• Ese patrón de variabilidad
ha gobernando los últimos 400 mil años
• Hace dos siglos, el ser humano empezó a incidir sobre
el clima del planeta con la quema de carbón y de petróleo
De acuerdo con estudios científicos,
el cambio climático natural ha existido desde que la Tierra se
formó, hace cuatro mil 600 millones de años; en contraste,
el de origen antropogénico (sobre todo la tendencia hacia climas
cada vez más cálidos) data de hace sólo dos siglos.
El clima es, por naturaleza, variable. En los
últimos dos mil años, la temperatura ha tenido una alteración
amplia, con periodos en los que predominaron climas un poco más
fríos o más cálidos que los actuales.
“Ejemplos de ello es el denominado Cálido
Medieval (entre los años 900 y 1300 d. C.), que coincidió
con el colapso de la cultura maya en Mesoamérica; así
como la Pequeña Edad de Hielo, que abarcó del siglo XV
a mediados del XIX y que se caracterizó por climas más
fríos que los actuales”, afirmó Margarita Caballero
Miranda, investigadora del Laboratorio de Paleolimnología del
Instituto de Geofísica de la UNAM.
La tendencia moderna del calentamiento global
asociado a forzamientos antropogénicos data de hace dos siglos.
El primer llamado de atención sucedió en la década
de los años 20 del siglo pasado. Sin embargo, nadie le dio importancia.
Pero a partir de 1970, nuevamente empezaron a dispararse las altas temperaturas
atmosféricas, que llegaron a un máximo en la segunda mitad
del XX.
“Se sabe que el incremento de las emisiones
de dióxido de carbono en la atmósfera por la quema de
carbón, de roca caliza para la producción de cemento,
de gas natural y, especialmente, de petróleo, ha ido de la mano
con el incremento en la temperatura”, apuntó la investigadora
universitaria.
Variación natural
La variabilidad climática natural (como
la Pequeña Edad de Hielo o los ciclos glaciales) se explica por
las fluctuaciones en la actividad solar o variaciones en la incidencia
de la insolación asociadas a los llamados ciclos de Milankovitch,
que juegan un papel importante para controlar el clima y acotarlo entre
los extremos de temperaturas frías y cálidas (ciclos glaciales).
“Precisamente, el clima de la Tierra
se caracteriza por esta oscilación entre temperaturas frías
y cálidas. Estos ciclos glaciales tienen una periodicidad de
unos 100 mil años, que es el patrón de variabilidad que
ha gobernando el clima de nuestro planeta en los últimos 400
mil años”, explicó Caballero Miranda.
Hoy día, nuestro mundo está en
una etapa geológica relativamente cálida, denominada Holoceno
(últimos 10 mil años). La última vez que presentó
características similares a las actuales fue hace poco más
de 100 mil años.
Seis mil años atrás, en el Holoceno
hubo un periodo conocido como Óptimo Climático del Holoceno
Medio, en el que el clima fue el más cálido de los últimos
10 mil años”, informó.
Lo que dicen los lagos
¿Qué dicen los lagos sobre la
variabilidad climática? ¿Cómo han cambiado los
ecosistemas? ¿Qué se lee en esa memoria que son los sedimentos
lacustres, que contienen restos de algas como las diatomeas, granos
de polen, crustáceos como los ostracodos y minerales como el
cuarzo, la calcita o la magnetita?
“Los estudios de polen permiten conocer
la dinámica de los ecosistemas terrestres, cómo cambiaron
los grupos de vegetación y cómo se establecieron los ecosistemas
actuales”, señaló.
Hace 18 mil años –de acuerdo con
resultados de varios estudios científicos llevados a cabo principalmente
en Estados Unidos y Europa–, las comunidades de plantas eran diferentes
de las modernas y las especies tenían otra distribución
geográfica. Por ejemplo, zonas que hoy son áridas (con
vegetación xerófila) estaban cubiertas por bosques templados.
Éste es un patrón geográfico
claro en el Último Máximo Glacial: las zonas áridas
sub-tropicales del suroeste de Estados Unidos y del noreste de México,
que hoy son desérticas, eran más húmedas y se caracterizaban
por la presencia de grandes lagos.
En el continente africano se puede detectar
otro patrón. Durante el Óptimo Climático del Holoceno
Medio, los sistemas monzónicos, que eran más intensos
que hoy, generaron una región lacustre en medio del Sahara.
Se conoce también que al terminó
de ese Óptimo Climático, con la llegada del Holoceno Tardío,
se dio una tendencia general de aridización en las regiones subtropicales
(norte de África y noreste de México)”, añadió
la investigadora.
Cambio de nivel del mar
Según estudios realizados por científicos
en el mundo, al derretirse los grandes casquetes de hielo, al final
de la última glaciación (hace unos 15 mil años),
el nivel del mar subió de 120 a 150 metros entre el final de
Pleistoceno (15 mil a 10 mil años) y el Óptimo Climático
del Holoceno Medio (hace unos seis mil años), en que llegó
a su máximo nivel.
Este cambio fue estudiado por Caballero Miranda
en la Bahía de Kino, Sonora. Hay evidencias de que, al principio
del Holoceno, este lugar estaba expuesto, esto es, por arriba del nivel
del mar, y que allí se desarrolló un cuerpo de agua dulce
asociado a la boca de un río, el cual se convirtió gradualmente
en una laguna costera al subir el nivel del mar. Así, las aguas
saladas inundaron el sitio de estudio durante el Óptimo Climático
del Holoceno Medio.
Hace dos siglos el ser humano empezó
a incidir en el clima del planeta y hoy hay una tendencia clara hacia
temperaturas más cálidas asociadas al incremento de la
emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera. ¿Debemos
preocuparnos por este cambio climático?
“Sí, y tenemos que hacer algo,
lo que se pueda, para controlar estas emisiones. Ya hay en el mercado
tecnologías limpias y se espera que sean un atenuante, un amortiguador”,
concluyó Caballero Miranda.
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