de discapacidad, pues por lo general
las soluciones se centran sólo en los problemas motrices.
Es un requisito que todo individuo pueda transitar por estas vías
con seguridad, recalcó.
La arquitecta, galardonada con la Distinción Universidad
Nacional para Jóvenes Académicos, en el área
de Arquitectura y Diseño, subrayó que los espacios
públicos y privados no deben tener barreras para la movilidad.
Asimismo, los inmuebles deben contar con información y señalización
especial para que las personas ciegas, con disminución visual,
problemas de audición o movilidad, utilicen las instalaciones
de manera autónoma, segura y cómoda.
En los lugares de trabajo, en el transporte público,
escuelas, oficinas de gobierno, recintos deportivos, de espectáculos
y en la vía pública debe garantizarse el acceso con
medidas administrativas y acciones orientadas a brindar instalaciones
amables, con rampas para usuarios de silla de ruedas, elevadores
de empleo preferencial o ayudas como la incorporación de
barandales en apoyo a quienes tienen movilidad reducida, entre otros
componentes.
El Seminario de Arquitectura y Diseño Incluyentes
de la FA, es un lugar de investigación y realización
de proyectos de accesibilidad y diseño universal, donde participan
académicos de diferentes disciplinas; su objetivo es generar
espacios y objetos que promuevan la inclusión del humano
en su diversidad.
Discapacidad en México
En la Clasificación Internacional del Funcionamiento,
de la Discapacidad y de la Salud, se define a estas personas como
aquellas que tienen una o más deficiencias físicas,
mentales, intelectuales o sensoriales y que al interactuar con distintos
ambientes, el entorno social puede impedir su participación
plena, efectiva y en igualdad de condiciones.
De acuerdo con cifras oficiales, en México de cada
100 individuos, 39 las presentan porque sufrieron alguna enfermedad;
23, por edad avanzada; 16 la adquirieron por herencia, en el embarazo
o al nacer; 14 quedaron con lesión a consecuencia de algún
accidente y ocho debido a otras causas.
Si la sociedad no está consciente de esta problemática,
no se registrarán avances significativos para lograr su inclusión.
Se requieren medidas de sensibilización, diseñar programas
educativos con visión de accesibilidad y establecer medidas
para garantizar el acceso a los espacios públicos y privados,
concluyó.
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