Boletín UNAM-DGCS-399
Ciudad Universitaria.

06:00 hrs. 1 de julio de 2013.

Omar Masera Cerutti
           


PARTICIPA LA UNAM EN PROYECTO MUNDIAL DE EVALUACIÓN DE ESTUFAS LIMPIAS


• Omar Masera Cerutti, del CIEco, con sede en Morelia, desarrolla estándares que permitan valorar su funcionamiento e impacto ambiental
• Junto con la Global Alliance for Clean Cookstoves, también establecerá los lugares prioritarios para la implementación de esos artefactos, hasta alcanzar 100 millones en 2020

La Universidad Nacional, a través del Centro de Investigaciones en Ecosistemas (CIEco), con sede en Morelia, Michoacán, participa en un proyecto internacional para desarrollar protocolos y estándares que permitan evaluar el funcionamiento de estufas y su impacto ambiental en el mundo.

Se trata de la colaboración de Omar Masera Cerutti, y su equipo, con la Alianza Global para Estufas Limpias (Global Alliance for Clean Cookstoves, creada, entre otras instancias, por la Fundación de las Naciones Unidas), donde también se establecerán los lugares prioritarios para la implementación de esos artefactos, hasta alcanzar 100 millones en 2020.

La UNAM, referencia internacional en el tema por la creación de las estufas Patsari, en conjunto con el Grupo Interdisciplinario de Tecnología Rural Apropiada (GIRA, A.C.), fue invitada a participar con instancias como la Universidad de California y la Environmental Protection Agency, de Estados Unidos, así como organizaciones e instituciones educativas de países como la India, Uganda, Kenia, Nigeria, Honduras y Bolivia, entre otros.

La leña se usa en fogones abiertos que producen mucho humo, y necesitan grandes cantidades de madera, y la cocción, explicó el científico, define a una cultura, pues cada lugar tiene sus propias necesidades de alimentación; éstas determinan el tamaño de la estufa o el tipo de combustibles.

Por ejemplo, en Etiopía se usa una de leña especial que necesita un comal de 80 centímetros de diámetro para preparar a fuego lento la “njera”, una especie de “crepa” gigante; en India utilizan estiércol, que se quema lentamente, para elaborar comidas que requieren poco calor, pero constante y en un largo tiempo; en Mesoamérica es fundamental el consumo de la tortilla, y las estufas deben contar con comales de diferentes tamaños para cocerlas.

Por tanto, abundó el experto, se requieren adaptaciones locales. Se trata de mejorar las condiciones de cocción y aportar elementos para que en cada lugar se generen las mejores estufas. Si se logra, el impacto puede ser enorme, consideró el científico.

Otro punto fundamental es que no se tiene información confiable sobre el uso real de las estufas, pues la mayoría de los programas se dedican a instalarlas o venderlas, sin considerar su adopción y uso posterior.

En este aspecto, junto con Ilse Ruiz-Mercado, investigadora posdoctoral del grupo de Masera Cerutti, se desarrolla un protocolo internacional para evaluar su empleo en tiempo real mediante sensores electrónicos de bajo costo (o SUMS, por sus siglas en inglés).

Este trabajo, precursor en el mundo, permitirá tener por primera vez, información estadística confiable y objetiva sobre el uso real de las estufas eficientes en campo, y con ello, mejorar diseños y estrategias de distribución para optimizar su impacto en el nivel de vida de los pobladores.

Masera Cerutti explicó que en el planeta tres mil millones de personas cocinan con leña. En México, la cifra alcanza los 24 millones, especialmente en las áreas rurales, aunque también en muchas zonas urbanas, sobre todo del centro y sur del territorio. Además, ante el aumento en el precio de los energéticos, algunos usuarios que ya utilizaban gas, vuelven a la combustión de madera.

Con las estufas Patsari, los universitarios hicieron un proceso de innovación que permite las prácticas de cocina tradicionales, pero de manera eficiente y limpia. El proyecto, con el que se obtuvo el premio internacional Ashden Awards, en 2006, comenzó hace más de una década.

A partir de entonces, “como universidad promovimos un consorcio, un grupo de investigación donde participaran, además de los científicos, gente de las comunidades rurales y organizaciones no gubernamentales, para impulsar una alternativa innovadora a los fogones abiertos”. Hoy existen 100 mil estufas Patsari, sobre todo en las áreas más pobres, y con una apropiación social de la tecnología.

Gracias al uso de esos instrumentos, se reduce hasta en 80 por ciento la contaminación al interior de las viviendas y, con ello, el riesgo de enfermedades como neumonía o edema pulmonar, porque las mujeres que cocinan con leña deterioran sus pulmones, como si fumaran dos cajetillas de cigarros al día; los niños también se ven afectados. Además, con esta innovación los alimentos ya no están en contacto con el piso y se reducen indirectamente las diarreas y otras enfermedades gastrointestinales.

Asimismo, disminuye el uso de leña entre 50 y 60 por ciento, y el tiempo que se emplea para cocinar, lo mismo que el gasto, pues las familias más pobres invierten hasta 20 por ciento de su ingreso en comprarla.

Hasta ahora, las estufas están distribuidas en casi en todo el país, particularmente en regiones indígenas en pobreza extrema de entidades como Sonora, Sinaloa, Michoacán, San Luis Potosí, Estado de México, Oaxaca, Chiapas e Hidalgo.

Con otro reconocimiento internacional a su equipo, por el mejor artículo de la revista Indoor Air, en 2011, Masera Cerutti explicó que su proyecto ha pasado a una nueva etapa.

Se creó una unidad de investigación en ecotecnologías, donde además de las estufas, se comenzarán a estudiar y evaluar dispositivos para la captación y uso del agua de lluvia, diseño de viviendas sustentables, sanitarios ecológicos y calentadores solares, entre otros.

La idea es apoyarse en los grupos de indagación existentes en este ámbito y fortalecer el trabajo de monitoreo, síntesis y evaluación de los impactos de las distintas ecotecnologías. Además, se impulsa una red nacional en el área, para tratar de coordinar mejor los esfuerzos en México.

Por último, Masera Cerutti expuso que en este tipo de innovaciones se requiere trabajar con la gente. Sus ideas son básicas para que cada tecnología sea útil y adecuada.

 

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Fotos

Omar Masera Cerutti, del Centro de Investigaciones en Ecosistemas de la UNAM.