A los 12 años de edad,
Carlos Madrigal Pérez, hoy alumno del quinto semestre
del Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH) Azcapotzalco, comenzó
a participar en los modelos de las Naciones Unidas. Se descubrió
capaz de hablar en público y convencer, no sobre cualquier
tema, sino en aquellos que tienen que ver con quienes casi no
se les da voz: los indígenas.
Esto lo llevó a asistir, a invitación
expresa, como observador al Foro Permanente para las Cuestiones
Indígenas, con sede en la Organización de las
Naciones Unidas (ONU), en Nueva York.
“Fue toda una odisea desde el principio, porque
días antes de irme no tenía visa ni pasaporte;
en una semana tuve que hacer los trámites y luego, al
llegar allá, definir lo del hospedaje. Al final, todo
salió bien”.
Simulación y realidad
Inclinado por el debate y la oratoria e interesado
en los problemas sociales y económicos, desde que ingresó
al CCH Azcapotzalco en 2011, se planteó ser promotor
del Modelo de las Naciones Unidas. Así incorporó
a otros compañeros en su proyecto, quienes a la fecha
han cosechado excelentes frutos.
Actualmente funge como secretario general de este modelo
en el plantel. Debido a esas actividades se vinculó con
Álvaro Pop, vicepresidente del Foro Permanente para las
Cuestiones Indígenas, quien al percatarse de sus habilidades
y conocimientos lo invitó a intervenir como observador
y miembro extraordinario de las juventudes indígenas.
“Nunca imaginé que después de entrar
a un foro de simulación de debate, lo viviera en la realidad,
por decirlo así, convertido en un auténtico delegado
de las Naciones Unidas. Es algo trascendente para mí,
sobre todo porque es una temática que me apasiona y es
mi eje preferido”, dijo.
De origen mazahua
Por su ascendencia materna de origen mazahua, se desempeñó
como representante de las juventudes indígenas en el
foro. Sobre su experiencia, Carlos explicó que el encuentro
“trata de conjuntar la participación de todos los
pueblos indígenas en torno al desarrollo económico
y social: cultura, educación, salud, medio ambiente y
derechos humanos”.
Hubo más de mil 500 asistentes. Durante la asamblea
general o plenaria, en el Salón del Consejo de Administración
Fiduciaria de las Naciones Unidas, estaban al frente 16 expertos
de la ONU y representantes de Estado; detrás se encontraban
las organizaciones y los observadores.
Se realizaron además reuniones previas o sesiones
privadas donde se discutía acerca de diversas problemáticas
relacionadas con el foro. No había traductores y los
diálogos eran en inglés. “Me tuve que adaptar
y logré buena participación. Dimos unas 30 recomendaciones
para los temas”, enfatizó.
Carlos regresó motivado a cursar su último
año de bachillerato. Planea no sólo estudiar ciencias
políticas en la UNAM, sino también relaciones
internacionales, antes de optar por alguna de las propuestas
que le surgieron en este viaje.
Los éxitos vendrán con el tiempo, consideró.
“Constancia y perseverancia son factores fundamentales
con los que puedes lograr tus metas. Obtener buenos resultados
y compartir ese conocimiento con quien te rodea nos puede convertir
en mejores individuos”, concluyó.
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