En caso de divergencias, los universitarios deben expresar
sus puntos de vista por los canales instituidos. Valorar más
los hechos que los supuestos; los argumentos que las movilizaciones;
el debate libre e informado, que la confrontación. Así
será posible construir consensos para avanzar, estableció
el rector de la UNAM, José Narro Robles.
La razón, sostuvo, es la única fuerza
válida en la Universidad. Las posiciones de “todo
o nada”, no deben tener cabida en nuestra casa de estudios.
En la universidad de la nación no valen la inmovilidad
ni la defensa a ultranza de privilegios. Debemos asumir el cambio
como consustancial a la tarea universitaria, asentó.
En la ceremonia de apertura de cursos del ciclo escolar
2013-2014, añadió que a lo largo de la historia
de la Universidad se han vivido conflictos, “pero los
hemos superado. Hemos aprendido de nuestras diferencias y a
resolver nuestros problemas mediante la razón. Hemos
podido aislar a los grupos que intentan imponer sus intereses
o puntos de vista mediante la fuerza. Hemos sabido denunciar
y poner freno a posiciones internas o externas motivadas por
intereses ajenos a los de la comunidad universitaria”.
El rector propuso a los consejos técnicos del
Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH) y de la Escuela Nacional
Preparatoria (ENP), que analicen y consideren la posibilidad
de ampliar, a lo largo de 2014, las consultas para la actualización
de los planes de estudio correspondientes.
“La academia no debe ser rehén de intereses
ajenos a la vida universitaria. Si así lo acuerdan los
órganos colegiados, los grupos que confunden los espacios,
los interlocutores y los fines de la Universidad, se quedarían
sin pretexto para promover, por razones políticas, la
movilización de nuestra comunidad”.
La Universidad es de todos, pero nadie puede disponer
de ella para sus fines personales o de grupo. Pertenece a la
sociedad y por tanto, no debe ser utilizada para otros fines
que no sean los de educar y ser educados; de investigar; de
fomentar la cultura nacional, hacernos de la universal, y difundirlas;
de prepararnos y desarrollarnos como ciudadanos críticos,
comprometidos y solidarios; de contribuir con el Estado nacional
a la solución de los problemas del país, indicó.
Hemos insistido, resumió, en la falta de cobertura
en educación superior, pero también hemos realizado
acciones para que los universitarios ayudemos a resolver ese
gran problema nacional: la apertura de las dos nuevas escuelas
en León y en Morelia; la ampliación de la matrícula
en más de 40 mil alumnos en los últimos seis años;
la apertura de nuevas licenciaturas y el crecimiento de los
programas de educación abierta y a distancia, entre lo
más relevante.
La institución hace un esfuerzo que la ha puesto
en el límite de sus capacidades para recibir al mayor
número posible de alumnos. Además, casi el 50
por ciento de los estudiantes universitarios cuentan con algún
tipo de beca.
En el Salón Juárez del Centro Cultural
Universitario Tlatelolco, Rolando Cordera Campos, profesor emérito
de la Facultad de Economía, consideró: “Debemos
tener claros nuestras metas y criterios de evaluación,
nuestros grandes lineamientos nacionales.
“En este sentido, la Universidad Nacional no
puede ser más que una universidad liberal a la vez que
intensamente social, que profesa los valores de la ciencia y
del libre ejercicio de la conciencia crítica, donde la
sociedad y sus problemas son razón y base de su acción
primordial de producir, transmitir y difundir el conocimiento
y la cultura”.
Para entender el mundo turbulento de nuestros días,
cargado de desafíos y amenazas, pero también de
oportunidades fantásticas de progreso humano, es necesario
inscribirnos en el curso de la historia, nacional y mundial,
de los hombres y de las ideas. La nuestra, es una casa forjada
por una tradición centrada en el cultivo de las ideas,
en su discusión y en la confrontación de las mismas;
en la crítica y la disertación constructiva, resaltó.
A su vez, Misael Robles Cervantes, alumno de la Escuela
Nacional Preparatoria Plantel 5 José Vasconcelos,
con 127 aciertos de 128, en el examen de ingreso a bachillerato,
señaló que en las aulas de esta institución
se forman, desde bachillerato hasta posgrado, alumnos analíticos,
críticos y propositivos, que buscan ser ciudadanos reflexivos
y participativos.
La Universidad responde al presente y mira al futuro
como el proyecto nacional académico, científico
y cultural más importante que hoy nos abre las puertas.
“Corresponde ahora a nosotros, las nuevas generaciones
de estudiantes, continuar con el papel protagónico de
la UNAM”.
Por su parte, Jéssica Valeria Cuenca Velázquez,
alumna de la Facultad de Medicina con 119 de 120 aciertos en
el examen de ingreso a la licenciatura, consideró que
el país necesita de buenos profesionales que puedan enfrentar
las grandes tareas y problemas que se presentan hoy día,
entre ellos, superar la pobreza.
Si al ser universitarios no somos generosos y no nos
comprometemos con metas grandes, es difícil que después,
en la vida profesional, seamos capaces de ser generosos y cumplir
con esas metas. “El prestigio de la Universidad se ha
ganado con méritos de generaciones anteriores a la nuestra
y en nuestras manos está continuar con eso que nos han
heredado y, si es posible, mejorarlo”.
En el acto, se proyectó el video “Bienvenidos
a la UNAM Generación 2013–2014”. Asistieron
Irene Cruz-González Espinosa, presidenta en turno de
la Junta de Gobierno; Norma Samaniego Breach, vicepresidenta
en turno del Patronato Universitario y Eduardo Bárzana
García, secretario General de la UNAM, entre otros.
(Se
anexa discurso íntegro del rector José Narro Robles)
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