• Luis M. Costales Lara, alumno
del Posgrado de la Facultad de Odontología de la UNAM obtuvo
el primer lugar en la categoría de Caso Clínico en el
certamen nacional, que reunió a estudiantes de 18 universidades
del país
“Más que trabajar con los dientes,
los odontólogos tenemos la obligación de mejorar la calidad
de vida y el aspecto de nuestros pacientes”, dijo Luis M. Costales
Lara, alumno del Posgrado de la Facultad de Odontología (FO)
de la UNAM, galardonado con el Golden Bracket Award 2013 de 3M.
Su trabajo Asimetría facial severa
en paciente clase III, tratamiento ortodóntico-quirúrgico,
fue premiado en la categoría de Caso Clínico en el certamen
nacional que reunió a estudiantes de posgrado de 18 universidades
del país. Por segundo año consecutivo, la facultad obtuvo
el sitio de honor.
El universitario representará a México
y a la UNAM a nivel regional en el Golden Bracket Award Latinoamérica,
competencia que convoca a jóvenes inscritos en el nivel de estudios
referido, en universidades de Colombia, Chile y Brasil.
El caso
En su estancia en el Departamento de Ortodoncia
del Posgrado de la FO, llegó a sus manos la situación
de Raúl, un joven con problemas para masticar por el crecimiento
exagerado y asimétrico de su mandíbula, complicado por
un maxilar corto.
“Atendemos gran número de discrepancias
bucales que requieren tratamientos complejos, inter o multidisciplinarios.
En este caso, era necesaria una intervención ortodóntico-quirúrgica”,
mencionó Isaac Guzmán, académico de la entidad
universitaria, quien asesoró el trabajo galardonado.
Para lograr el mejor pronóstico, fue
necesario un diagnóstico preciso, planificación específica
y trabajo conjunto con el Departamento de Cirugía. Al publicarse
la convocatoria del concurso, el caso estaba casi concluido y arrojaba
resultados óptimos, compartió.
Cambio de perspectiva
Costales Lara recordó que al llegar
a consulta, Raúl estaba consciente de que debía someterse
a una cirugía por la gravedad de su maloclusión. Esto
facilitó el tratamiento, dividido en tres fases y que requirió
21 meses de atención: en la primera, se colocaron brackets y
se extrajeron dos premolares para alinear las piezas y mejorar el arco
bucal.
Después, fue necesaria una tomografía
en tercera dimensión para diagnosticar la discrepancia dentoesquelética
y preparar la intervención quirúrgica requerida. La FO
cuenta con equipo de avanzada para estos estudios, subrayó.
En la operación —a cargo de Juan
Carlos López Noriega y Carlos Acosta Behrends, del Departamento
de Cirugía Maxilofacial del Posgrado de la entidad referida—
se realizaron cortes en el maxilar, para después avanzarlo cuatro
milímetros. Una vez fijo, se escindieron fragmentos de la mandíbula,
para retrocederla siete milímetros y embonar las piezas dentales,
a fin de lograr una oclusión óptima.
En la tercera fase, continuaron los procedimientos
de ortodoncia para controlar la musculatura facial del paciente. Al
determinar que la oclusión era más estable, se retiraron
los elásticos y aparatos.
Después de 21 meses, el rostro de Raúl
se transformó al desaparecer la desviación de la mandíbula
y consolidar un maxilar que ya no se veía pequeño. Su
perfil presentaba un cambio radical: por fin sonreía, feliz con
su nuevo aspecto.
“Aparte de lo físico, ayudamos
a cambiar la perspectiva que tenía de sí mismo. A lo largo
de un año nueve meses mejoró su autoestima; hoy es una
persona nueva”, compartió el joven, originario de Ecuador.
El siguiente paso es participar en el Golden
Bracket Award Latinoamérica, que reunirá a estudiantes
de posgrado de Chile, Colombia y Brasil. Además, el caso fue
presentado en un congreso organizado por la Asociación Americana
de Ortodoncistas, en Filadelfia, Estados Unidos.
Infancia es destino
Durante su niñez, en la ciudad ecuatoriana
de Riobamba, la “Sultana de los Andes”, Luis Costales eligió
dedicarse a cuidar la salud bucal, como su padre. “Siempre lo
admiré por su profesión y me daba orgullo decir que con
su trabajo ayudaba a los demás”, compartió.
La carrera de Cirujano Dentista la estudió
en la Universidad Central del Ecuador, donde recibió clases con
profesores formados en la UNAM. “Es la mejor de Latinoamérica,
por tal reconocimiento decidí hacer el posgrado aquí,
por mi propia cuenta”.
Al respecto, Isaac Guzmán destacó
que el Posgrado en Ortodoncia de la FO dura tres años, para garantizar
una preparación adecuada que no termina en las aulas. Desde el
primer año, a los estudiantes se les insiste en la relevancia
de la actualización y preparación continuas, por la evolución
de los tratamientos y la tecnología.
En cada caso atendido, se les inculca la importancia
de ofrecer a los pacientes un trato humano y no quedarse en lo técnico.
En tanto, Luis Costales adelantó que
planea publicar en revistas de la FO casos que representen nuevos retos.
En el concurso participaron 18 universidades del país y la UNAM
volvió a ganar el primer lugar.
“Sólo contribuimos a mantener
la posición que a nuestra casa de estudios pertenece”,
concluyó.
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