• Abatirlo debe ser una prioridad
de la agenda nacional
• Los gobiernos estatales y municipales deben focalizar políticas
y programas que atiendan a las personas en situación de pobreza,
mujeres, indígenas, jóvenes entre 15 y 24 años
y a la población desplazada por la violencia, recomendó
Patricia Ducoing Watty, del IISUE, en ocasión del Día
Internacional de la Alfabetización, que se conmemora este 8
de septiembre
Se calcula que 6.7 millones de mexicanos mayores
de 15 años no saben leer ni escribir. Ante los resultados aún
insuficientes de las estrategias gubernamentales para abatir el analfabetismo,
se requieren políticas que atiendan la gravedad del problema
que afecta, principalmente, a mujeres y comunidades indígenas,
recomendó Patricia Ducoing Watty, del Instituto de Investigaciones
sobre la Universidad y la Educación (IISUE) de la UNAM.
Lo más lamentable es que cerca de medio
millón de jóvenes de entre 15 y 24 años, tengan
esta carencia en pleno siglo XXI, advirtió en ocasión
del Día Internacional de la Alfabetización, que se conmemora
el 8 de septiembre.
En el mundo existen 100 millones de analfabetas.
Después del África Subsahariana, Asia del Sur y del Oeste
y las naciones árabes, América Latina es una de las regiones
con mayor población en esta condición. Aún es un
rezago pendiente, subrayó.
Estrategia integral
En el país debe constituir una prioridad
de la agenda nacional. Los gobiernos estatales y municipales deben focalizar
políticas y programas que atiendan a los grupos en situación
de pobreza: mujeres, indígenas, jóvenes entre 15 y 24
años y población desplazada por la violencia, puntualizó.
En el territorio nacional, seis de cada 100 hombres y ocho de cada 100
mujeres son analfabetos, lo que demuestra la segregación de género.
En ciertos ámbitos sociales persiste la idea de que no es necesario
que las niñas asistan a la escuela, porque deben encargarse de
las tareas domésticas.
El esquema debe atender, principalmente, a los grupos poblacionales
referidos en las regiones centro y sureste, donde se localizan los estados
que presentan el rezago educativo más significativo. En las comunidades
indígenas, a la par de enseñar español, deben rescatarse
las lenguas de las etnias, precisó.
Ducoing Watty subrayó que además
de abatir el analfabetismo, los programas deben erradicar la deserción
escolar para cumplir el mandato constitucional que establece la obligatoriedad
de la educación secundaria y el bachillerato, además de
garantizar la equidad de género en todos los niveles instructivos.
“De no alcanzar el tercer grado de formación
básica, las capacidades de leer y escribir pueden perderse. Si
no escolarizamos a los niños y adolescentes, más tarde
formarán parte de los grupos analfabetas del país”,
advirtió.
Los distintos niveles de gobierno deben ubicar a los grupos más
vulnerables y diseñar estrategias para alfabetizarlos y escolarizarlos,
con sustento en el derecho de la población en este ámbito,
concluyó.
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