• Se estima que, por causas antropogénicas,
en los próximos decenios las áreas húmedas del
país lo serán más y las condiciones en las áridas
se agravarán, advirtió Richard Seager, de la Columbia
University en Palisades, en su visita al Centro de Ciencias de la
Atmósfera de la UNAM
El humano altera de forma continua los ciclos
de la naturaleza, como muestran las modificaciones en precipitaciones
en el monzón de América del Norte o en aspectos como la
sequía, fenómenos que podría afectar aún
más al norte de la nación en las próximas décadas,
consideró en la UNAM Richard Seager, de la Columbia University
en Palisades, Nueva York.
Al participar en el ciclo Panorama Actual de
las Ciencias Atmosféricas, organizado por el Centro de Ciencias
de la Atmósfera de esta casa de estudios, el investigador señaló
que parte de nuestro territorio está en una zona seca que lo
será aún más los próximos años. Al
norte, la atmósfera será más cálida y llevará
mayores evaporaciones que en regiones subtropicales. En los siguientes
decenios, las áreas húmedas lo serán más
y las condiciones en las áridas se agravarán.
“La variabilidad de la precipitación
en México se relaciona con las temperaturas del mar en el Pacífico
y Atlántico. Esto debe permitir cierto aspecto predecible por
temporada”, indicó al impartir la conferencia Drought
in México: an observational, modeling and tree ring study of
natural variability and hydroclimate change.
Además, la energía estática de humedad en la superficie
no se calienta tanto en primavera como en el resto del año. “El
motivo es que la reducción de la precipitación del invierno
implica que el suelo está más seco al inicio de la temporada
del monzón; eso, combinado con la temporada, quiere decir que
éste no puede iniciar tan temprano, hay que esperar un mes más
hasta que acumule la suficiente humedad y temperatura”.
Seager realiza registros en anillos de árboles
y simulaciones con modelos climáticos para analizar la historia
de sequías en México en siglos pasados, así como
vínculos entre el hidroclima nacional y variaciones de anomalías
en la temperatura superficial de los océanos Pacífico
y Atlántico.
El poder de las redes sociales
Por su parte, Laurence Mee, responsable del
diseño y construcción del buque oceanográfico Puma
y representante de las universidades Highlands & Islands y Plymouth,
impartió la conferencia Not one step back! Ensuring resilent
seas in the anthropocene era.
El científico aseguró que los
economistas han desarrollado nuevas mediciones para incluir el bienestar
humano en los indicadores económicos, uno de los más confiables
es el índice de progreso genuino cada vez más utilizado
por los países junto con otras variables económicas tradicionales,
acotó.
También, consideró necesario
buscar nuevas maneras de mapear los océanos, porque sólo
conocemos cinco por ciento de los mares profundos; “hace 20 años,
por ejemplo, encontramos una nueva especie de ballena”.
Debemos medir y modelar las consecuencias del
cambio global y desarrollar tecnologías más inteligentes
que activen el intercambio de información para mejorar el conocimiento
y las conexiones entre el mar y los humanos, concluyó.
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