La Facultad de Estudios Superiores (FES) Acatlán,
recibió dos reconocimientos en el Segundo Concurso de Teatro
“sin tanto teatro”, al que convocó la Compañía
Teatral Arlequín de Tulancingo, Hidalgo, y en el que se escenificaron
obras del dramaturgo Tomás Urtusástegui.
El director del Colectivo Taller de Teatro Universitario
de este campus multidisciplinario, Pedro Quezada Zamora, recibió
la distinción por la mejor dirección profesional,
mientras que la actriz Carmen Vélez obtuvo la de mejor actuación
femenina.
Quezada Zamora es egresado de la Escuela de Arte Teatral
del INBA y ha sido profesor de actuación, historia del teatro,
análisis del texto y dirección escénica, dentro
y fuera de la UNAM, además de que ha estado a cargo de innumerables
talleres para niños y jóvenes.
Para su participación en este certamen eligieron
los montajes Que esto que l’otro ¡salud!, que
aborda la problemática del alcoholismo y por el cual recibieron
el galardón de mejor dirección, mientras que con Soy
Frida, soy libre, monólogo sobre la vida de la pintora
Frida Kahlo, se obtuvo el reconocimiento por mejor actuación
femenina.
Quezada Zamora precisó que la primera obra la ha
trabajado a lo largo de 15 años, con cerca de 400 representaciones,
un logro porque regularmente los montajes de difusión cultural
dentro de la universidad se hacen para un solo día.
En el concurso, detalló, participaron 12 grupos
de teatro independiente que se presentaron en espacios distintos
a un escenario, por ejemplo, Que esto que l’otro ¡salud!
se escenificó en el Museo del Ferrocarril, por lo que
la obra tuvo que ser adaptada al espacio, mientras que Soy Frida,
soy libre, se montó en la terraza de un centro nocturno.
Aunque los sitios fueron diferentes a un teatro, “pudimos
encarar con soltura la función y esto nos ayudó”,
por ejemplo, cuando presentaron Soy Frida, soy libre perdimos
un elemento de sorpresa, pero la luz del lugar generó un
efecto “como si estuviera en un sueño”, que cautivó
a los espectadores, indicó.
Tras recibir el reconocimiento, declaró que este
tipo de galardones son satisfactorios porque resaltan el trabajo
de experimentación e incursión en las problemáticas
del ser humano que se desarrolla en las aulas universitarias; no
obstante, en esta labor hay dos tipos de premios, los oficiales
y los del público.
Al respecto, consideró que “es más
fuerte y nutridor el del público, porque uno no hace el trabajo
para los concursos, sino que uno siente la necesidad de llevar un
texto a escena”, para que la gente que enfrente situaciones
similares reflexione, señaló.
Sin embargo, los dos implican una gran responsabilidad
porque “uno está obligado a crecer y junto con uno
los que están bajo nuestra responsabilidad. Nos obliga a
estar al día y revisar todas las herramientas que se manejan
en el teatro para ver si las teorías siguen vigentes o han
perdido eficacia”, apuntó.
Al experimentar los talleres culturales que se ofrecen
en la UNAM, los universitarios tienen la oportunidad de acceder
a una actividad que los va a transformar, porque entran al terreno
de lo imaginario y eso es fantástico, pues exploran otras
propuestas de vida.
La magia de Frida
La actriz Carmen Vélez reveló que interpretar
a la pintora mexicana en un espacio sui géneris pensó
que iba a ser difícil, pero la dirección de Pedro
Quezada fue importante para este éxito en Hidalgo, en donde
se generó “la magia” que logró cautivar
al público.
La universitaria aceptó que dar vida a este personaje
fue un reto, pero la preparación y la guía del director
le dio los elementos para desenterrar todo aquello que padeció
la pintora, fue como si le dijera “te voy a dejar sentirla
y te daré todos los instrumentos para que lo puedas hacer”.
Ambas obras son de Tomás Urtusástegui, médico
cirujano de profesión, cuya pasión por este arte lo
llevó a escribir 336 obras, de las cuales estrenó
172, que se han representado en Europa y América.
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