Conocer a nivel atómico la estructura de materiales
tan diversos como cristales líquidos, metales, polímeros,
catalizadores, fármacos, semiconductores o cerámicas,
es posible con la difracción de rayos X (con ésta
se descubrió, en 1953, la estructura de la doble hélice
del ADN. Entre otras aplicaciones, actualmente ayuda a determinar
la estructura de las proteínas).
Esta técnica utiliza la difracción, un fenómeno
físico característico de las ondas, que consiste en
dispersarlas al interaccionar con un objeto ordenado. Ocurre en
todo tipo de ondas, las sonoras y las electromagnéticas,
como la luz y los rayos X.
Estos últimos tienen longitudes de onda parecidas
a las distancias que existen entre los átomos en los materiales
cristalinos, por eso su difracción puede usarse para indagar
la naturaleza de la estructura molecular. Los rayos X penetran en
cuerpos opacos, como el nuestro, y además de fotografiar
los huesos, sirven para detectar microfracturas en metales y para
analizar obras de arte.
Con un equipo de vanguardia para servicios analíticos, el
Centro de Física Aplicada y Tecnología Avanzada (CFATA)
modernizó, con un segundo difractómetro, su Laboratorio
de Difracción de Rayos X, con el que puede profundizar en
estudios de materiales y estructuras orgánicas.
Laboratorio certificado
La instalación cuenta, desde 2004, con una certificación
internacional de acuerdo a la norma ISO 9001:2008 en Sistemas de
Gestión de Calidad y pertenece a la red internacional IQNet,
que garantiza un estricto control de calidad en los servicios que
ofrece, con equipos calibrados mediante un estándar certificado
ante el National Institute of Standards and Technology (NIST), explicó
Eric Mauricio Rivera Muñoz, investigador del CFATA y responsable
del laboratorio.
Ante Carlos Arámburo de la Hoz, coordinador de la
Investigación Científica, Rivera Muñoz detalló
que en 2012 se analizaron, con el difractrómetro original,
más de 500 muestras, que apoyaron investigaciones del CFATA,
tesis profesionales y brindó servicio de análisis
a empresas como Helvex, Sandoz y Siemens, entre otras.
Nuevo equipo
Con el nuevo difractómetro, obtenido este año
con financiamiento de la UNAM y el Consejo Nacional de Ciencia y
Tecnología, será posible aumentar el análisis
de muestras y adentrar a los alumnos de posgrado en esta técnica.
“Ahora tenemos dos equipos, uno de vanguardia y único
en cuanto a su configuración, pues cuenta con un detector
ultrarrápido de estado sólido, que permite implementar
varias técnicas de gran utilidad para realizar investigación
de frontera en ciencia básica y que tiene grandes aplicaciones
en diferentes industrias”, detalló Rivera Muñoz.
La modernización del laboratorio abre un amplio
panorama para la caracterización de materiales. Por ejemplo,
en investigación básica y de frontera puede analizar
nanoestructuras, nuevas aleaciones metálicas, cristales líquidos,
material biológico y alimentos.
Para la industria, esta instalación ofrece un servicio
especializado de análisis para identificar fases cristalinas
en las que se puede comprobar la presencia de ingredientes activos
de futuros fármacos, algo esencial en el ramo y para la validación
de medicamentos por parte de la Comisión Federal para la
Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS).
El laboratorio también es útil para analizar
materias primas de productos cerámicos y de pigmentos, así
como procesos de corrosión.
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