• Se trata de un buen método,
sobre todo si permite inmunizar a la población a un costo razonable,
afirmó Luis Durán Arenas, jefe del Departamento de Salud
Pública de la FM de la UNAM
En México y en el mundo, se busca prevenir
enfermedades a través de la vacunación. Sin duda, se trata
de un buen método, sobre todo si permite inmunizar a la población
a un costo razonable, afirmó Luis Durán Arenas, jefe del
Departamento de Salud Pública de la Facultad de Medicina (FM)
de la UNAM.
Sin embargo, abundó, estos fármacos
son costosos, sobre todo si se trata de innovaciones en las que, para
su desarrollo, los laboratorios han invertido grandes cantidades de
dinero. Por ello, “es necesario determinar qué tanto se
gana al aplicar esa medida en forma general para una afección
no tan letal como el dengue. Realmente duele y es escandaloso, pero
el porcentaje de muertes es bajo, y si se tratan adecuadamente los casos
graves, la vacunación universal no sería una alternativa
económicamente viable”.
El especialista explicó que estudios
recientes arrojaron que el costo del tratamiento de este mal, en su
primera fase –dengue clásico–, es reducido. Por el
contrario, inmunizar en forma universal representa una inversión
importante, y por lo tanto, no es una opción ideal. “Sería
necesario considerar estrategias de vacunación en grupos limitados
de alto riesgo, donde se logre un mayor impacto en relación con
su costo”, propuso.
El dengue clásico es escandaloso, reiteró
Durán Arenas, pues a los infectados les produce síntomas
similares a los de una gripe severa: fiebre y dolores de cabeza, musculares
y articulares, pero es autorrecuperable al cabo de siete o 10 días
de reposo y tratamiento adecuado (de muy bajo costo).
Quienes desarrollan la forma severa (11.2 por
ciento de los infectados) presentan trastornos hemorrágicos,
fiebre elevada persistente por más de una semana y convulsiones
ocasionadas por los fuertes dolores, no obstante, “sólo
una mínima parte llega a morir, en general, a causa de una atención
no oportuna”.
El universitario resaltó que en 2011,
en los 25 estados endémicos del dengue (entre ellos Tamaulipas,
Veracruz, Chiapas, Tabasco, Campeche, Yucatán, Guerrero y Michoacán)
se presentaron unos 22 mil casos y se registraron, aproximadamente,
36 decesos. “Lo más seguro es que en este año las
cifras no sean tan importantes, debido a la inmunidad de grupo”.
Al respecto, explicó que si el número
de casos en un año es elevado, al siguiente la población
susceptible –niños y jóvenes, principalmente–
será menor, porque ya fueron infectados por el virus circulante,
enfermaron y sobrevivieron. “Sería difícil que vuelvan
a contraer la afección, a menos que empiece a circular una nueva
cepa de virus a través del vector”.
Por ejemplo, refirió, en 2009 hubo una
epidemia, “quizá llegamos a los 132 mil casos”; en
2010 disminuyó el número (48 mil), mientras que en 2011,
se registraron alrededor de 22 mil y en 2012, se triplicó esta
última cifra (62 mil).
Medidas de seguridad
El dengue está asociado al mosquito
Aedes aegypti, que se desarrolla en las zonas tropicales y
subtropicales; su resistencia permite su reproducción con facilidad
en cualquier depósito de agua y su repunte es durante la época
de lluvias, “probablemente de mayo a octubre, lapso de mayor incidencia”.
Para controlarla, el especialista recomendó
usar repelentes, colocar mosquiteros en puertas y ventanas, fumigar
antes de la temporada de lluvias, “pues si éstas ya están
presentes el agua se lleva el químico o la sustancia que se utilice”.
Además, debe evitarse el líquido
estancado en patios, jardines y azoteas, así como retirar cacharros
(llantas, ollas, basura, juguetes y cualquier otro reservorio) para
impedir la reproducción del vector.
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