• Desarrollada a partir del 2010
por Sergio Mendoza Ramos y Xavier Hernández Doring, del IA
de la UNAM, sostiene que el comportamiento de la gravedad cambia a
grandes escalas, como en la periferia de las galaxias
• En su artículo más reciente, difundido en Monthly
Notices of the Royal Astronomical Society, prueban su teoría
con observaciones astrofísicas de la deflexión de la
luz o efecto de lente gravitacional
La materia y la energía oscura no existen,
son una argumentación teórica para explicar fenomenología
gravitacional y dejar intactas las leyes de Newton y la Teoría
de la Relatividad General de Einstein, afirmaron Sergio Mendoza Ramos
y Xavier Hernández Doring, astrofísicos mexicanos e investigadores
del Instituto de Astronomía (IA) de la UNAM.
Este planteamiento, a contracorriente con la
arraigada idea de que el 96 por ciento de los componentes del Universo
son materia y energía oscuras, que hasta ahora nadie ha visto
ni ha podido detectar, es uno de los ejes de la Teoría de Gravitación
Extendida, planteada por los universitarios, que avanza sobre los planteamientos
de Newton y sostiene que el comportamiento de la gravedad cambia a grandes
escalas, como en la periferia de las galaxias.
La idea desarrollada a partir del 2010, con
una decena de artículos publicados en revistas arbitradas internacionalmente,
está actualmente a prueba por sus autores, quienes ya han logrado
explicar, en varios artículos, la expansión del Universo,
la dinámica de estrellas y planetas a escalas del sistema solar,
así como la dinámica de galaxias y de cúmulos de
éstas, sin necesidad de considerar a la materia ni a la energía
oscuras.
En su artículo más reciente,
divulgado recientemente en la revista británica Monthly Notices
of the Royal Astronomical Society, Mendoza Ramos y Hernández
Doring prueban su teoría con la deflexión de la luz, conocida
como efecto de lente gravitacional.
Hipótesis para “cuadrar”
observaciones
“La existencia de la materia y energía
oscuras no es un hecho demostrado, son hipótesis ad hoc
que se introducen para cuadrar las observaciones con las expectaciones
teóricas dentro de un esquema de la gravedad de Einstein”,
señaló Hernández Doring.
La teoría de Einstein se verifica bien
a nivel del sistema solar, pero no de las galaxias, donde para forzar
la explicación teórica y las observaciones, se introducen
ambos elementos (la materia y energía oscuras), aún sin
detecciones experimentales directas. “Aunque llevan varias décadas
dando vueltas entre grupos científicos, nunca se ha encontrado
una sola partícula de esa materia, aunque tendría que
estar por todos lados”, añadió.
Ambos astrónomos aclararon que pensar
que no existen es un tema que diversos autores han sugerido desde hace
30 años, siempre desde la minoría. “Nuestra propuesta
es nueva en el sentido de que ha podido superar diversas pruebas empíricas
y astrofísicas, a la hora de comparar con las observaciones”,
precisó Mendoza Ramos.
Requerir de elementos oscuros aparece siempre
a una escala de aceleración pequeña. En sistemas donde
las aceleraciones son grandes no se necesitan, pues la relatividad general
y la gravitación newtoniana funcionan bien.
“Esto ha sido tomado como una clave.
Es claro el punto de quiebre, pues si se pasa de escalas de aceleración
menores a un cierto valor crítico, hay cambios en la física”,
detalló Hernández Doring.
Así como a escalas atómicas la
materia se comporta de manera diferente a como la vemos en la vida diaria,
los autores de la Teoría de Gravitación Extendida sostienen
que la gravedad da “un brinco” que cambia su comportamiento
a grandes escalas.
“Nuestra propuesta considera que no es
la misma en todas las escalas de tamaños y masas. Pensamos que
es posible hacer una extensión a la Teoría Gravitacional
tanto de Einstein como de Newton, para dejarlas bien donde están
bien (como en el sistema solar) y cambiarlas de manera adecuada a escalas
más grandes”, acotó Mendoza Ramos.
Por qué se da este cambio a grandes
escalas es algo aún por descubrir y es en lo que trabajan los
astrofísicos universitarios.
Deflexión de la luz
La gravedad también atrae a la luz;
dicho de otra manera, en presencia de fuerzas gravitacionales no sigue
trayectorias rectas, sino curvas. “La deflexión de ésta
no se puede medir en la Tierra, se necesitan objetos que tengan una
gravedad fuerte, que sean muy masivos y estén a grandes distancias
para detectarla”, indicó.
Los cúmulos de galaxias, masivos y muy
distantes de la Tierra, generan la deflexión de la luz, fenómeno
conocido por los astrónomos como lente gravitacional, pues estos
mismos funcionan como una lente que curva y amplifica la luz de objetos
más distantes.
“Estas galaxias lejanas sirven como detectores
de la fuerza gravitacional. Como medimos qué tanto se dobla la
luz, podemos inferir qué tanta gravedad produce el objeto que
la desvía”, añadió Mendoza Ramos.
En su más reciente artículo,
los astrónomos universitarios muestran que su Teoría de
Gravitación Extendida es capaz de explicar de manera exacta el
grado de deflexión observado. También, proporciona una
descripción de la expansión acelerada del Universo, sin
necesidad de requerir materia o energía oscuras.
Como toda teoría, continúa a
prueba, pues debe ser capaz de explicar gran cantidad de observaciones,
incluidas las que ocurren a escalas cosmológicas, concluyeron
los universitarios.
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