• Es un bien público y social que debemos poner al alcance
de todos, estableció el rector de la UNAM
• Por su innegable e irremplazable papel en el desarrollo de
las naciones y de las sociedades, se equivocan quienes sostienen que
la universidad llegará a su fin en unos cuantos lustros, sostuvo
en la Universidad del Claustro de Sor Juana
Si no se hace una transformación integral
de la educación superior, nos vamos a equivocar y no vamos a
poder avanzar. Se trata de un bien público y social que debemos
poner al alcance de todos, estableció el rector de la UNAM, José
Narro Robles.
Al participar en el ciclo de conferencias Universidad
y Sociedad, organizado por la Universidad del Claustro de Sor Juana,
consideró que estos centros de estudio están vigentes
y son indispensables para la sociedad. “Como una constante a lo
largo de esos casi mil años, mayormente ha sido y es un espacio
de vida intelectual, de cultivo del conocimiento, de naturaleza académica”.
Por su innegable e irremplazable papel en el
desarrollo de las naciones y de las sociedades, se equivocan quienes
sostienen que la universidad llegará a su fin en unos cuantos
lustros. No es cierto que morirá por los avances tecnológicos;
éstos son, en parte, producto de su trabajo y sabrá adaptarse
y sacarle el mejor provecho posible, como ya lo hace.
Narro Robles refrendó que la educación
universitaria es crucial para que México transite, en verdad,
hacia la sociedad del conocimiento. “La sociedad y el Estado mexicano
deben aprovechar más la capacidad intelectual, la experiencia,
el conocimiento, la infraestructura y equipamiento con que cuentan las
instituciones de educación superior”.
Al inaugurar el ciclo, la rectora de la Universidad
del Claustro de Sor Juana, Carmen López-Portillo Romano, dijo
que la educación es un acto de esperanza, que aspira a cambiar
nuestra forma de ser, a mejorarla; que busca crear una vida que valga
la pena ser vivida, construir un mundo mejor, más justo, tolerante,
respetuoso, libre y en paz.
Las universidades no pueden ser indiferentes
a lo que sucede en el país y el mundo; “como universitarios
debemos rescatar su función rectora; nos corresponde hacer conciencia
e, incluso, exigir que se cumpla el sentido ético que debe tener
la inteligencia. A ella le corresponde ofrecer propuestas para eliminar
los peligros y amenazas existentes para la continuidad de nuestras sociedades”,
finalizó.
El ciclo busca ser un espacio de diálogo
profundo, crítico, reflexivo en torno a los compromisos de esas
instituciones con la sociedad en el momento actual. Ahí, se abordan
temas como Universidad, empresa y sociedad; Cultura y universidad, y
Los futuros de la universidad, con la participación de expertos
nacionales y extranjeros, entre ellos, investigadores de la UNAM.
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