Boletín UNAM-DGCS-378
Ciudad Universitaria.

11:00 hrs. 22 de junio de 2013.

Paulina Lechuga


IMPULSA UNIVERSITARIA ESTRATEGIA PARA REDUCIR INSEGURIDAD Y VIOLENCIA EN UN BARRIO DE PACHUCA


• Paulina Lechuga propondrá una solución arquitectónica-urbana, que trate de combatir estos fenómenos, que produzca más “vida” en el sitio y un sentimiento de apropiación por parte de los habitantes

Nueva Estrella es un “barrio bravo” de Pachuca, Hidalgo. En ese lugar marginado, a las afueras de la ciudad, en lo que alguna vez fuera zona minera, los asaltos a mano armada y las agresiones callejeras por algunas pandillas son comunes. Pero, ¿qué tiene que ver aquí la arquitectura?

Paulina Lechuga Osorio, estudiante del segundo semestre de la maestría en el área, con especialidad en Economía Política y Ambiente, respondió que sí hay relación, y mucha. “Me interesa otra perspectiva de la arquitectura, que va más allá de construir edificios y casas bonitas. Todo se genera a partir de procesos económicos y políticos, que determinan la morfología de las cosas, la ciudad incluida”.

Con su tesis “Una nueva estrategia para reducir los índices de inseguridad y violencia en el barrio Nueva Estrella, en Pachuca, Hidalgo”, la universitaria espera ofrecer propuestas de solución al problema de inseguridad en esa zona.


Se trata de una de las tres más peligrosas de la capital hidalguense –las otras son La Raza y El Arbolito–, en la parte superior de los cerros, donde se asienta la población que no tiene ingresos suficientes para acceder al mercado formal de vivienda. Ahí las casas son de lámina, sin piso.

Ello, aunado a la falta de acceso a servicios públicos, como transporte y alumbrado, y lo inaccesible de ciertas áreas para el ingreso de la policía, llamó el interés de Paulina.

A esos aspectos se sumó el boom de violencia en el territorio nacional. “Las políticas públicas en la materia son reactivas, pues si se comete un delito y se incrementan los índices de inseguridad, el gobierno reacciona”.

Lechuga Osorio sostuvo que debería ser al revés y resolver los problemas de origen: la pobreza, la marginación, la falta de empleo y de educación, y de acceso a otros beneficios que provee el Estado. “Si atacamos la raíz, se reduciría mucho la inseguridad que enfrenta el país y que nos afecta a todos como sociedad”.

Tras asistir a un congreso de arquitectura y urbanismo, de conocer a la organización no gubernamental Architecture for humanity y los trabajos que realizan en países como Haití, donde con pequeñas acciones, como la construcción de canchas de futbol o la colocación de alumbrado público, se mejora la calidad de vida, decidió su tema de tesis.

Este trabajo se divide en cuatro capítulos: el primero, gira en torno a una perspectiva general de Hidalgo, Pachuca y Nueva Estrella, de lo general a lo particular.

Luego, a la arquitecta le interesa analizar la violencia como proceso, sus tipos, cómo se genera, cómo incide en la población, otra vez, de lo general a lo particular, desde México y las políticas federales, hasta aterrizar en el barrio y sus manzanas.

Después, relacionará el problema con la arquitectura; planea organizar un tipo de taller participativo con los habitantes, para conocer sus necesidades. “Normalmente las instituciones llegan a intervenir como creen que es mejor, pero no se ponen en contacto con las personas que viven ahí y no detectan las necesidades reales”. También realizará encuestas.

Por último, con base en charlas con los habitantes, propondrá una solución arquitectónica-urbana, que trate de combatir la inseguridad y los índices de delincuencia, que produzca más “vida” en el sitio y un sentimiento de apropiación por parte de los habitantes, al haber participado en el proceso.

Al concluir su estudio, la becaria del Conacyt espera presentarlo ante el gobierno local, pues “muchas veces existen los presupuestos, pero no se sabe cómo aplicarlos”.

Bajo la coordinación del posgrado de Hermilo Salas Espíndola y la tutoría de Orlando Moreno, de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Aragón, Paulina se instruye en teoría económica y política, aunque reconoce que le cuesta trabajo, porque su formación es otra. “Nunca lo había pensado, pero cuestiones como el imperialismo y la colonización aún se reflejan en el modelo de ciudad que tenemos”.

La oriunda de Pachuca y egresada de la carrera de Arquitectura del Tec de Monterrey, campus Querétaro, indicó que al terminar su licenciatura trató de abrir su panorama en la UNAM.

“La elegí porque es la máxima casa de estudios del país; como arquitecto estudias a la Universidad, su campus central es un ícono, pero no la conocía físicamente y desde la primera vez que vine, sentí un ambiente distinto, que te genera empatía y te dan ganas de estar aquí. Siempre había querido estudiar en la Universidad y ahora que tengo la oportunidad estoy muy feliz”, finalizó.

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Fotos

Paulina Lechuga Osorio, estudiante del segundo semestre de la maestría en Arquitectura.