En las calles del Distrito Federal viven 120 mil perros
sin dueño ni control médico, portadores de enfermedades
transmisibles a las personas. Además, cada uno genera
300 gramos de heces al día para sumar, en total, 36 toneladas
de material fecal que al secarse son parte del aire que respiramos
y pueden provocar padecimientos.
Por sus impactos negativos, la superpoblación
canina representa un problema de salud pública, advirtió
Carlos Esquivel Lacroix, de la Facultad de Medicina Veterinaria
y Zootecnia (FMVZ) de la UNAM.
La mayoría de estos caninos fue abandonada por
personas sin conciencia de lo que implica la tenencia responsable
de animales de compañía. “Es un lazo que
perdura toda la vida y requiere un compromiso con el cuidado
y bienestar de las mascotas”, expuso.
Al entrar en contacto con las personas, los desechos provocan
irritación de ojos, nariz y garganta, además de
padecimientos gastrointestinales.
También, los canes pueden transmitir distintas
enfermedades, que podrían prevenirse al vacunarlos y
desparasitarlos; figuran la rabia, la leptospirosis y la toxocariasis,
entre otras.
Problema de salud pública
El experto refirió que en 2006, de acuerdo con
el Centro Nacional de Vigilancia Epidemiológica y Control
de Enfermedades, existían 18 millones de perros en el
país. Del total, sólo tres de cada 10 tenían
propietario.
En el DF, la autoridad sanitaria local estima que su
población total es de un millón 200 mil, el 10
por ciento en situación de calle. Por año, el
número de los animales en esta condición incrementa
un 20 por ciento, cifra que rebasa la capacidad de los pocos
albergues existentes en la ciudad.
Los que viven en la vía pública se concentran
en las delegaciones Iztapalapa, Gustavo A. Madero, Xochimilco
y Tláhuac.
Si bien en los últimos 15 años no se
han reportado casos de rabia, los perros son portadores de bacterias
que producen brucelosis y leptospirosis, enfermedades no consideradas
en las campañas oficiales de vacunación. En el
humano, la primera provoca vómito y diarrea, mientras
que la transmitida por leptospira es causa de fiebre, vómito
y daño renal.
Dueños responsables
Ocho de cada 10 canes son adquiridos como animales
de compañía por impulso. En muchas ocasiones,
son regalados en fechas como cumpleaños, Día del
Niño y Navidad, sin consenso familiar.
Al tenerlos, no se considera que la mascota necesita
un espacio adecuado, tiempo, atención, cuidados especiales
y un seguimiento médico, por lo menos cada seis meses.
Así, después de cierto tiempo y con cualquier
pretexto, son abandonados en las calles.
En 1994, la Organización Panamericana de la
Salud (OPS) recomendó que, en lugar de referirse a estos
animales como callejeros por su situación, lo más
adecuado es llamarlos perros de dueño irresponsable,
ante la evidencia de que, en su mayoría, tuvieron un
hogar.
En casa, requieren alimentación, atención
médica profesional, vacunación, ser desparasitados,
mantenimiento de su higiene bucal y, lo más relevante,
evitar su reproducción y asumir el compromiso de cuidarlo
en todo momento. Antes de adquirirlo, las personas deben evaluar
las características de su hogar y los recursos con los
que cuentan, recomendó.
Urgen programas para crear conciencia. La Ley de Cultura
Cívica contempla sanciones a los dueños que no
recogen las heces de sus animales, exige el uso de correa y,
de ser necesario, colocar bozal. Con estas medidas, todavía
no existe una cultura generalizada sobre la tenencia responsable
de animales de compañía.
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