Boletín UNAM-DGCS-550
Ciudad Universitaria
11:00 hrs. 14 de septiembre de 2013.

           


CADA 100 MIL AÑOS, OSCILACIONES ENTRE CLIMAS FRÍOS Y CÁLIDOS


• Ese patrón de variabilidad ha gobernando los últimos 400 mil años
• Hace dos siglos, el ser humano empezó a incidir sobre el clima del planeta con la quema de carbón y de petróleo

De acuerdo con estudios científicos, el cambio climático natural ha existido desde que la Tierra se formó, hace cuatro mil 600 millones de años; en contraste, el de origen antropogénico (sobre todo la tendencia hacia climas cada vez más cálidos) data de hace sólo dos siglos.

El clima es, por naturaleza, variable. En los últimos dos mil años, la temperatura ha tenido una alteración amplia, con periodos en los que predominaron climas un poco más fríos o más cálidos que los actuales.

“Ejemplos de ello es el denominado Cálido Medieval (entre los años 900 y 1300 d. C.), que coincidió con el colapso de la cultura maya en Mesoamérica; así como la Pequeña Edad de Hielo, que abarcó del siglo XV a mediados del XIX y que se caracterizó por climas más fríos que los actuales”, afirmó Margarita Caballero Miranda, investigadora del Laboratorio de Paleolimnología del Instituto de Geofísica de la UNAM.

La tendencia moderna del calentamiento global asociado a forzamientos antropogénicos data de hace dos siglos. El primer llamado de atención sucedió en la década de los años 20 del siglo pasado. Sin embargo, nadie le dio importancia. Pero a partir de 1970, nuevamente empezaron a dispararse las altas temperaturas atmosféricas, que llegaron a un máximo en la segunda mitad del XX.

“Se sabe que el incremento de las emisiones de dióxido de carbono en la atmósfera por la quema de carbón, de roca caliza para la producción de cemento, de gas natural y, especialmente, de petróleo, ha ido de la mano con el incremento en la temperatura”, apuntó la investigadora universitaria.

Variación natural

La variabilidad climática natural (como la Pequeña Edad de Hielo o los ciclos glaciales) se explica por las fluctuaciones en la actividad solar o variaciones en la incidencia de la insolación asociadas a los llamados ciclos de Milankovitch, que juegan un papel importante para controlar el clima y acotarlo entre los extremos de temperaturas frías y cálidas (ciclos glaciales).

“Precisamente, el clima de la Tierra se caracteriza por esta oscilación entre temperaturas frías y cálidas. Estos ciclos glaciales tienen una periodicidad de unos 100 mil años, que es el patrón de variabilidad que ha gobernando el clima de nuestro planeta en los últimos 400 mil años”, explicó Caballero Miranda.

Hoy día, nuestro mundo está en una etapa geológica relativamente cálida, denominada Holoceno (últimos 10 mil años). La última vez que presentó características similares a las actuales fue hace poco más de 100 mil años.

Seis mil años atrás, en el Holoceno hubo un periodo conocido como Óptimo Climático del Holoceno Medio, en el que el clima fue el más cálido de los últimos 10 mil años”, informó.

Lo que dicen los lagos

¿Qué dicen los lagos sobre la variabilidad climática? ¿Cómo han cambiado los ecosistemas? ¿Qué se lee en esa memoria que son los sedimentos lacustres, que contienen restos de algas como las diatomeas, granos de polen, crustáceos como los ostracodos y minerales como el cuarzo, la calcita o la magnetita?

“Los estudios de polen permiten conocer la dinámica de los ecosistemas terrestres, cómo cambiaron los grupos de vegetación y cómo se establecieron los ecosistemas actuales”, señaló.

Hace 18 mil años –de acuerdo con resultados de varios estudios científicos llevados a cabo principalmente en Estados Unidos y Europa–, las comunidades de plantas eran diferentes de las modernas y las especies tenían otra distribución geográfica. Por ejemplo, zonas que hoy son áridas (con vegetación xerófila) estaban cubiertas por bosques templados.

Éste es un patrón geográfico claro en el Último Máximo Glacial: las zonas áridas sub-tropicales del suroeste de Estados Unidos y del noreste de México, que hoy son desérticas, eran más húmedas y se caracterizaban por la presencia de grandes lagos.

En el continente africano se puede detectar otro patrón. Durante el Óptimo Climático del Holoceno Medio, los sistemas monzónicos, que eran más intensos que hoy, generaron una región lacustre en medio del Sahara.

Se conoce también que al terminó de ese Óptimo Climático, con la llegada del Holoceno Tardío, se dio una tendencia general de aridización en las regiones subtropicales (norte de África y noreste de México)”, añadió la investigadora.

Cambio de nivel del mar

Según estudios realizados por científicos en el mundo, al derretirse los grandes casquetes de hielo, al final de la última glaciación (hace unos 15 mil años), el nivel del mar subió de 120 a 150 metros entre el final de Pleistoceno (15 mil a 10 mil años) y el Óptimo Climático del Holoceno Medio (hace unos seis mil años), en que llegó a su máximo nivel.

Este cambio fue estudiado por Caballero Miranda en la Bahía de Kino, Sonora. Hay evidencias de que, al principio del Holoceno, este lugar estaba expuesto, esto es, por arriba del nivel del mar, y que allí se desarrolló un cuerpo de agua dulce asociado a la boca de un río, el cual se convirtió gradualmente en una laguna costera al subir el nivel del mar. Así, las aguas saladas inundaron el sitio de estudio durante el Óptimo Climático del Holoceno Medio.

Hace dos siglos el ser humano empezó a incidir en el clima del planeta y hoy hay una tendencia clara hacia temperaturas más cálidas asociadas al incremento de la emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera. ¿Debemos preocuparnos por este cambio climático?

“Sí, y tenemos que hacer algo, lo que se pueda, para controlar estas emisiones. Ya hay en el mercado tecnologías limpias y se espera que sean un atenuante, un amortiguador”, concluyó Caballero Miranda.

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Fotos

En los últimos dos mil años, la temperatura del planeta ha tenido una alteración amplia, con periodos en los que predominaron climas un poco más fríos o más cálidos que los actuales.