Boletín UNAM-DGCS-398
Ciudad Universitaria.

11:00 hrs. 30 de junio de 2013.

Sergio López Ramos
           


LAS EMOCIONES, VITALES EN LA SALUD DEL CUERPO


• Pueden incidir en el funcionamiento de los órganos, indicó Sergio López Ramos, de la FES Iztacala

Las emociones son inherentes a la condición humana; su desequilibrio puede repercutir en la fisiología y bioquímica del cuerpo, y cumplir funciones determinantes en el desempeño o transformación de las personas.

El cuerpo y la mente no están desvinculados, forman una unidad donde se manifiestan las emociones. Este aspecto lo ha analizado por años Sergio López Ramos, profesor de psicología social teórica en la Facultad de Estudios Superiores (FES) Iztacala.

El universitario, quien junto con un grupo de colaboradores se enfoca a la conservación y, en su caso, recuperación de estados óptimos de salud afectados por las emociones, advirtió sobre la necesidad de prestar mayor atención a estas últimas, pues impactan de manera directa en distintos órganos de cuerpo.

“Encontrar esas manifestaciones nos llevó a estudiar medicina, historia, antropología, bioenergética, y otras áreas como la teoría de la complejidad, que pudieran permitir articular el proceso corporal para analizar una emoción en relación con un órgano o un cuerpo”, agregó.

Fue así que se concentraron en una de ellas, así como en la comida, en un cuerpo, y en entender por qué un sujeto se deteriora emocional y físicamente más rápido si se rompe este equilibrio. Una emoción puede ser dominante en el espacio corporal y desarrollarse como una patología, apuntó López Ramos.

“Se debe trabajar, el equilibrio es de vital importancia. En un día se puede tener un poco de miedo, ansiedad, alegría, coraje o tristeza, que indican un equilibrio que se puede alterar si uno domina por encima de los demás, y ocasionará cefaleas o dolor de huesos, entre otras exteriorizaciones corporales”, explicó el especialista.

El miedo exacerbado, por ejemplo, puede generar temor, pánico e incluso llegar a paralizar el desempeño de actividades. También, hay un alto índice de personas que sufren gastritis por la ansiedad, que no debe confundirse con estrés.

Asimismo, si el odio, rencor, reclamo, o enojo contra una persona o un hecho perduran meses, años, una o dos décadas, o más, pueden derivar en artritis.

“El odio es una respuesta de defensa y ataque, pero si no se hace algo por superarlo, esa información permanece en el cuerpo. Nosotros sostenemos que tiene una ruta de viaje y lleva un mensaje de destrucción, se vuelve al interior del cuerpo y comienza la autodestrucción, por eso es una enfermedad autoinmune”, refirió.

Otro factor que se vincula es la alimentación. “Hay una relación con los sabores; por ejemplo, los individuos tristes prefieren los picantes; los miedosos, se inclinan por la sal; los iracundos, por los ácidos; los ansiosos, por los dulces, y los alegres gustan de las cosas amargas. Si un sabor es dominante, tendrá efectos negativos en la salud del sujeto. La relación emoción-órgano-sabor, se cumple en todos las personas, sin importar la raza”, mencionó.

Aplicaciones

En los últimos años, el grupo de profesores (unos con maestría, otros con doctorado o licenciatura) ha efectuado terapias con niños que requieren educación especial, donde la participación de los padres es primordial.

De manera corporal, aplican terapia bioenergética, una dieta especial y actividades para reconciliar, enfrentar o resolver sus problemáticas; se sugieren tratamientos individuales o de grupo, hasta el trabajo de una constelación familiar.

Esta última consiste en representaciones de un hecho específico de uno de sus miembros. En las sesiones, otras personas desempeñan roles de padres, hijos o esposas en algún acontecer especial, y ahí se pueden detectar fallas o desequilibrios que afectan el trato entre los integrantes, para romper cadenas de lealtades transgeneracionales.

“Cobran importancia actualmente ante la emergencia de nuevas problemáticas psicológicas, pues ya no funciona un solo modelo de trabajo terapéutico para enfrentar la compleja situación emocional de nuestros días. A las personas se les hacen observaciones, se le sugiere dónde está el problema, y en ese sentido, se trabaja”, abundó.

Otro aspecto en el que el grupo labora es el seminario El cuerpo humano y sus vericuetos, que se imparte en la FES Iztacala a estudiantes y profesores. En el cubículo asignado en la planta alta del edificio de Endoperio, se llevan a cabo sesiones del Proyecto Cuerpo, donde se proporcionan clases teóricas, asesorías, preparación y actualización en los seminarios de formación docente, con la línea de teoría de la complejidad y transdisciplinariedad, que es una tradición en el nuevo plan de estudios de la carrera de Psicología, dijo.

Colaboración

En el proyecto universitario colaboran Margarita Rivera Mendoza, quien trabaja en el tema de los adolescentes y ha publicado seis libros; Irma Herrera Obregón y Gerardo Abel Chaparro Aguilera, con el proceso órgano-emoción, con dos en su haber; Arcelia Solís Flores, con obesidad, un libro; Carolina Rosete Sánchez, educación especial y lo multidimensional, lleva 30 años de servicio social en la comunidad de Chalma, Estado de México, y Araceli Silverio Cortés, con el tema de los niños.

Jesús Lara Vargas, José René Alcaraz González, María Guadalupe Aguilera Castro, Marcos Olvera Nieto y Daniel Piña han publicado artículos sobre psicología, epistemología y reflexiones, así como cuatro libros colectivos.

 

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Fotos

Sergio López Ramos, de la Facultad de Estudios Superiores Iztacala.