Boletín UNAM-DGCS-508
Ciudad Universitaria
11:00 hrs. 24 de agosto de 2013.


Luis Durán Arenas

           


VACUNAR CONTRA EL DENGUE, ESTRATEGIA QUE DEBE CONSIDERARSE CON CUIDADO


• Se trata de un buen método, sobre todo si permite inmunizar a la población a un costo razonable, afirmó Luis Durán Arenas, jefe del Departamento de Salud Pública de la FM de la UNAM

En México y en el mundo, se busca prevenir enfermedades a través de la vacunación. Sin duda, se trata de un buen método, sobre todo si permite inmunizar a la población a un costo razonable, afirmó Luis Durán Arenas, jefe del Departamento de Salud Pública de la Facultad de Medicina (FM) de la UNAM.

Sin embargo, abundó, estos fármacos son costosos, sobre todo si se trata de innovaciones en las que, para su desarrollo, los laboratorios han invertido grandes cantidades de dinero. Por ello, “es necesario determinar qué tanto se gana al aplicar esa medida en forma general para una afección no tan letal como el dengue. Realmente duele y es escandaloso, pero el porcentaje de muertes es bajo, y si se tratan adecuadamente los casos graves, la vacunación universal no sería una alternativa económicamente viable”.

El especialista explicó que estudios recientes arrojaron que el costo del tratamiento de este mal, en su primera fase –dengue clásico–, es reducido. Por el contrario, inmunizar en forma universal representa una inversión importante, y por lo tanto, no es una opción ideal. “Sería necesario considerar estrategias de vacunación en grupos limitados de alto riesgo, donde se logre un mayor impacto en relación con su costo”, propuso.

El dengue clásico es escandaloso, reiteró Durán Arenas, pues a los infectados les produce síntomas similares a los de una gripe severa: fiebre y dolores de cabeza, musculares y articulares, pero es autorrecuperable al cabo de siete o 10 días de reposo y tratamiento adecuado (de muy bajo costo).

Quienes desarrollan la forma severa (11.2 por ciento de los infectados) presentan trastornos hemorrágicos, fiebre elevada persistente por más de una semana y convulsiones ocasionadas por los fuertes dolores, no obstante, “sólo una mínima parte llega a morir, en general, a causa de una atención no oportuna”.

El universitario resaltó que en 2011, en los 25 estados endémicos del dengue (entre ellos Tamaulipas, Veracruz, Chiapas, Tabasco, Campeche, Yucatán, Guerrero y Michoacán) se presentaron unos 22 mil casos y se registraron, aproximadamente, 36 decesos. “Lo más seguro es que en este año las cifras no sean tan importantes, debido a la inmunidad de grupo”.

Al respecto, explicó que si el número de casos en un año es elevado, al siguiente la población susceptible –niños y jóvenes, principalmente– será menor, porque ya fueron infectados por el virus circulante, enfermaron y sobrevivieron. “Sería difícil que vuelvan a contraer la afección, a menos que empiece a circular una nueva cepa de virus a través del vector”.

Por ejemplo, refirió, en 2009 hubo una epidemia, “quizá llegamos a los 132 mil casos”; en 2010 disminuyó el número (48 mil), mientras que en 2011, se registraron alrededor de 22 mil y en 2012, se triplicó esta última cifra (62 mil).


Medidas de seguridad

El dengue está asociado al mosquito Aedes aegypti, que se desarrolla en las zonas tropicales y subtropicales; su resistencia permite su reproducción con facilidad en cualquier depósito de agua y su repunte es durante la época de lluvias, “probablemente de mayo a octubre, lapso de mayor incidencia”.

Para controlarla, el especialista recomendó usar repelentes, colocar mosquiteros en puertas y ventanas, fumigar antes de la temporada de lluvias, “pues si éstas ya están presentes el agua se lleva el químico o la sustancia que se utilice”.

Además, debe evitarse el líquido estancado en patios, jardines y azoteas, así como retirar cacharros (llantas, ollas, basura, juguetes y cualquier otro reservorio) para impedir la reproducción del vector.

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Fotos

Luis Durán Arenas, jefe del Departamento de Salud Pública de la Facultad de Medicina de la UNAM.