Un grupo de más de 30 estudiantes de las licenciaturas
de Ingeniería Mecánica Eléctrica y de Eléctrica
Electrónica de la Facultad de Estudios Superiores (FES)
Aragón de la UNAM, obtuvo el segundo lugar de la 1ª
Copa Internacional de Robótica IPN 2013, en la categoría
de Impacto Tecnológico.
El torneo, organizado por el Instituto Politécnico
Nacional, se realizó en días pasados en la Ciudad
de México con el objetivo de dar a conocer las nuevas
tendencias de impacto tecnológico en diversas áreas
de la especialidad.
Con el nombre de Wayaks (visión entre
sueños, en lengua maya), el representativo de la FES
Aragón participó con el prototipo CarriZCrawler,
un pequeño carro de radiocontrol cuyo chasís fue
construido con carrizo –planta silvestre que se propaga
con facilidad de manera natural– y partes de algunos juguetes
de desecho, que lo hacen ligero y ahorrador de energía.
El prototipo fue diseñado para todo terreno;
se le podría adaptar una videocámara para funcionar
como un auto explorador y es muy resistente a impactos, pues
tiene buena suspensión.
CarriZCrawler tiene dos motores –uno
en el eje delantero y otro en la parte trasera–, tarjeta
de control, pilas y un mando a distancia para dirigirlo, explicaron
Neftalí Elorza López, Agustín Iván
Hernández Reséndiz y Óscar Alejandro Martínez
Tenorio, integrantes de Wayaks.
Los universitarios, galardonados con una copa de plata
y una gratificación económica, indicaron que de
acuerdo con las bases del concurso, el modelo presentado es
ligero, no utiliza resortes en su mecanismo de operación,
pues el mismo carrizo brinda amortiguación. “Es
muy liviano, lo que le proporciona rapidez de desplazamiento”.
El carro de radiocontrol fue elaborado a partir de
material de desecho. “Lo armamos con piezas recicladas
de juguetes automatizados en desuso, las reutilizamos y las
pusimos a funcionar”, indicaron.
El principal diseño del prototipo es el chasís
hecho de carrizo, material ligero que brinda buen grado de flexibilidad
y rigidez, propiedades que funcionan como suspensión
y tiene la posibilidad de prescindir de amortiguadores. “Notamos
que podíamos cambiar ciertas piezas de la suspensión,
lo que nos permitió hacerlo sustentable y económico”.
Esta tecnología podría aplicarse en la
industria automotriz para la construcción del chasís
de los autos, lo que permitiría fabricar vehículos
más livianos que consuman menos combustible, detallaron.
Aún falta hacer pruebas y mejoras; “la
idea es caracterizar el carrizo y determinar sus propiedades
mecánicas. Una vez sustentadas, se construirá
un chasís para un auto en tamaño real. Nuestro
objetivo principal es descartar la suspensión, con ello
eliminamos peso, ahorramos energía y, de alguna manera,
obtenemos tecnología amigable con el medio ambiente”.
Con este proyecto, los universitarios pretenden aprovechar
un material considerado por la mayoría de los campesinos
y agricultores como una plaga en sus sembradíos y que,
sin embargo, tiene un gran potencial ecológico y comercial.
Al respecto, José Antonio Souza Jiménez, profesor
que encabezó el equipo de la FES Aragón, comentó
que con este prototipo los jóvenes impulsan una nueva
línea de investigación relacionada con las propiedades
mecánicas del carrizo, en torno al cual existe poca información.
“Nos corresponde empezar a generar ese conocimiento”.
Este tipo de encuentros, prosiguió, son enriquecedores
y sirven de motivación tanto para los alumnos, como para
los docentes. “El hecho de enfrentar estos desafíos
nos impulsan a ser competitivos y buscar los tres primeros lugares”.
Los alumnos de la FES Aragón ya tienen cierta
experiencia en este tipo de certámenes. “En 2012,
por ejemplo, participaron en una competencia organizada por
Ford, en la que también utilizamos como propuesta el
carrizo. Entonces ganamos el tercer sitio”, recordó.
Algunos de los jóvenes que participaron en esta
1ª Copa Internacional de Robótica IPN 2013, también
tienen experiencia en la construcción de carros solares
que han sido presentados en concursos estudiantiles.
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