• Es el primer investigador latinoamericano
que recibirá la distinción, que reconoce a un científico
o a un pequeño grupo de especialistas por sus contribuciones
sobresalientes a los estudios de la Tierra y las ciencias espaciales
Jaime Urrutia Fucugauchi, del Instituto de
Geofísica (IGf) de la UNAM, recibirá el Premio Internacional
de la Unión Americana de Geofísica (AGU, por sus siglas
en inglés), que reconoce a un científico o a un pequeño
grupo de especialistas por sus contribuciones sobresalientes a los estudios
de la Tierra y las ciencias espaciales.
La AGU es un organismo sin fines de lucro –con
más de 62 mil integrantes de 144 países–, dedicado
al avance de las ciencias terrestres y espaciales en beneficio de la
humanidad, a través de sus publicaciones científicas,
conferencias y programas de extensión.
Urrutia Fucugauchi ha desarrollado estudios
multi e interdisciplinarios sobre el sistema Tierra, incluidos enfoques
de paleomagnetismo, tectónica, exploración geofísica,
paleoclimas, cráteres de impacto y meteoritos.
Realiza investigaciones sobre el cráter
Chicxulub, las extinciones de organismos y el origen y evolución
del sistema solar. Esas aportaciones le valieron ser el primer investigador
latinoamericano en recibir la distinción, que será entregada
el 11 de diciembre, en el marco del Congreso 46 de la Reunión
Anual de Otoño en San Francisco, California.
Al respecto, el también integrante de
la Junta de Gobierno de esta casa de estudios, comentó que “la
AGU pretende que quienes reciban esta distinción tengan contribuciones
relevantes e innovadoras”.
“Supongo que el área que se me
reconoce es la parte de los estudios en el Chicxulub, en la Península
de Yucatán. De hecho, es una de las actividades que tiene mayor
repercusión a nivel internacional, de interés por su carácter
multidisciplinario e implicaciones para la evolución del planeta
y la vida”, apuntó el geofísico universitario.
Tener en México el cráter formado
por el impacto del meteorito relacionado con la extinción de
los dinosaurios y el inicio de la era Cenozoica y de los mamíferos,
“es una oportunidad enorme que deberíamos aprovechar más”.
La colisión que formó el cráter
es un suceso que marcó las fronteras de las eras geológicas
y modificó la evolución de los organismos. “Con
ello desapareció el 75 por ciento de las especies, es decir,
tres de cada cuatro. Chicxulub es uno de los eventos que se enmarca
muy bien en tratar de estudiar a la Tierra como sistema”, acotó.
Analizarla como planeta contribuye a cambiar
las perspectivas. “Ojalá que esta visión de la geofísica
pueda permear en los niveles político, social y económico
del mundo, pues finalmente somos ciudadanos de él, sin embargo,
por la forma en que estamos distribuidos –en países industrializados
y en desarrollo– es complejo tener una visión global. Espero
que este enfoque cambie y podamos considerarnos todos como sus habitantes”.
Al referirse a la distinción, comentó
que “son más de 62 mil los miembros de la AGU, de ellos,
más de 24 mil expondrán trabajos de calidad y sólo
un número relativamente pequeño recibirá distinciones
en esta ocasión”.
El premio reconoce a la comunidad geofísica
latinoamericana en general y a la calidad de las investigaciones que
se hacen en la región, concluyó.
La reunión de otoño de la AGU
es la más grande de los congresos internacionales de geociencias,
en ella participan estudiosos de la Tierra y científicos espaciales
de diferentes países. El organismo se dedica a fomentar la investigación
de alta calidad, la difusión de los resultados, la mejora de
las oportunidades educativas en este ámbito y el fomento de la
cooperación internacional en la materia.
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